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      INTRODUCCIÓN

      ¿Ha hecho el ridículo en presencia de alguien que acaba de conocer? ¿Ha tratado de iniciar lo que pensó que era una conversación sólida, solo para que se apague en unos segundos con silencios incómodos? ¿Quería impresionar a alguien que siempre ha admirado pero que ha terminado siendo demasiado autoritario? Si todo esto te suena demasiado familiar, ya sabes la relevancia de las habilidades sociales en el mundo de hoy.

      ¿Ha observado cómo algunas personas pueden acercarse sin esfuerzo a cualquiera y entablar una conversación brillante y convincente? No hay torpeza, vacíos silenciosos, y rellenos innecesarios de conversación. Se acercan sin problemas y hacen amigos dondequiera que vayan. Tienen una boca como tú, un par de orejas, un cerebro, y casi todo lo que tú posees. Entonces, ¿cuál es la diferencia? ¿Qué están haciendo de forma diferente a ti para llamar tanto la atención sobre ellos mismos? ¿Cómo es que sus interacciones y conversaciones parecen tan naturales?

      Como todo en la vida, las habilidades sociales necesitan práctica. Mientras que poseer el don de la palabra puede ser algo natural para la gente, la mayoría es el resultado de un entrenamiento consciente y una práctica dedicada. Las habilidades sociales son un conjunto de habilidades utilizadas por las personas para comunicarse con otros de forma verbal y no verbal. Las formas no verbales de interacción pueden incluir gestos, expresiones faciales, lenguaje corporal y/o apariencia personal.

      Los seres humanos son criaturas sociales que sienten una necesidad imperiosa de comunicar ideas, sentimientos, pensamientos y experiencias con los demás. Existe una creciente necesidad de afiliación, de un sentido de pertenencia, de formar parte de un grupo y de conectarse con otras personas de ideas afines. Esto es lo que llevó al origen de los idiomas y las culturas en primer lugar.

      Aunque no te des cuenta al principio, las habilidades sociales menos desarrolladas tienen enormes costos ocultos. Las investigaciones han señalado sistemáticamente el hecho de que (conocimiento, estatus social, habilidad técnica, etc.) los individuos que tienen mucho éxito son los que poseen habilidades sociales bien desarrolladas. Han superado su timidez, pueden conversar cómodamente, se sienten cómodos hablando entre grandes grupos, saben cómo parecer más simpáticos y, sobre todo, pueden negociar las cosas a su favor.

      Incluso sus celebridades favoritas que parecen poseer habilidades sociales naturalmente han trabajado duro en ello. No es fácil narrar anécdotas divertidas y dar citas sólidas frente a la cámara todo el tiempo. Piénsalo. Es un arte que han dominado cuidadosa y diligentemente. Para algunos discursos, las figuras públicas pueden tener que practicar semanas antes para que todo salga bien.

      El comediante de pie que tanto admiras tarda unos meses en prepararse para un espectáculo de una hora, por lo que no requiere esfuerzo en el escenario. El punto es que muy pocas personas nacen simplemente con habilidades sociales pulidas. La mayoría ha hecho un esfuerzo consciente después de darse cuenta de la potencia de las habilidades sociales para dominarlas y usarlas en su beneficio.

      La parte más desafortunada de la falta de habilidades sociales es que nadie te dirá que te estás quedando atrás en el departamento de conversación. Imagínate en una primera cita con la chica/chico caliente que siempre te ha gustado. Y ahora imagínate incapaz de entablar con ellos una conversación divertida y significativa.

      ¿Esperas que tu cita te diga que no quieren volver a verte porque eres un conversador de poca monta? Pocas posibilidades. De nuevo, la fastidias en una entrevista de trabajo y pierdes el puesto por el que tanto has luchado. ¿Esperas que tus potenciales empleadores te digan que no sabes cómo captar y mantener la atención? De nuevo, pocas posibilidades.

      Esto es lo que hace que la perspectiva de mejorar tus habilidades sociales sea difícil. Es posible que nadie te diga sobre tus debilidades sociales o algo peor, incluso es posible que no te des cuenta hasta que sea demasiado tarde. Es como una pequeña ventaja que puede darte abundantes beneficios en la vida si sabes cómo utilizarla inteligentemente. Parece una pequeña ventaja, pero la diferencia de resultados entre las personas que carecen de habilidades sociales y las que poseen habilidades sociales muy evolucionadas puede ser asombrosa.

      Sin embargo, lo mejor de las habilidades sociales es que se pueden adquirir fácilmente con cierta práctica, esfuerzo constante y dominio de algunas técnicas esenciales. No es difícil pasar de ser socialmente incómodo a ser un ninja social en unas pocas semanas si se usan los consejos correctos, se hace un esfuerzo por ser socialmente agradable y se practica sin inmutarse.

      Gracias,

      Timothy Willink

      CAPÍTULO 1: 25 GRANDES REGLAS PARA DOMINAR LA CHARLA PEQUEÑA

      Mientras que algunas personas se presentan como verdaderamente dotadas socialmente, no dejes que te engañen para que lo creas con su comportamiento confiado. No es un secreto encubierto que obtuvieron del Himalaya. Simplemente han dominado el fino arte de hacer charlas. Para algunos, puede ser una habilidad muy elusiva e inútil que la gente aborrece, pero su importancia en las conversaciones gratificantes, especialmente cuando se conoce a la gente por primera vez, no puede ser socavada.

      Estas conversaciones aparentemente inútiles son grandes rompehielos que descongelan las líneas de incomodidad y desacomodo entre las personas. Te hacen parecer más agradable a la gente, mejoran tu relación con los demás, crean una primera impresión halagadora y sientan las bases para una relación satisfactoria. Las charlas breves tienen varios beneficios importantes. Las charlas pequeñas crean una atmósfera favorable que puede llevar a conversaciones más grandes.

      Cuando se utiliza una charla constructiva en combinación con un lenguaje corporal cuidadosamente dominado, se está en camino de construir relaciones duraderas y exitosas. Mientras nos permitimos una pequeña charla con un nuevo conocido, no hacemos nada más que desencadenar un terreno común en los intereses, aspiraciones y patrones de comunicación. Nos da el potencial para juzgar si una persona vale la pena o no. A veces, sabemos de inmediato si queremos seguir una relación o no basándonos en una pequeña charla inofensiva. También nos hace darnos cuenta de que hay muchas personas como nosotros o en la misma situación que nosotros y nos ayuda a llevarnos a ellas rápidamente.

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