Al verme merodeando por la casa en busca de las llaves del carro para hacer uso de mis habilidades de conductor de carreras y estamparme contra la primera pared que pudiera, ella me había escondido las llaves. Algo sabía, ya había sido advertida en su interior que el infierno por el cual yo atravesaba sobrepasaba mis ganas de vivir y que en cualquier momento decidiría hacer algo al respecto.
Es el relato de mi «camino de regreso» a Dios. En resumen, es una mezcla entre ideas en retrospectiva y relatos de sucesos que viví hasta el momento en que traté de suicidarme y finalmente volví a creer en Dios, de tal manera que mi vida tuvo sentido.