El mercado de la salvación. Eugenio Marchiori
Читать онлайн книгу.inspiración y crecimiento. A todos ellos, ¡muchísimas gracias!
Para Emerging Minds
PRÓLOGO
El mundo detrás del espejo
Qué película recuerdan? ¿Alguna que los haya impactado? En mi caso, Los gritos del silencio (The Killing Fields), una película británica de 1984 en la cual unos periodistas son testigos de la guerra y las tensiones que desgarran a Camboya. Recuerdo aún hoy la tensión y la atención que me provocó el film, así como las sensaciones y emociones que me generó.
Aprendí de esa película, siendo joven aún, la importancia que debe tener un texto o un film para captar la atención. Eso lo llevé también a mi vida profesional. No sé si soy un gran lector, pero soy uno bueno, que lee en forma constante, y me sucede algunas veces que comienzo a leer un texto y luego de algunas páginas no me dan ganas de seguirlo. Pero soy cabeza dura y trato de llegar al final, aunque me duelan los ojos.
El ensayo maravilloso que nos presenta Eugenio Marchiori atrapa desde la primera a la última página. Y esa es una de las tantas virtudes de este libro. Al ser atrapado por un texto como El mercado de la salvación, el lector se entusiasma y quiere saber más de todo lo que el autor ofrece en esta obra. La erudición de Eugenio nos lleva a la Antigua Grecia, nos pasea por sus mitos y nos aterriza a la realidad de las empresas y sus vínculos religiosos, como retrata Eugenio Marchiori a la cultura organizacional de muchas ellas.
El libro es un reflejo de lo que es Eugenio: alguien con conocimientos profundos, eclécticos, sarcástico y divertido. Eugenio es, como los griegos que describe al inicio del libro, un académico con una formación diversa y amplia: ingeniero con un master en logística y un doctorado en sociología. También es profesor de comportamiento humano y cambio organizacional. Esa simbiosis de conocimientos hace del autor alguien riguroso pero, al mismo tiempo, creativo y curioso para indagar más allá de lo superficial. Eugenio sazona el libro con una escritura simple, clara, profunda y, como un buen novelista, cautivante.
Comienza con la interacción entre la mitología griega –que Marchiori cuenta con la rapidez de un guión televisivo y la oratoria de un narrador espontáneo. El valor del consumo, la producción, la estrategia, el planeamiento, el trabajo absurdo, la política, todo se mezcla en este primer capítulo donde remontarse a la historia y a la mitología es un disparador utilizado para comprender el mundo actual de las organizaciones.
El primer capítulo es simplemente un tobogán que nos desliza en el submundo de las empresas. Cruzar el río Aqueronte en La Divina Comedia significaba trasladarse a otro mundo, el de los muertos. A partir del segundo capítulo de esta obra, estaríamos del otro lado, pero no en el mundo de los muertos: es al otro lado del espejo, un lugar donde no hay reflejo, pero se puede ver clara y transparentemente qué sucede en las entrañas de la concepción y los orígenes de las organizaciones. ¿Cuál es el entramado cultural detrás de las empresas más conocidas? ¿Qué las inspira a ser como son? ¿Qué influencia tuvo la religión en los cimientos de las empresas analizadas? Estas son solo algunas de las preguntas que guían al lector en el análisis de las profundidades organizacionales.
La analogía que Marchiori hace de las herramientas organizacionales y la religión es asombrosa: valores, misión, visión, esperanza, motivación, simbología, logos, ceremonias, rituales, inclusive la arquitectura. El análisis profundo de estas derivadas religiosas nos ayuda a entender más a las mismas empresas que Eugenio menciona en el recorrido de su obra. Pero claro, algunas tienen más arraigo religioso que otras.
Hasta aquí, los interesados en la sociología de las organizaciones se pueden hacer una fiesta. Pero no son los únicos beneficiados de la bacanal de conocimiento que ofrece este libro. Los estudiantes o expertos en marketing pueden aprender claramente las estrategias y tácticas utilizadas por muchas empresas para progresar. Nuevamente el paralelismo con el marketing religioso es increíble.
Pero las culturas religiosas de las organizaciones no están exentas de subculturas sectarias. Pensemos en la Iglesia católica y el Opus Dei, su rama más conservadora. ¿Qué sucedería si el Opus no estuviera dentro de la propia Santa Iglesia católica? Sería una secta hecha y derecha, y de las más nefastas. Allí es donde Marchiori distingue entre las fuerzas centrípetas y centrífugas de las organizaciones: algunas fuerzas tratan de centralizar decisiones (las casas matrices de las empresas, por ejemplo) y otras buscan tener más autonomía (las sucursales). Las culturas sectarias no son exclusivas de la Iglesia, que las tiene y en extremos (los Jesuitas, el Opus Dei), sino que también pueden encontrarse en las empresas. Si no pensemos en las subculturas en las organizaciones y los problemas que estos implican para los líderes.
Esta obra nos enseña que organizaciones milenarias, como las religiosas aquí presentadas, han influido, e influyen enormemente, en la historia de las empresas tal como las conocemos hoy: sacerdotes managers, visitas a domicilio de curas o de vendedoras de cosméticos, lay outs de iglesias y supermercados… Todo se entremezcla en una obra desbordante de paralelismos y similitudes.
Un libro que me asombró de chico es A través del espejo y lo que Alicia encontró allí, de Lewis Carroll. Mientras Alicia está meditando sobre cómo debe de ser el mundo al otro lado del espejo de su casa, se sorprende al comprobar que puede pasar a través de él y descubrir de primera mano lo que ahí ocurre.
Este libro nos ofrece una experiencia similar a lo que le sucedió a Alicia: uno entra a través de un espejo y se sorprende de que más allá hay un mundo donde todo se hace de forma inusitada. Este libro es el mundo detrás del espejo.
Andrés Hatum
PhD Warwick Business School (UK)
Profesor Universidad Torcuato Di Tella
Prefacio del autor
En el fondo, pues, no hay religiones falsas.
Todas son verdaderas a su manera...
Emile Durkheim1
Este trabajo comenzó una mañana de mayo de 2003 mientras –de pronto y sin buscarlo– me encontré contemplando extasiado los cuadros de mitología griega de Rubens en el Museo del Prado de Madrid. Los dioses, las diosas y las situaciones representados por él me impactaron con tal intensidad que mi vida cambiaría para siempre. En ese momento tuve una intuición: esas imágenes eran mucho más que esa suerte de historietas que habían sido para mí los mitos hasta entonces. Algo se ocultaba detrás de esos lienzos. Al poco tiempo descubrí que eran –nada más y nada menos– la génesis de la cultura occidental. Ese auténtico acontecimiento artístico disparó un largo proceso que culminó por transformar a un “ingeniero que trabajaba” (según la lúcida definición de mi mujer) en un sociólogo. Ese sinuoso camino está implícito en estos ensayos.
Este libro está pensado para las personas que quieran conocer las estrategias y artefactos culturales que usan las organizaciones exitosas para bajar a la tierra su visión y su misión. Aquellas cosas que no se ven a primera vista (a veces con toda intención) pero que las mantienen con vida. Está compuesto de seis ensayos independientes (pueden ser leídos en el orden que prefiera el lector) sobre sociología de las organizaciones vista desde la perspectiva de los negocios. Hay secciones dedicadas al marketing (desde una óptica práctica, diferente a la estrictamente académica), a la estrategia y a la cultura organizacional. Los capítulos finales en los que comparo empresas “religiosas” con “comerciales” (veremos como en algún punto ambas convergen) son casos de estudio y de debate en sí mismos, y pueden ser usados como tales en educación ejecutiva, tanto en universidades como en empresas. Empleo ejemplos de instituciones muy conocidas para la mayoría, lo que ayuda a bajar a la realidad de manera amena temas que podrían resultar bastante áridos. En el primer ensayo repaso varios mitos griegos cuyos símbolos tienen tanta vigencia en el inconsciente colectivo como para ser los estandartes de las más poderosas corporaciones multinacionales. Nike, Amazon, Hermès, Goodyear y varias más le deben mucho a las diosas