Mayas. El ciclo desconocido. Dino Alreich

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Mayas. El ciclo desconocido - Dino Alreich


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a la mexicana

      Chiapas, México

       Misión Palenque

       1 de Octubre de 2011

       2:30 a.m.

      El Doctor Eugene Smith se mostró muy amable con el señor Burke quien no pudo resistir la oferta de visitar el sitio arqueológico de Palenque. Ambos arribaron en la madrugada en el Aeropuerto Internacional donde fueron conducidos por el equipo del señor Smith para ser llevados al hotel de cinco estrellas Misión Palenque.

      –¡Saludos! –dijo el chofer que aguardaba por el señor Smith–. ¿Cómo estuvo el viaje? –indagó.

      –Todo bien, no hubo inconvenientes. –respondió Smith.

      –Es muy grato verle de nuevo. –dijo el chofer.

      –Encontré una oveja perdida. –dijo jocosamente el señor Smith al chofer pero refiriéndose al señor Burke.

      –¡Que bien! –dijo el chofer.

      –Él es Carlos, y Carlos, él es el señor Jacob Burke. –dijo Smith presentando a ambos.

      –¿Quién es él? –indagó Carlos.

      –Es un fotógrafo religioso que me encontré en el camino. –respondió Smith de forma jocosa. –contestó Smith.

      –Pues creo que lo va a necesitar, ya que hay mucho por descubrir en esta zona. –dijo Carlos.

      –Eso es correcto. –dijo Smith.

      Carlos condujo a ambos al lujoso hotel desde donde partirían posteriormente a visitar el patrimonio cultural, la zona maya donde se encontraban los templos antiguos.

      Los nuevos inquilinos fueron recibidos de forma amable en aquel hotel y se les brindó a cada uno de cómodas habitaciones. Ambos cayeron rendidos de sueño debido al largo viaje.

      12:30 p.m.

      El Doctor Eugene Smith se encontraba preparándose para ir a almorzar cuando sonó su celular.

      –Sí, diga. –contestó Smith.

      –Señor Smith, espero que haya descansado lo suficiente. Le esperaré en el restaurante del hotel para así almorzar juntos. –le respondió Jacob Burke.

      –Me parece bien. En breve estaré allí. –le contestó Smith colgando el teléfono.

      Allí en el restaurante los meseros los atendieron de forma muy amable.

      –Señor Smith, no conozco mucho de comida mexicana. ¿Qué me recomienda? –preguntó Burke.

      –Bueno amigo, aquí hay una variedad de comidas muy sabrosas. Tiene en el menú lo que los mexicanos le llaman el “shote con momo”, esto lo elaboran con caracol de río, y le añaden hoja de yerba santa y masa de nixtamal. Si eres un amante del pescado, puedes probar el pescado sudado. Por otro lado, tienen los tamales chiapanecos y el pato en chilmol. –le recomendó Smith.

      –Se oye delicioso el menú. –comentó Burke.

      –No has escuchado nada todavía. Deja que pruebes el pozole, el mole, los tamales, los tacos y las enchiladas. –le recomendó Smith.

      –Me estás hablando en chino. –reaccionó Burke al no comprender el significado de algunos de los nombres de las comidas.

      –Esos son algunos de los platos de esta región. El pozole es una rica sopa de granos de maíz elaborada de forma muy especial, y le añaden cardo de pollo o de cerdo. El mole es otro plato que contiene carne de pavo o pollo cocido a la cacerola en un rico caldo de gallina y chocolate. Lo sabroso son los condimentos y salsas que les dan ese sabor tan peculiar. –le explicó Smith.

      –Los tamales, ¿de qué están hechos? –indagó Burke.

      –Ah, esos sí que es un plato antiguo de verdad. Se trata de una masa de maíz cocida envuelta en las mismas hojas de la mazorca. Los hacen tanto de maíz, como bijao, aguacate, maguey o plátano. Y así le añaden toda una serie de carnes o vegetales a su gusto. –dijo Smith.

      –El menú me encanta. Yo optaré por el mole esta vez. –dijo Burke.

      –Yo estoy a dieta por lo que sólo probaré el pescado. –eligió Smith.

      –Señor Smith, me llama la atención ese collar que usted trae puesto. –dijo Burke.

      El Señor Burke no le había podido quitar la vista al extraño talismán que aquel hombre llevaba colgado.

      –Ah, sí, es parte de mis descubrimientos y también de mis creencias. Lo encontré en una de mis excavaciones arqueológicas hace ya mucho tiempo. –respondió Smith.

      El extraño artefacto que colgaba del collar era una pequeña representación de una deidad antigua en forma de serpiente.

      –¿De qué se trata? –indagó Burke.

      –Oh, es una serpiente con alas de los mayas. Para mis creencias un objeto muy preciado. Soy de los que creo en las historias, símbolos y enigmas del pasado. –dijo Smith.

      –Interesante, me gustaría tener la oportunidad de dialogar con usted sobre todas estas cosas, un día que no tengamos mucho apuro de su trabajo. –dijo Burke.

      –Me parece bien, pudiera ser entre martes y miércoles. Por lo general, no acostumbro trabajar esos días. –respondió Smith.

      –Acordamos eso, con gusto me sentaré a escucharle. –dijo Burke.

      Aquella tarde el señor Smith pagó la cuenta cortésmente al señor Burke.

       La leyenda es hija adoptiva de la historia.”

      –Enrique Jardiel Poncela

      Capítulo 3

       El enigma de la lápida

      Chiapas, México

       Sitio arqueológico de Palenque

       2 de Octubre de 2011

       9:00 a.m.

      El Doctor Eugene Smith avanzaba más en su paso que Jacob Burke. Smith quiso llevar a su invitado a echarle un vistazo al exterior de algunas de las edificaciones mayas tales como: el Grupo Norte, el

       Templo del Conde, el campo del Juego de Pelota, el Gran Templo, el Palacio, el Templo de la Cruz, el Templo del sol y el Templo de la Cruz Foliácea.

      –A la verdad que estoy sorprendido. –reaccionó Burke luego de dar un paseo general por el lugar–. Esas edificaciones antiguas son muy misteriosas. No sé que pensar. Es como si hubieran hecho uso de una tecnología que nosotros desconocemos cuando las edificaron. Todas las pirámides del mundo siempre arrojan algo de misterio. –comentó.

      –Así es, y eso que no has visto todavía el lugar que ocupa mi trabajo. –dijo Smith.

      –¿A cuál lugar se refiere? –indagó Burke.

      –Me refiero al Templo de las Inscripciones. –contestó Smith.

      –Singular nombre tiene el lugar. –comentó Burke.

      –Ya verás las razones y el significado de su nombre. –dijo Smith.

      El equipo de trabajo se mostró muy amable con el señor Burke, luego que Smith lo presentara como una herramienta útil al conocer su experiencia como fotógrafo. Smith condujo a Burke y al equipo de trabajo hacia la pirámide del Templo de las Inscripciones donde estarían el tiempo necesario explorando aquel lugar.

      –Señores, el nuevo invitado, el señor Burke, tiene mi autorización para tomar cuantas fotos sean necesarias dentro del Templo de las Inscripciones. Su trabajo se incorporará a nuestro proyecto. –les


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