La Pasión de Dios por Su Gloria. John Piper

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La Pasión de Dios por Su Gloria - John  Piper


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cuatro capítulos de mi libro con tal cuidado que me salvó de errores que otros tres lectores no vieron. Carol Steinbach siempre está dispuesta a ayudarme a hacer cada libro tan útil como es posible creando índices.Yo soy un fanático de los índices por una simple razón: quiero saber donde están las cosas que he escrito. ¿Dónde está esa gran cita de Mark Noll? Solo busco Noll en el índice ¡y ya la tengo! Carol y yo asumimos que unos cuantos más desean hacer lo mismo. Por eso el trabajo de hacer un índice. Gracias de nuevo Carol.

      Lo que le debo a Jonathan Edwards es expresado en parte por la existencia de este libro. Mi “encuentro personal” con él ha sido una jornada de treinta años hacia lugares bien elevados. Él pudo no haber sido el pastor ideal puesto que estudiaba mucho y se relacionaba demasiado poco. Pero con todo eso, él ha sido el pastor de muchos pastores hambrientos. Y por esa causa estoy seguro que los descontentos santos de Northampton lo perdonaron hace mucho tiempo atrás.

      Por los mismos treinta años he estado casado contigo Noël. Tú has leído y le has dado forma a cada libro que he escrito. Estoy agradecido por cada una de las diez mil sugerencias que me has hecho—aun las que he declinado. Tú has tenido tu Edwards destilado (seguramente de manera imperfecta) a través de la elaboración teológica de tu esposo. No dudo que bajo la incomparable gracia de Dios, esta sea una razón por la que tenemos una “unión inusual.”

      UN ENCUENTRO

      PERSONAL CON

      JONATHAN EDWARDS

      por John Piper

      Ningún hombre es más relevante para la presente condición del cristianismo que Jonathan Edwards

      DR. MARTYN LLOYD-JONES

      El Experimento Puritano en el Nuevo Mundo

      La Piedad de Edwards continúo basándose en la tradición de los avivamientos, su teología continuó basándose en la academia calvinista, pero no hubo sucesores a su cosmología poseída por Dios o a su filosofía profundamente teológica. La desaparición de la perspectiva de Edwards en la historia del cristianismo en América ha sido una tragedia.

      MARK NOLL

      “La Filosofía Moral de Jonathan Edwards y la Secularización del Pensamiento Cristiano en América” en The Reformed Journal

      Es mi convicción que las oraciones y el trabajo de los que aman y obedecen a Cristo en nuestro mundo pueden prevalecer mientras guarden el mensaje de hombres como Jonathan Edwards.

      CHARLES COLSON

      “Introducción” a Los Afectos Religiosos de Jonathan Edwards

      La felicidad de la criatura consiste en regocijarse en Dios, por lo cual Dios también es magnificado y exaltado.

      JONATHAN EDWARDS

      El Fin Por el Cual Dios Creó el Mundo

      El Fin Por el Cual Dios Creó el Mundo [es]…insuperable en términos de la grandeza de su teología

      DAVID BRAND

      Perfil del Último Puritano

      El Fin Por El Cual

      Dios Creó el Mundo

      ¿Por Qué Publicar

      un Libro Antiguo?

      Un Asunto Personal y Público

      El mensaje de Jonathan Edwards en El Fin Por el Cual Dios Creó el Mundo es un asunto intensamente personal para mí y una palabra de gran significado público. En este libro se despliega una visión de Dios que me ha cautivado por treinta años y ha puesto su sello en cada parte de mi vida y ministerio. Pero más importante que mi experiencia, es el inmenso significado de la visión de Dios de Edwards para un público más amplio en nuestros días.

      SECCIÓN UNO

      Una Tragedia Americana

      Jonathan Edwards es uno de los grandes padres del cristianismo evangélico en América. Pero es una gran tragedia, como Mark Noll observa, que “el énfasis teocéntrico de Edwards haya jugado un asombroso minúsculo papel en la historia de los Protestantes evangélicos.”12 Hay razones para esto. Parcialmente se debe a que nuestra cultura en su totalidad es renuente a esa visión de la vida tan radicalmente centrada en Dios. Noll alega que desde los días de Edwards, 250 años atrás,

      los evangélicos no han reflexionado acerca de la vida desde el fundamento como cristianos porque la cultura en su totalidad ha dejado de hacerlo. La piedad de Edwards continuó basándose en la tradición de los avivamientos, su teología continuó basándose en la academia calvinista, pero no hubo sucesores a su cosmología poseída por Dios o a su filosofía profundamente teológica. La desaparición de la perspectiva de Edwards en la historia del cristianismo en América ha sido una tragedia.13

      Insuperable en su Grandeza Teológica

      Esta es la razón por la que la publicación de El Fin Por el Cual Dios Creó el Mundo es de importancia cultural, religiosa y evangélica. El libro de Edwards (junto con su libro La Verdadera Virtud14), según Noll, es “probablemente el mejor lugar para encontrar tanto la asombrosa visión de la gloria divina como el esfuerzo humano para absorber esa visión.15” Yo estoy de acuerdo.También David Brand lo está en su libro, Perfil del Ultimo Puritano. Refiriéndose a El Fin Por el Cual Dios Creó el Mundo él dice, “es una obra que he llegado a considerar como insuperable en términos de su grandeza teológica.16

      Mi oración es que la iglesia evangélica hoy pueda contemplar con asombro “la asombrosa visión de la gloria divina” declarada con “grandeza teológica” en El Fin Por el Cual Dios Creó el Mundo. Esta es una razón por la que me he dado a la tarea de publicar el libro.

      Difícil y Útil Para los Pragmáticos Impacientes

      Las dificultades que surgen en el camino para ver esta visión son intimidantes pero esperanzadoras. Son intimidantes porque como Noll indica, “el esfuerzo humano que se requiere para adquirir esta visión” es inmenso. El libro es difícil de leer. Era difícil de leer en su propio día,17 y es más difícil hoy. Los americanos, en general, (y los evangélicos difieren muy poco en esto), no son dados a pensar mucho, menos al nivel de pensamiento que Edward demanda de nosotros. Esto es especialmente cierto respecto a la doctrina. Nosotros somos pragmáticos. Demandamos soluciones rápidas. Definimos el éxito en medidas cuantitativas. Tenemos poca paciencia con la precisión doctrinal, y los pastores que estamos infectados con el virus del pragmatismo tendemos a justificar nuestra indiferencia a la doctrina aduciendo que tal reflexión no es lo que la audiencia busca. Además, crea tensión en las relaciones.

      Las recientes protestas18 por el desvío del evangelicalismo hacia un cristianismo pragmático, doctrinalmente vago, dirigido hacia la audiencia y que no cuestiona la cultura son, a mi juicio, validas y necesarias, a pesar de que a nivel académico profesional ha habido notables avances en los últimos cincuenta años.19 En general y en las dominantes fuerzas modeladoras del evangelicalismo, la crítica de Harry Blamires en 1963 es probablemente más verdadera que nunca, “No hay mente cristiana…la mente cristiana ha sucumbido a las corrientes culturales en un grado de debilidad sin comparación en la historia cristiana.”20

      El creciente abandono de la verdad y de los absolutos morales21 en nuestra cultura, mientras la diversidad militante amenaza toda convicción firme, ha influenciado dramáticamente la mentalidad evangélica. Los manipuladores políticos que se especializan en desviar la atención de la verdad hacia los sentimientos, las relaciones y los estilos tienen su contraparte en la tendencia evangélica a evitar las disputas doctrinales describiendo los temas en términos de actitud y método en lugar de la verdad. Los desacuerdos serios se evaden, mientras que con un lenguaje vago y preocupaciones pragmáticas se preserva una unidad superficial a expensas de la sustancia teológica y la claridad y el poder bíblicos.

      Una


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