Ética demostrada según el orden geométrico. Baruj Spinoza
Читать онлайн книгу.no necesito mostrar aquí con cuánta razón es verdadera la afirmación lo que pronto se hace pronto perece, ni tampoco si, con respecto a la totalidad de la naturaleza, todas las cosas son igualmente fáciles o no lo son. Sino que es suficiente con señalar que yo no hablo aquí de las cosas que se hacen en virtud de causas externas, sino solo de las sustancias, que (por la proposición 6) no pueden ser producidas por ninguna causa externa. Pues las cosas que se hacen en virtud de causas externas, ya consten de muchas partes, ya de pocas, deben cuanta perfección o realidad tienen a la virtud de la causa externa y, por tanto, su existencia se origina de la sola perfección de la causa externa, pero no de la suya. Por el contrario, nada de lo que una sustancia tiene de perfección se lo debe a causa externa alguna, por lo que también su existencia debe seguirse de su sola naturaleza, la cual, por tanto, no es ninguna otra cosa que su esencia. La perfección de una cosa, así pues, no suprime su existencia, sino que, por el contrario, la pone. La imperfección, en cambio, la suprime, y por ello no podemos estar más ciertos de la existencia de ninguna cosa que de la existencia del Ente absolutamente infinito o perfecto, esto es, de Dios. Pues como su esencia excluye toda imperfección e implica absolutamente la perfección, suprime por ello mismo toda causa de duda a propósito de su existencia y da de ella una certeza suma. Creo que esto ha de ser claro para quien atienda medianamente. [55]
PROPOSICIÓN 12
No se puede concebir verdaderamente ningún atributo de la sustancia del que se siga que la sustancia puede ser dividida.
DEMOSTRACIÓN
Pues las partes en que la sustancia así concebida se dividiría, o bien retendrían la naturaleza de la sustancia, o bien no. Si lo primero10, entonces (por la proposición 8) cada parte debería ser infinita y (por la proposición 6) causa de sí y (por la proposición 5) constar de un atributo diverso, de manera que a partir de una sustancia podrían constituirse varias, lo cual (por la proposición 6) es absurdo. Añádase a esto que esas partes (por la proposición 2) no tendrían nada en común con su todo y que el todo (por la definición 4 y la proposición 10) podría ser y ser concebido sin sus partes, de lo cual nadie podrá dudar que es absurdo. Mas si se supone lo segundo, a saber, que esas partes no retienen la naturaleza de la sustancia, entonces, como se habría dividido toda la sustancia en partes iguales, esta perdería la naturaleza de sustancia y dejaría de ser, lo cual (por la proposición 7) es absurdo.
PROPOSICIÓN 13
La sustancia absolutamente infinita es indivisible.
DEMOSTRACIÓN
Pues si fuese divisible, las partes en que fuese dividida, o bien retendrían la naturaleza de la sustancia absolutamente infinita, o bien no. Si lo primero, se darían entonces varias sustancias de la misma naturaleza, lo cual (por la proposición 5) es absurdo. Si se supone lo segundo, entonces (como antes) la sustancia absolutamente infinita podría dejar de ser, lo cual (por la proposición 11) es también absurdo.
COROLARIO
De esto se sigue que ninguna sustancia y, en consecuencia, ninguna sustancia corpórea, en tanto que es sustancia, es divisible.
ESCOLIO
Que la sustancia sea indivisible se entiende de manera más sencilla en virtud de esto, de que la naturaleza de la sustancia no puede ser concebida sino como infinita y de que por parte de la sustancia no se puede entender otra cosa sino una sus-[56]tancia finita, lo cual (por la proposición 8) implica una contradicción manifiesta.
PROPOSICIÓN 14
Aparte de Dios, ninguna sustancia puede darse ni ser concebida.
DEMOSTRACIÓN
Como Dios es el Ente absolutamente infinito del que no se puede negar ningún atributo que exprese una esencia de sustancia (por la definición 6) y existe necesariamente (por la proposición 11), si se diese alguna sustancia aparte de Dios debería ser explicada por algún atributo de Dios. Y así, existirían dos sustancias con el mismo atributo, lo cual (por la proposición 5) es absurdo. Así pues, no puede darse ninguna sustancia fuera de Dios ni, en consecuencia, tampoco ser concebida. Pues si pudiese ser concebida debería necesariamente ser concebida como existente, pero esto (por la primera parte de esta demostración) es absurdo. Luego fuera de Dios no puede darse ni ser concebida sustancia alguna. Q. E. D.
COROLARIO I
De aquí se sigue clarísimamente, I. que Dios es único, esto es (por la definición 6), que en la naturaleza no se da sino una sustancia y que esta es absolutamente infinita, como ya indicamos en el escolio de la proposición 10.
COROLARIO II
Se sigue, II. que la cosa extensa y la cosa pensante, o bien son atributos de Dios, o bien (por el axioma 1) afecciones de los atributos de Dios.
PROPOSICIÓN 15
Todo cuanto es, es en Dios, y nada puede ser ni ser concebido sin Dios.
DEMOSTRACIÓN
Aparte de Dios, ni se da ni puede ser concebida ninguna sustancia (por la proposición 14), esto es (por la definición 3), ninguna cosa que es en sí y que es concebida por sí. Mas los modos (por la definición 5) no pueden ser, ni ser concebidos, sin la sustancia, por lo que solo pueden ser en la naturaleza divina y solo por ella pueden ser concebidos. Ahora bien, nada se da aparte de las sustancias y los modos [57] (por el axioma 1). Luego nada puede ser, ni ser concebido, sin Dios. Q. E. D.
ESCOLIO
Los hay que fingen un Dios a la manera de un hombre que consta de mente y de cuerpo y [que está] sometido a las pasiones. Pero cuán lejos vagan de un verdadero conocimiento de Dios es algo que ya consta suficientemente en virtud de las anteriores demostraciones. Mas prescindo de ellos, pues cuantos de alguna manera han considerado la naturaleza divina niegan que Dios sea corpóreo. Lo cual prueban de manera óptima en virtud de que por cuerpo entendemos toda cantidad larga, ancha y profunda, limitada según alguna cierta figura. Nada más absurdo que esto puede ser dicho de Dios, a saber, del ente absolutamente infinito. Sin embargo, al mismo tiempo, con otras razones, con las que se esfuerzan por demostrar esto mismo, muestran claramente que apartan por completo de la naturaleza divina la misma sustancia corpórea o extensa, y sostienen que esta ha sido creada por Dios. Pero ignoran completamente en virtud de qué potencia divina haya podido ser creada, lo que muestra con claridad que no entienden lo que ellos mismos dicen. Yo al menos he demostrado con suficiente claridad, a mi juicio (véanse el corolario de la proposición 6 y el escolio 2 de la proposición 8), que ninguna sustancia puede ser producida ni creada por otra cosa. Además, hemos mostrado en la proposición 14 que aparte de Dios no puede darse ni ser concebida ninguna sustancia, y de aquí11 hemos concluido que la sustancia extensa es uno de los infinitos atributos de Dios. En cualquier caso, para una explicación más completa, refutaré los argumentos de estos adversarios, todos los cuales se reducen a lo siguiente. Primero, a que la sustancia corpórea, en la medida en que es sustancia, consta, según piensan, de partes; por ello niegan que pueda ser infinita y, en consecuencia, que pueda pertenecer a Dios. Y esto lo explican con muchos ejemplos; aduciré alguno que otro. Si la sustancia corpórea, sostienen, es infinita, concíbasela dividida en dos partes. Cada una de esas partes será, o bien finita, o bien infinita. Si lo primero, entonces un infinito se compone de dos partes finitas, lo que es absurdo. Si lo segundo12, entonces