La guerra de tres años. Emilio Rabasa
Читать онлайн книгу.la vida política mexicana se vive una cacofonía de voces, que no de ideas. En el fondo nuestro problema no es sino la incapacidad para lograr consensos.
La teoría adquiere en la práctica matices imprevistos: la parte se convierte en todo. Así, los liberales de El Salado hacen que se cumpla el espíritu de la Guerra de los Tres Años al impedir la celebración de actos de culto externo. Los conservadores, en cambio, ejercen sus creencias auspiciando fiestas religiosas. Un hecho de esta índole origina la acción de la novela. En el fondo Rabasa respeta las ideologías; se burla, eso si, del fanatismo, viniera de donde viniese.
Don Santos Camacho, el jefe político de El Salado, más que liberal es un “bruto”. Los móviles de sus actos responden más que a una ideología, a razones personales de amor u odio. Hernández, el secretario perpetuo de la jefatura, es un acomodaticio, un sinvergüenza. Los Angelitos (los hermanos gemelos Francisco y Juan Ángeles) son, entre los personajes, los únicos sinceros: “adoraban la memoria de Juárez y estaban reñidos con todo orden público vigente”. Los comerciantes del portal viejo, para conciliar sus intereses terrestres y celestiales, cumplen con las autoridades civiles y eclesiásticas.
Destacan tres caracteres femeninos: doña Nazaria, Gilda y Luisa. La primera, por despecho a don Santos, organiza la procesión; su figura de querida en desgracia es uno de los mejores aciertos de Rabasa. Luisa, amante en turno del jefe político, se opone a la marcha por cuestiones de jerarquía amorosa y no por ideas. Gilda, sobrehueso de Nazaria y madre de Luisa, pone en juego la adulación para influir en don Santos a favor de su hija. El padre Diéguez es la víctima del entusiasmo y la ligereza de sus feligreses. El gobernador y la primera dama del estado, calculadores, conciliatorios, son liberales y al mismo tiempo conservadores. Los personajes, todos, cooperan a hacer de esta novela corta una farsa deliciosa.
Es curioso que Rabasa no se preocupara por el futuro de la novela. En 1891 aparece en El Universal. Se recoge en volumen un año después de la muerte del autor. Ello permite suponer que el novelista ya no se interesaba por la literatura, o no consideraba esta obra digna de figurar en su bibliografía. Me inclino por la primera hipótesis. En La guerra de tres años Rabasa ofrece una prueba más, la más económica y perfecta, de su indiscutible talento para contar historias, urdir tramas, crear personajes.
Para mi gusto, Emilio Rabasa es uno de los mejores novelistas mexicanos del siglo xix. Como pocos sabe contar las peripecias de la anécdota; asimismo, sabe explicar con malicia y humor el por qué de las acciones. Sus personajes son sueltos, convincentes, posibles. Su mexicanidad, es decir, su autenticidad, es rotunda. A diferencia de otros autores, su primavera tiene cenzontles y clarines; sus bosques, cedros, caobas y ocotes. Su lenguaje, sin dejar de ser castizo —recuérdese que leía todos los años a Cervantes—, posee un inconfundible sello nacional. Además de todas estas excelencias, sus novelas son imprescindibles para conocer los distintos aspectos de la vida en la segunda mitad de nuestro siglo xix.
Emmanuel Carballo
LA GUERRA DE TRES AÑOS
Конец ознакомительного фрагмента.
Текст предоставлен ООО «ЛитРес».
Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.
Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.