Racing. Jorge Vazquez
Читать онлайн книгу.que volvía a ser el Club Atlético River Plate, que también estaría logrando el récord de obtención del segundo puesto. Con respeto, sin lugar a bromas, continuamos con el objeto de este trabajo que es Racing, destacando la capacidad goleadora y una valla pocas veces vencida. En cada torneo, números más, números menos, producía 5 veces más goles que los que recibía. La cantidad de socios trepaba al número de 1260, todas las curvas eran ascendentes.
Para las efemérides de este año, contamos con el acontecimiento destacado de la finalización de la Primera Guerra Mundial. Allí los grandes perdedores fueron los integrantes de la Triple Alianza, frente a los de la Triple Entente y su principal aliado, Estados Unidos.
Mientras que en nuestro país se produjo la Reforma Universitaria. Fue un punto de inflexión en la historia de la institución académica de enseñanza superior, o también mencionada antiguamente, como la Institución de Altos Estudios. Tan altos que eran pocos los que daban la altura. Digamos que un grupo selecto, una elite.
Dicha reforma cambiaría el escenario, debido a que otorga derechos inclusivos y una relación igualitaria. La Reforma Universitaria fue un movimiento de proyección latinoamericana para democratizar la universidad y otorgarle un carácter científico que se inició con una rebelión estudiantil en Argentina, en la Universidad Nacional de Córdoba. Se extendió entre marzo y octubre de 1918, durante este tiempo se produjeron violentos enfrentamientos entre reformistas y católicos. La Reforma Universitaria da origen a una amplia tendencia del activismo estudiantil. La utopía juvenil de 1918 fue el antecedente del Mayo Francés de 1968, nada menos que 50 años más tarde, donde el lema fue “La imaginación al poder”.
Por lo relatado hasta ahora, queda expuesto que la dinámica social siempre fue muy intensa, de modo que siempre “pasaron cosas”, “hubo tormentas”, el mundo siguió girando y cada persona o grupo responsable se haría cargo de no perder el eje del proyecto trazado.
En relación con la organización del fútbol argentino, otra vez los conflictos internos hacen que se dividan nuevamente, de manera que vuelven los torneos cortos para este año 1919.
Década del 20 – Atletismo, gimnasia
Créditos: Archivo Histórico de Racing Club
A pesar de marchas y contramarchas de la asociación de fútbol, cambios de gobiernos, reformas, crisis, etc., Racing Club vuelve a salir campeón y otra vez invicto.
Se trata de siete campeonatos consecutivos en los que se ha consagrado campeón y en cuatro de ellos invicto. Se convertía en uno de los tres heptacampeones del mundo. Comparte ese récord con el equipo francés Olympique de Lyon y la Juventus de Italia. En nuestro país, es el único con ese récord, en toda la historia del fútbol nacional, hasta la fecha. A lo largo de estos siete torneos, promedió una relación, entre goles a favor y goles en contra, de cuatro o cinco a uno. Esto significaría que, en promedio, hubiera ganado todos los partidos por 4 a 1. Esto último es un dato estadístico representativo, no real. Significa que, si hubo un resultado de 3-1, habría otro de 5-1 que lo compensa, obteniendo como resultado el dato de origen. A lo largo de esta década, o mejor dicho, durante estos siete campeonatos, solo perdió en cinco oportunidades. Una sola vez con cada uno de los cinco equipos de fútbol, que fueron River, Boca, San Isidro, Platense e Independiente.
Atravesando este más que exitoso recorrido de siete años entre 1913 y 1919, la Academia ha participado de otras competencias, con similares resultados. Lo mencionado provocó que la Institución tuviera que agregar permanentemente estantes donde exhibían los trofeos. Nunca más se ha vivido una década similar en la acumulación de copas. Las siete del torneo local más otras ocho hacen un total de 15 trofeos.
Obtuvo cinco Copas Ibarguren, en 1913, 1914, 1916, 1917 y 1918. La Copa Dr. Carlos Ibarguren, también conocida como Campeonato Argentino Copa Dr. Carlos Ibarguren o Campeonato Argentino, fue un torneo oficial del fútbol argentino. Su nombre obedece a que el trofeo fue donado en 1913 por el entonces Ministro de Justicia e Instrucción Pública de la Nación, Carlos Ibarguren.
A comienzos de esta racha de éxito, consiguió la Copa de Honor Cusenier, en la que Racing vence al Nacional de Montevideo de Uruguay por 3 a 2. La Copa de Honor Cusenier fue una competición internacional oficial de fútbol, organizada por la Asociación del Fútbol Argentino y la Asociación Uruguaya de Fútbol. Era disputada entre equipos de la Asociación Argentina, la Liga Rosarina y la Asociación Uruguaya. El torneo enfrentaba en una final al equipo argentino ganador de la Copa de Honor Municipalidad de Buenos Aires y al uruguayo campeón de la Copa de Honor.
Agrega a la vitrina de éxitos dos Copas Aldao, obtenidas en los años 1917 y 1918, siendo el primer campeón de esta competencia. Sí, a riesgo de cansar, en esto también fue primero. El torneo internacional Copa Aldao, también llamada Copa Río de la Plata, o Campeonato Rioplatense, fue una competición de fútbol oficial, con carácter internacional, organizada por la Asociación del Fútbol Argentino y la Asociación Uruguaya de Fútbol, con constancia en los registros anuales de la AFA y AUF. La competencia de este torneo se extendió hasta el año 1957. En 1917 se enfrentó al Nacional de Montevideo en dos partidos. Ida y vuelta. El primero se disputó en Montevideo y terminó empatado en dos goles por equipo. La definición se jugó en Buenos Aires con el equipo local a la altura de las circunstancias, que venció por dos tantos contra uno de los uruguayos. En 1918, en cambio, la final se disputó en un solo partido. Esta vez enfrentó al Peñarol de la misma ciudad, siendo vencedores los de Avellaneda por dos a uno, repitiendo el resultado de la final anterior.
1925 – A cancha llena
Créditos: Archivo Histórico de Racing Club
Durante ese período de gloria, los presidentes de la Institución fueron Luis Carbone, 1911; Arturo Giro, 1912; Leopoldo Siri, 1914; Luis Carbone, 1915; Arturo Giro, 1917; Luis Carbone, 1918; Manuel Vázquez, 1919. Una mención especial para Luis Carbone, jugador de fútbol y recordado dirigente de la Institución, del cual se ha restituido su busto en octubre del año 2015 a la sede de Av. Mitre al 900. De familia de dirigentes, ya que fue el hermano de don Alejandro Carbone, quien había sido considerado el socio número uno, el segundo presidente del Club, sucediendo a Arturo Artola. Sin embargo, Luis fue seis veces presidente. En tres oportunidades, durante la década ganada. En la siguiente década fue dos veces presidente, los dos años que Racing salió campeón, en 1921 y 1925, y su último mandato fue en 1939. Nació el 14 de enero de 1883 y falleció el día de su cumpleaños número 62 el 14 de enero de 1945. Toda una vida dedicada al club, que hoy trasciende en el reconocimiento institucional.
El año 1920 recibe a un conjunto de Avellaneda debilitado. Debido a las lesiones de varios jugadores, este grupo no contaba con sus máximas figuras. Realiza una muy buena campaña, pero no suficiente. El encargado de interrumpir esta racha histórica fue el Club Atlético River Plate. De todos modos, no estuvo lejos, ya que terminó en la segunda posición a cuatro puntos del primero.
Como una fiera liberada, luego de haber estado enjaulada y herida, sale al siguiente torneo a competir con toda energía. Sin dar ventaja ni prácticamente dejar respirar a sus rivales. Recupera la gloria, logrando nuevamente el título del año 1921 y alejándose del que se ubicó en el segundo puesto, a una distancia de 14 puntos. Los jugadores no solo se recuperaron de las lesiones, sino que también hicieron brillar al equipo dentro del campo de juego. Convirtió 71 goles y recibió 15. La relación existente entre los goles convertidos y los recibidos es aproximadamente de 5 veces. Como si ganara los partidos por 5 a 1. Esto representa la eficiencia y eficacia de aquel equipo, tanto en ataque como en defensa.
El éxito futbolístico tracciona al crecimiento social. La cantidad de socios asciende a 1750 en un país cuya cantidad de habitantes es alrededor de 9 millones. Lógicamente, las consecuencias