Una mirada al cultivo de la quinua en el departamento de Boyacá. Ana Cruz Morillo Coronado

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Una mirada al cultivo de la quinua en el departamento de Boyacá - Ana Cruz Morillo Coronado


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quinua, que hacen parte de la colección que tiene la Secretaría de Fomento Agropecuario de Boyacá, y de donaciones por parte de los agricultores del departamento.

      Los autores reconocen todas las contribuciones realizadas por estudiantes, investigadores, a la Secretaría de Fomento Agropecuario - AGROSAVIA, al Patrimonio Autónomo Fondo Nacional de Financiamiento para la Ciencia, la Tecnología y la Innovación Francisco José de Caldas-MinCiencias (Cód.63924) y especialmente, a los quinuocultores quienes, a través de los años, se han venido vinculando activamente a las diferentes actividades propuestas por el Grupo de Investigación, y que nos han permitido el fortalecimiento del conocimiento basado en sus experiencias y hoy, la culminación de este libro.

      CAPÍTULO 1

      Botánica, Origen, Domesticación de la Quinua

      1.1 Origen y evolución

      La quinua (Chenopodium quinoa Willd) es un pseudocereal que se considera como el alimento más completo para los humanos, se cultiva en Suramérica desde Colombia hasta el sur de Chile, sin embargo, la mayor diversidad se encuentra en el área entre Sicuani (Perú) y Potosí (Bolivia), su importancia se debe a la alta calidad nutricional y su capacidad de adaptarse a condiciones edafoclimáticas variables (López & Recalde, 2016; Vargas et al., 2019).

      El origen de la quinua según Wilson (1976), habría ocurrido en el hemisferio norte (México y Estados Unidos). Algunos estudios muestran que Chenopodium berlandieri subsp. nuttalliae fue domesticado en México, el cual sirvió antiguamente como un cultivo para uso de semillas, pero que hoy en día es cultivado por sus hojas e inflorescencias. Con base en investigaciones realizadas en materiales de Chenopodium cultivados C. berlandieri subsp. nuttalliae y C. quinoa, se concluye que estas son especies distintas, pero estrechamente relacionadas (Maughan & Coleman, 2007).

      Otras hipótesis sobre el origen de la quinua, sugieren que esta se habría derivado directamente de algún tipo silvestre de Chenopodium en los Andes (Bhargava & Srivastava, 2013; Allende, 2014), con la participación de dos especies diploides, por lo que la quinua sería un anfidiploide con herencia disómica, siendo los parientes silvestres más cercanos, C. hircinum, C. nuttalliae, C. berlandieri (Ormeño, 2015).

      Estudios recientes y basados en la secuenciación del genoma nuclear de la quinua, sugieren que su domesticación se dio de manera independiente, entre los ecotipos de tierras altas con respecto al ecotipo costero (Estrada, 2019).

      Sin embargo, el origen y el momento exacto de su domesticación, y sus relaciones genómicas entre sus parientes tetraploides (C. hircinum y C. berlandieri) aún no se comprenden completamente. La secuenciación del genoma mitocondrial y cloroplástico reportado en el género Chenopodium, permite inferir que las relaciones filogenéticas entre las especies del género respaldan la hipótesis de que 1) el ancestro del genoma A fue el donante citoplasmático en el evento de tetraploidización original, y 2) las quinuas de las tierras altas y costeras se domesticaron de forma independiente (Maughan et al., 2019).

      Evidencias arqueológicas muestran que el cultivo de la quinua comenzó en Perú hace 7.000 años, en donde se cultivaba en asociación con maíz, mientras que en Chile el cultivo inició hace 5.000, siendo este el alimento más relevante en la cultura Inca, en donde se la denominaba como atacameño dahue. En el lenguaje de los Incas, es llamado chisiya mama, que significa “grano madre”; por su parte, los chibchas en Colombia la denominaban pasca que significa “la olla o comida del padre”; en la Sabana de Bogotá Suba o Supha; en otros países se le han dado varios nombres, de acuerdo a la variedad así: la morada se llamaba cami, la blanca y la más apreciada ppfique, la colorada kana llapi, la amarilla cchusllunca y la silvestre isualla (Mujica et al., 2006; Mujica & Jacobsen, 2006; Allende, 2014; Cárdenas, 2017).

      En Colombia se cree que los chibchas como otras tribus de la meseta Cundiboyacense, cultivaron intensamente la quinua, y que además los antiguos habitantes de Cuyumbe (actuales ruinas de San Agustín, Huila) quienes tenían relaciones con los pobladores de la Sabana de Bogotá, ayudaron a su dispersión, hacia el sur de Colombia y posteriormente esta fue llevada a Ecuador (Tapia et al.,1979).

      La quinua es una especie nativa de la ladera de los Andes, en donde los indígenas de Ecuador, Perú, Bolivia, sur de Colombia, Chile y norte de Argentina, la han utilizado desde tiempos ancestrales, especialmente en aquellas regiones en donde habitaron los Incas, para la elaboración de diversos platos, considerándola el alimento de los dioses. Este pseudocereal con gran valor nutricional, utilizado desde la antigüedad en la alimentación de las poblaciones indígenas, con la colonización española fue perdiendo auge, debido a que los terrenos utilizados para su cultivo fueron destinados para la producción de alimentos con especies propias de los nuevos dueños de las tierras (Cárdenas, 2002). Los conocimientos tradicionales colectivos e integrales de los pueblos indígenas constituyen una parte fundamental de su cultura, representando un valor estratégico para el desarrollo socioeconómico de estos pueblos y una contribución al desarrollo sostenible de los países andinos (Guerrero, 2018).

      En la actualidad la quinua hace parte del paisaje, de la comunidad indígena Yanacona del corregimiento de Guachicono, municipio de la Vega, en el departamento del Cauca, después de la ola de violencia por los cultivos ilícitos como la amapola, aquel se ha convertido en una esperanza para volver a lo lícito, y sembrar una especie con gran potencial de mercado y altamente nutritiva para su consumo. El estudio realizado por Guerrero (2018), en el cual se buscaba evaluar el impacto del cultivo de la quinua como alternativa productiva y socioeconómica para la comunidad indígena Yanacona, menciona que los adultos mayores cuentan que sus abuelos sembraban quinua en los solares de sus casas y le daban diferentes usos, tanto en la parte medicinal como para la alimentación, costumbres que hacen parte de la tradición oral de esta comunidad y que ha contribuido al mantenimiento de la diversidad genética del cultivo (Figura 1). En este sentido, la campaña de la quinua como alimento ancestral de la Región Andina, llamada “Lagrimas del Sol”, especialmente en el departamento del Cauca, está promoviendo la conservación, manejo y uso sostenible de este recurso fitogenético, como una alternativa económicamente sustentable.

      Figura 1. Saberes ancestrales comunidad indígena Yanacona, Valle del Cauca.

      Fuente: (Guerrero, 2018).

      Las investigaciones iniciales sobre la domesticación de Chenopodium, según el registro fósil, buscaban determinar cambios en el tamaño y forma de las semillas, es así como en C. quinoa, se evidenció que el tamaño grande de sus semillas fue un proceso favorecido por la domesticación (Bruno, 2006); en cuanto a la forma, las semillas domesticadas son truncadas, mientras que las silvestres son redondas a biconvexas (Figura 2) (Vásquez & Rosales, 2019). Por otra parte, Wilson (1976), sugirió que los humanos también seleccionaron semillas con testas delgadas, porque tenían una menor latencia y un bajo contenido de saponinas. Aunque esta domesticación del cultivo generó pérdidas a nivel genético, la diversidad fenotípica sigue siendo amplia, y puede ser observada en la diversidad de colores de la planta, la panoja y la semilla, formas de ramificación, de productividad, de resistencia a condiciones ambientales desfavorables y a enfermedades (Fuentes & Bhargava, 2011; Cárdenas, 2017).

      Figura 2. a. Semillas de Chenopodium petiolare “quinua negra”, en vista lateral, mostrando el margen, biconvexidad y la ornamentación de la superficie. b. Semillas de Chenopodium quinoa “quinua blanca”, en vista lateral, mostrando el margen truncado y la ornamentación de la superficie. Capturas con microscopio electrónico de barrido a 100x

      Fuente: (Vasquez & Rosales, 2019).

      Uno de los principales cultivos en la época de la colonia fue el de la quinua, sin embargo, este fue desplazado por los cereales introducidos, como el trigo y la cebada (Laguna, 2002); no es sino desde la segunda mitad de la década del 60, que se inició la revalorización del grano de quinua en los países


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