Este libro tiene el propósito de explicar, sin rehuir el debate, cómo fue posible, en un contexto marcado por la desconfianza hacia las instituciones públicas y de bajo aprecio por la democracia, llevar a buen puerto las elecciones de 2018. Busca documentar, en sus distintos capítulos, que México contaba con un sistema electoral que hacía posible el irrestricto respeto al sufragio además de ofrecer una base de equidad en la contienda para que los comicios fueran tan legales como competidos y genuinos. A gobiernos y oposiciones les conviene por igual que sea a través de comicios organizados con legalidad, imparcialidad e independencia como se siga resolviendo de forma pacífica y transparente quién ocupa cada puesto de gobierno y de representación. Las elecciones y la democracia continúan siendo ese gran invento de la humanidad, único y siempre frágil, para permitir que la disputa por el poder no se dé con violencia ni con saldos de sangre. Las elecciones son esa preciada tabla en el mar bravo de la existencia que nos mantiene a flote como comunidad política civilizada. No podemos darnos el lujo de renunciar a su defensa.