Además del estudio de la psicología analítica en aquello que la caracteriza esencialmente, y de la aplicación a un problema completamente nuevo, no solo en nuestro país sino en el panorama universal, el otro objetivo de esta investigación lo constituye el intento de permitir la emergencia de nuevos contenidos, posibles conexiones simbólicas, relaciones culturales y raíces originarias que se manifiestan en el fenómeno de la violencia, de manera que nos sea posible comenzar a abrir las perspectivas a un problema que retorna entre ciclos cada vez más estrechos de tiempo y en círculos de implicación social y cultural cada vez más amplios, impidiéndonos tomar distancia dado el impacto profundo que cada arremetida produce en los individuos y en nuestra sociedad. Este trabajo nace de la desmesura, de la pasión profunda por la vida que convive con el agotamiento de los símbolos que puedan expresarla. Del exceso de amor y del exceso de violencia, de una polaridad extrema, polaridad misma de la vida ante la cual la conciencia se hace necesaria, si no queremos perecer en ella.