Con razón o sin ella, la prensa está sujeta al escrutinio de la opinión pública y de los actores políticos. Los candidatos y sus voceros la culpan de su poca o nula aceptación de los votantes. ¿Son válidos esos cuestionamientos? ¿Puede o debe un medio de comunicación hacer la tarea que no realizan los dirigentes de una agrupación política —por ejemplo, difundir sus planteamientos programáticos—? ¿Cómo calificar el rol que cumplieron en la justa electoral del 2016? La autora halla dos factores con roles destacados en la construcción de opinión pública: las fuentes consultadas en la búsqueda de información, de reacciones o de contrastar puntos de vista (¿fueron las idóneas?), y las redes sociales como nuevos espacios deliberativos (¿se tuvo en cuenta su impacto?). Esta es una de las primeras investigaciones sobre el tratamiento dado por varios medios de comunicación a la campaña electoral del 2016. Se trabajó un censo de 11 926 unidades informativas (portadas, noticias, crónicas, reportajes, editoriales, artículos de opinión, columnas y espacios de trascendidos) de los diarios El Comercio, Correo, Perú 21 y La República, y sus redes sociales, entre diciembre del 2015 y junio del 2016. Como apoyo para definir el área de estudio, se consideraron los contenidos del semanario Hildebrandt en sus Trece y de los programas de televisión Cuarto Poder (América Televisión), Sin Medias Tintas (Latina) y Ampliación de Noticias (Radio Programas del Perú), así como sus espacios digitales.