A Zoe, Connel Hillier la ponía sencillamente furiosa. Era dominante y demasiado directo, y tal vez, a otras mujeres les fascinara, pero no a ella…¿A quién trataba de engañar? Connel era el prototipo del hombre sexy por excelencia y no podía negar la atracción que había entre ellos por mucho que se empeñara. No podía dominar ni al hombre ni lo que sentía por él. Era demasiado intenso… Y Connel siempre conseguía lo que se proponía.