Santiago López Petit reúne en esta novela su pensamiento filosófico. Un nuevo alumno, I, quiere dejar atrás su pasado e ingresa en la Escuela de la Vida, donde se forman los líderes del futuro. La formación de I se basa en un conjunto de aprendizajes que deben permitirle ser libre, desplegar su creatividad y así poder reinventarse. Sin embargo, I pronto descubre que en la Escuela de la Vida suceden hechos extraños, inexplicables, como si la Vida, que la dirige, escondiera sus verdaderos propósitos. Un enemigo interno, frente al cual falla todo intento de diálogo o de represión, amenaza este mundo. El poder, que se muestra incapaz de ver lo que tiene ante sus ojos, persigue un único objetivo: entender qué pasa en la sociedad con el fin de restaurar el orden. Pero la comprensión del poder no alcanza el subsuelo, de donde brota una extraña alegría.