Los Evangelios sorprenden desde el comienzo por su forma narrativa. Aunque dejan en la sombra muchos pasajes de la biografía de Jesús, a veces informan detalladamente de su vida cotidiana, presentando frecuentemente su enseñanza en forma de alegorías. El inmenso interés del método interpretativo de Omraam Mikhaël Aïvanhov consiste en considerar estos relatos cortos, reales o simbólicos, como datos de situaciones psicológicas. Las diez vírgenes invitadas a las bodas del Esposo, el propietario rico pidiendo cuentas a su administrador, el patrón que va a alquilar obreros para su campo, así como los discípulos aterrorizados por la tempestad despertando a Jesús dormido en la barca, la cuestión del impuesto al César… quedan desprovistos de su carácter eventual y pintoresco, es decir, externo y de limitada proyección, convirtiéndose en realidades constantes de nuestra vida interior en el seno de la cual se enfrentan y se reconcilian las fuerzas antagónicas espirituales y materiales.