"Si hay tantas «verdades» diferentes y contradictorias que circulan por el mundo, es porque ello refleja la deformación del corazón y del intelecto de los humanos. Cuando alguien os dice: «Para mi la verdad es…» se trata de «su» verdad y está verdad habla de su corazón y de su intelecto, que son insuficientes, deformados o, por el contrario, muy elevados. Si la verdad fuese independiente de la actividad del corazón y del intelecto, todo el mundo la hubiera descubierto. Sin embargo, no es éste el caso, lo sabéis bien. Todo el mundo descubre verdades diferentes, salvo aquellos que poseen el verdadero amor y la verdadera sabiduría. Estos han descubierto la misma verdad; por esto, todos ellos, en el fondo, hablan el mismo lenguaje".