Ondas comunitarias que narran la paz en Colombia. Mireya Barón Pulido
Читать онлайн книгу.con las audiencias. Nos referimos a los medios comunitarios, ciudadanos, libres, populares o radicales —por referir solo algunos nombres—, que a lo largo de décadas han demostrado una extraordinaria capacidad para incorporar la participación ciudadana, descentralizar el poder discursivo y trabajar por objetivos de desarrollo y justicia social.
El libro que a continuación presentamos, Ondas comunitarias que narran la paz en Colombia, viene a paliar este déficit, pues con él se ahonda en la caracterización y en el rol de los medios comunitarios, y, en particular, en el proceso de construcción de la paz iniciado en Colombia hace tan solo unos años. Esto se hace en un escenario en el que las radios parecen estar desempeñando un papel destacado, sobre todo en los territorios que más sufrieron la violencia y el conflicto armado, tal como concluye la literatura emergente que hoy se está publicando. Sin embargo, a diferencia de otros trabajos, el presente texto centra su atención en el ámbito de los relatos, las narrativas y las historias de vida que diariamente se transmiten desde estas emisoras, y que son, precisamente, historias de luchas y dificultades, pero también relatos de cooperación, de encuentro con la otredad y de creatividad para la acción social.
Se trata, entonces, de una labor compleja en la que un equipo de investigadores de dos universidades colombianas se acerca al problema desde muy diversas perspectivas teóricas —el periodismo para la paz, la comunicación para el desarrollo y el cambio social, las teorías de opinión pública, etc.—, y con distintos abordajes metodológicos —observación participante, entrevistas, revisión documental, etc.—; aunque el análisis del discurso es aquí la técnica dominante, donde se entiende el discurso, a la manera de Van Dijk, como un instrumento para la acción e intervención social.
En particular, este libro nace de la inventiva del trabajo en equipo de dos grupos de investigación: Comunicación, Paz-Conflicto, de la Facultad de Comunicación Social de la Universidad Santo Tomás (USTA), y Comunicación Estratégica y Creativa, de la Facultad de Sociedad, Cultura y Creatividad de la Institución Universitaria Politécnico Grancolombiano. La cooperación de estos dos grupos de investigación se configura en la hazaña de tejer esta obra cruzando la pasión periodística, la sistematización y legitimación de datos, la aventura del día a día del trabajo de campo en las regiones de Colombia, el enamoramiento de los estudiantes en las diversas etapas de la investigación, y el apoyo de los equipos periodísticos de siete emisoras comunitarias del país.
En el libro, los diversos apartados introductorios conducen poco a poco a la parte más reveladora del texto, que es un complejo análisis de más de 300 intervenciones en radio de los sujetos participantes en las siete emisoras comunitarias seleccionadas en distintos departamentos y regiones del país; una investigación que revela algunas fortalezas, aunque también pone de manifiesto ciertas debilidades en los relatos que estos medios ofrecen sobre el conflicto y la paz.
Entre los aspectos positivos, cabe destacar que la línea editorial de las radios comunitarias está fuertemente guiada por ideales de inclusión, pedagogía para la paz y reconstrucción de las solidaridades cercenadas tras décadas de conflicto armado. Y entre los negativos, encontramos datos que revelan que estas emisoras aún no han conseguido conformar un relato autónomo de cara a fortalecer su relación con las comunidades; por ejemplo, si observamos los géneros que dominan en sus retransmisiones, la noticia leída y tomada de los medios convencionales sobresale por encima de los reportajes o las noticias propias, al igual que los relatos de los periodistas que trabajan en esos medios.
De hecho, dichos relatos se sitúan a demasiada distancia de las historias construidas por los propios vecinos y las comunidades del entorno, y en ellos no se ha conseguido establecer aún una distancia suficiente respecto a fuentes institucionales, sectores públicos y privados, o distintos grupos de presión. En otras palabras, las radios comunitarias siguen, en buena medida, replicando el modelo vertical dominante en los medios convencionales, y es por ello que los investigadores encuentran cierto desfase entre aquello que las radios dicen hacer —incorporar la pluralidad, construir nuevos relatos, recomponer el tejido social, etc.— y aquello que realmente hacen.
Por otra parte, sabemos que la radio comunitaria puede contribuir a aliviar las tensiones y a acercar las posiciones entre los diferentes actores del conflicto armado. En ese sentido, sus relatos ayudan a establecer un diagnóstico de los problemas, pero también sirven para hablar de soluciones y visibilizar las experiencias que ya están avanzando en la construcción de la paz. Así, vemos que las radios comunitarias deben seguir incidiendo en la articulación de una esfera pública crítica e informada. Y esto deriva, no solo de la inclusión de nuevas voces, sino también de dar complejidad a sus relatos y bloquear los imaginarios sensacionalistas, dicotómicos y descontextualizados que prevalecen en los grandes medios.
Teniendo esto en cuenta, los autores y autoras del libro apuestan entonces porque la radio sea capaz de luchar contra la violencia estructural que vive el país, no solo hablando de las tensiones existentes entre los distintos actores —Estado, guerrillas, paramilitares, etc.—, sino, sobre todo, explicitando las causas de las que aún depende el conflicto latente, muy relacionadas con la tenencia de la tierra, la ausencia del Estado en ciertas regiones, o las brechas entre el campo y la ciudad o entre centro y periferias.
Inspirados por la fructífera línea de investigación iniciada hace algunos años por pioneras como Clemencia Rodríguez, Jeanine El’Gazi o Amparo Cadavid, las páginas del libro se mueven en distintas direcciones para abandonar la zona de confort en la que se encuentran estacionados los estudios de comunicación por su olvido de las conexiones con el ámbito de los derechos humanos o los estudios de paz y desarrollo. En este sentido, más allá de los interesantes resultados que arroja el análisis empírico de las escuchas, el libro tiene otros valores. En primer lugar, en el bloque inicial destaca un interesante marco conceptual en el que se aborda el estado de la radio comunitaria en Colombia y el mundo; después, encontramos una reconstrucción de las políticas y regulaciones que afectan al sector; y, al final de este bloque, junto con la segunda parte del libro, vemos un énfasis en la conceptualización de la noción de narrativas y en el análisis de las características básicas del relato noticioso que se ha ido construyendo tras los Acuerdos de paz alcanzados entre el Gobierno colombiano y las Farc a finales de 2016.
Al respecto, destacamos que la firma de los acuerdos en Oslo y La Habana —y su aprobación por el Senado y el poder legislativo tras el fallido referéndum del 2 de octubre de 2016— abrió un interesante escenario para la negociación entre las partes del conflicto; un contexto en el cual desempeñaron un papel fundamental tanto las recomendaciones internacionales como los propios relatos que ofrecieron los medios. En esta línea, el libro no solo da cuenta de las causas estructurales del conflicto, sino que se detiene, sobre todo, en las acciones posacuerdo, indagando en cómo los modelos organizativos, educativos o de sostenibilidad de las emisoras comunitarias pueden llegar a influir en el discurso y las narrativas que finalmente ofrecen.
Más adelante, explorando las muy diferentes aristas de un problema complejo, el tercer bloque del libro se adentra en el periodismo de soluciones para plantear algunas pistas de cara a enriquecer los procesos comunicativos de las radios comunitarias. En particular, se presenta uno de los productos más interesantes que acompañan, e incluso trascienden al volumen. Nos referimos a una página web que recoge algunos de los resultados del estudio y en la cual se sitúan interesantes hallazgos, como la cronología histórica de los medios comunitarios en Colombia y un mapa en el que se ubican las siete emisoras que participaron en el proyecto, además de otros recursos educativos.
En un país acostumbrado a las narrativas dicotómicas de ganadores y perdedores, o los relatos centrados en la violencia física —y no en la violencia estructural y cultural de la que nos advirtiera Galtung en los años sesenta—, los medios masivos han acumulado errores en la cobertura de la paz y de los asuntos relacionados con el cumplimiento o violación de los derechos humanos. A partir de ahí, Ondas comunitarias que narran la paz en Colombia se convierte en un interesante análisis conceptual y empírico de lo que son o deberían ser los relatos que hoy ofrecen las más de 600 emisoras comunitarias censadas en el país.
Desde la línea Narrativas, Representaciones y Tecnologías Mediáticas del Gruplac de la USTA, y desde la línea Ecosistemas Comunicativos