Contarlo para no olvidar. Maruja Torres
Читать онлайн книгу.Primera edición:
septiembre de 2017
Segunda edición:
diciembre de 2017
© de los textos:
Mónica G. Prieto y Maruja Torres
© de las ilustraciones:
Cinta Fosch
© de la presente edición:
Colectivo 5W, S.L.
Coordinación y edición:
Agus Morales y Maribel Izcue
Diseño gráfico: Laura Fabregat
Impresión: Nova Era
Corrección: Arturo Muñoz
ISBN: 978-84-697-5091-9
eISBN: 978-84-123-6231-2
Depósito legal: B-20686-2017
Reservados todos los derechos. No se permite la reproducción total o parcial de esta obra, ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio sin autorización previa y por escrito de los titulares del copyright, Mónica G. Prieto, Maruja Torres, Cinta Fosch y Colectivo 5W. La infracción de dichos derechos puede constituir un delito a la propiedad intelectual, aquí y en todo el planeta.
«El mundo se ha hecho enorme, complejo y al mismo tiempo proclive a las soluciones fáciles y rápidas»
Maruja Torres
«Lo más bonito del periodismo es ser los ojos de los demás»
Mónica G. Prieto
El instinto de la escritura. La responsabilidad de la prensa. Una mirada histórica al mundo árabe. Feminismo y periodismo para contar el mundo. En este diálogo de larga distancia, Maruja Torres (Barcelona, 1943) y Mónica G. Prieto (Badajoz, 1974) recuerdan sus crónicas –sobre cine o sobre Chechenia– y discuten sobre la transformación social y la banalidad.
Voces 5W es una colección de libros editada por Colectivo 5W. Cada obra recoge una conversación que da la vuelta al planeta. El número 1 fue Guerras de ayer y de hoy, de Ramón Lobo y Mikel Ayestaran. El que está en sus manos es el número 2.
Voces 5W
Contarlo para no olvidar
Conversación entre Mónica G. Prieto y Maruja Torres
Ilustraciones de Cinta Fosch
Índice
Como siempre, lo contamos todo con las 5W
Who. Las autoras. Maruja Torres presenta a Mónica G. Prieto y Mónica G. Prieto presenta a Maruja Torres.
What. Escribir y leer. Las primeras crónicas: sobre cine o Chechenia. El instinto de la escritura y el contrato con el lector.
When. Cambios en la prensa. La responsabilidad de los medios, la denuncia, la transformación social… y la banalidad.
Where. ¿Adónde va el mundo árabe? Crónicas desde Beirut. Mirada histórica a la Primavera Árabe: de la ilusión al desencanto.
Why. Soy lo que soy: mujer. El machismo en la redacción y en la calle. Feminismo y periodismo para contar el mundo.
Who.
Maruja Torres (Barcelona, 1943) y Mónica G. Prieto (Badajoz, 1974) se presentan y se definen –una a la otra– en dos perfiles que abren este libro de conversación de larga distancia.
Maruja Torres
Mónica G. Prieto sobre Maruja Torres
Durante mi juventud, cuando buscaba modelos periodísticos de los cuales aprender y en los que reconocerme, Maruja Torres (Barcelona, 1943) era un referente vital. No era una cuestión meramente profesional —pese a que Mujer en guerra era mucho más que un manual lectivo: fue una revelación, como lo había sido El camino más corto, de Manu Leguineche—, sino una inspiración en un sentido mucho más amplio.
Ella era el ejemplo de mujer transgresora, profesional libre y sin complejos, alejada de todo convencionalismo en un mundo dominado por los hombres. Era fácil dejarse fascinar por su determinación: se rebelaba ante una generación que le quedaba desfasada y ante una sociedad que se sacudía la naftalina de la dictadura. Maruja no solo lo hacía con transgresiones dialécticas, sino con transgresiones vitales. Por generación y condición social, esta niña de barrio, carne de calle, podría haber tenido una vida mundana, ordinaria e invisible. Pero los libros le mostraron el mundo y agudizaron una curiosidad casi endémica por lo que pasaba más allá de su habitación, de su casa, de su barrio, de su país. La pasión por saber se sumó a la pasión por narrar, y el periodismo —entonces pujante y emergente, casi experimental en una España que arrastraba décadas de censura— le facilitó la excusa para vivir de su vocación al tiempo que desempeñaba un papel social.
Al principio, entre 1966 y 1976, compaginó el convencionalismo de La Prensa con la