De sombra y terciopelo. Elena Buixaderas
Читать онлайн книгу.[Bordo la luna]
[Noviny, které vytahuji zpod polštáře]
[El periódico que sobresale bajo el cojín]
[Tak dlouho chceš napsat báseň]
[Hace tanto que quieres escribir un poema]
Epílogo de Tereza Riedlbauchová Sobre la antología De sombra y terciopelo
Cada ser humano es un mundo, cada poeta es un mundo. Y cada antología es un intento fallido de unificar estos mundos de acuerdo con unos criterios arbitrarios: edad, nacionalidad, género… Ciertamente parece que debiera haber algún denominador común entre ciertos escritores: contexto histórico o geográfico, idiosincrasia nacional. Puede dar la impresión de que es más fácil comprender a un escritor cuando se tienen ciertas premisas o expectativas y por ello se buscan criterios unificadores. Sin embargo en la poesía contemporánea es una empresa ardua, casi infructuosa.
El objetivo de esta antología (realizada con unos criterios muy concretos de edad, género y producción poética) era resaltar el papel de la mujer en la poesía checa actual. Es posible que no sea realmente necesario hoy en día. Las mujeres ocupan un lugar prominente en la actualidad de la literatura checa y brillan con su luz propia. Pero no ha sido así siempre…
La poesía checa representa un referente bastante desconocido para el lector hispanohablante, salvo poetas excepcionales como Jaroslav Seifert o Vladimír Holan. Por ello es importante destacar que la evolución de la poesía en lengua checa ha estado muy unida al nacionalismo y a la evolución de la propia lengua. Aunque hubo algunos poetas que escribieron en lengua checa durante el periodo barroco, como Bedřich Bridel y Adam Michna de Otradovice, es Karel Hynek Mácha, el poeta considerado como fundador de la poesía checa moderna, con su monumental poema «Mayo» (Máj) publicado en 1836. Desde entonces, la poesía checa atravesó momentos de auge nacionalista a finales del siglo XIX (con nombres como Božena Němcová, Karel Jaromír Erben o Jan Neruda,) y un periodo modernista (Česká Moderna), a caballo del cambio de siglo, donde sus máximos exponentes fueron Jaroslav Vrchlický y Otokar Březina. Es, sin embargo, en el siglo XX cuando la poesía checa vuelve a destacar, después de finalizar la Primera Guerra Mundial, bajo la influencia de las vanguardias francesas, creando su propia versión, el poetismo, un movimiento literario apolítico basado en el optimismo, la alegría y el juego lingüístico, cuyo manifiesto explicaba que la poesía debe ser cotidiana, tratar los asuntos diarios y ser para la gente, para el pueblo, no para las élites. La variante anarquista, fundada por Stanislav Kostka Neumann, tiene también a František Gellner como exponente, pero es el grupo poético de la revista Devětsil el máximo referente de la poesía checa de esta época, con destacados nombres como Vítězslav Nezval y Jaroslav Seifert. La corriente existencialista posterior corrió a cargo de František Halas y František Hrubín, anticipando los horrores de la Segunda Guerra Mundial.
Tras la Segunda Guerra Mundial aparece el Grupo poético del 42, más influenciado por la poesía del mundo anglosajón y con temas dedicados a la ciudad y al progreso industrial. Poetas como Jiří Kolář, Josef Kainar, Jiří Orten e Ivan Blatný son referentes de esta época, en la que de nuevo las mujeres parecen ser inexistentes o ignoradas. El omnipresente Vladimír Holan sigue escribiendo y publicando de los años treinta a los años ochenta, contra viento y marea, desde su retiro en la isla de Kampa, en Praga. Durante los años cincuenta, después de que los comunistas subieran al poder, parte de la producción lírica tiene que someterse al régimen y a la censura. Algunos poetas como Karel Šiktanc y Jiří Šotola son afines al régimen al principio pero después se convierten en autores prohibidos. Durante la época comunista, y especialmente tras la normalización de los años setenta y ochenta, la literatura en oposición al régimen tiene que irse al exilio o publicarse a escondidas, como cuadernillos y fanzines, en ediciones clandestinas llamadas samizdat.
Es difícil encontrar voces femeninas en el desarrollo de la poesía checa desde el mencionado Karel Hynek Mácha hasta bien entrados los años sesenta del siglo XX. Las pocas que había permanecieron siempre escondidas y los historiadores literarios han minimizado su presencia. Exceptuando a Božena Němcová (Viena, 1820-Praga, 1862), fundamentalmente conocida como prosista con su novela La abuela (Babička) aunque comenzara publicando poemas en revistas literarias de la época, parece que no hay otras poetas mujeres en el siglo XIX. Por ejemplo, una de las pioneras de la lírica checa, Eliška Krásnohorská (Praga, 1847-1926), famosa libretista de ópera, traductora y poeta, casi nunca es mencionada entre otros nombres de