Prietas las filas. José Ignacio Cruz Orozco
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LAS FALANGES JUVENILES DE FRANCO
PRIETAS LAS FILAS
LAS FALANGES JUVENILES DE FRANCO
José Ignacio Cruz
UNIVERSITAT DE VALÈNCIA
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© De los textos, el autor, 2012
© De esta edición: Publicacions de la Universitat de València, 2012
Publicacions de la Universitat de València
Ilustración de la cubierta: Campamentos de las Falanges Juveniles, 1951
Diseño de la cubierta: Celso Hernández de la Figuera
Fotocomposición, maquetación y corrección: Communico, C.B.
ISBN: 978-84-370-9218-8
ÍNDICE
EL BALUARTE MÁS SÓLIDO DE LA REVOLUCIÓN
Movilización
Sin retirada posible
¡Franco! ¡Franco! ¡Franco!
El estilo falangista
Estilo, exigencia y autoridad
Directo, ardiente y combativo
LOS CAMINOS ABIERTOS ESTÁN
Encuadramiento y actividades
La autodirección y los mandos menores
Cursos y campamentos
Algunos problemas
Campañas de agitación y apostolado falangista
Las marchas por etapas
Afloran las contradicciones
EL FINAL DE LAS FALANGES JUVENILES DE FRANCO
La documentación
El contexto político
Contra el elitismo
La alternativa
Despolitización y desmovilización
Resistencias y apoyos
INTRODUCCIÓN
El Frente de Juventudes fue el principal instrumento de actuación de la política de juventud del franquismo. Estuvo en activo desde su creación en los primeros días de diciembre de 1940 hasta su desmantelamiento en el otoño de 1977, cuando comenzaba a discutirse en las Cortes el proyecto de constitución democrática que se aprobó por referéndum el 6 de diciembre de 1978, curiosamente el mismo día que, treinta y ocho años antes, se había aprobado la ley fundacional del Frente de Juventudes. Es por ello que el influjo de esa plataforma política en la juventud española no puede ser negado. De muy diversas maneras –con intervenciones en todos los niveles del sistema educativo a través de las asignaturas de Formación del Espíritu Nacional y de Educación Física, por medio del deporte escolar o a través de las actividades de la propia organización juvenil gubernamental– sus iniciativas llegaron a todos los rincones y fueron muy escasos los jóvenes que escaparon de su influencia. Pero, pese a que sus iniciativas estuvieron vigentes durante casi cuatro décadas y que su objetivo principal fue nada menos que la socialización política de toda la juventud española, el Frente de Juventudes ha sido escasamente estudiado.
Teniendo en cuenta las anteriores premisas, hace algo más de una década, en 2001, publiqué una primera aproximación a esta temática bajo el título El yunque azul. Frente de Juventudes y sistema educativo. Razones de un fracaso.1 El texto se centraba fundamentalmente en las iniciativas de esa organización directamente relacionadas con el sistema educativo. Una vez adentrado en esa temática, constaté que sería interesante continuar analizando y estudiando otros aspectos de la política de juventud del franquismo. De entre todas las posibilidades que se me presentaban, una resultaba especialmente atractiva. Se trataba de otro de sus grandes ámbitos de actuación, el relacionado con la organización política juvenil directamente vinculada al régimen, la cual estaba llamada a formar los futuros cuadros del franquismo. Esta se estructuró en 1942, aunque hubo destacados antecedentes, y se denominó Falanges Juveniles de Franco. La organización estuvo en funcionamiento hasta 1960 en que fue sustituida por la Organización Juvenil Española (OJE), que aún hoy en día, trasformada en una entidad juvenil más –sin los vínculos directos que la relacionaban con la Administración como ocurría anteriormente– se encuentra presente en la realidad asociativa de los jóvenes de nuestro país.
Una vez delimitado el objeto de estudio en el que se centra este trabajo y las razones que me han llevado a ello, debo señalar algunas cuestiones especialmente significativas, al menos en mi opinión, en cuanto al tratamiento que he seguido. Realizar esta investigación sobre las Falanges Juveniles de Franco ha sido un reto especialmente interesante, pero también bastante complicado. En primer término debo situar la cuestión ideológica. Resulta difícil –quizá el término imposible sería más adecuado– aproximarse al análisis de una realidad tan marcada políticamente, pretendiendo situarse por encima de los prejuicios y apriorismos que genera su ideario. Es más que evidente que en todo lo relacionado con cualquier tipo de estudio o análisis de lo que fueron las Falanges Juveniles de Franco, los planteamientos ideológicos del especialista juegan su papel.
Una muestra especialmente significativa de lo anterior, y por partida doble, la encontramos en un texto publicado en 2002. El autor, Antonio Alcoba, señala desde el inicio que el objetivo de esa monografía es, por encima de cualquier otra consideración, la reivindicación de lo que fue el Frente de Juventudes como expresión de la política de juventud del franquismo y, dentro de esta parcela, del papel especialmente destacado que desempeñaron las Falanges Juveniles de Franco. El autor llega a señalar textualmente que su meta no es otra que: «salir al paso de tanta calumnia vertida en pseudoinvestigaciones».2
Ahora bien, este