Memorias de posguerra. Garcia Manuel Emídio

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Memorias de posguerra - Garcia Manuel Emídio


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También coincidí con Robert Capa. Vivíamos en un Hotel Gran Vía. Capa me traía papel fotográfico de París.

      P.: Usted estuvo en la Batalla de Teruel.

      P.: Estuvo usted en Valencia.

      R.: Sí, pasé unos meses.

      P.: ¿Qué militares conoció?

      R.: Conocí a Lukacs y Regler.

      P.: En que lugares hizo usted fotos.

      R.: Por todos los frentes. Hice fotos de Hans Beimmler. Hice fotos para la Agencia Black Star de New York y de London.

      P.: ¿Conoció a los Mayo?

      R.: Fui amigo de Francisco y Faustino.

      P.: Qué ocurrió al finalizar la guerra civil española.

      R.: Me fui a Francia. Estuve detenido hasta que me escapé y fui a Perpignan a encontrar a un periodista inglés amigo mío quien me dio un dinero que le había prestado. Allí tomé un tren hasta París donde encontré a mi mujer y mi hijo. Y vivimos en distintos hoteles, sin papeles, hasta que estalló la guerra europea. Al comenzar la guerra, en Septiembre de 1939, me presenté a las fuerzas militares francesas para luchar contra Alemania. ¡Fíjese usted qué contradicción! Un alemán en París que quería luchar contra Alemania. Conservo el documento. En Orleans estuve detenido en un campo de concentración. Pedí un permiso para salir unos días. Sí conseguí un documento que estaba en Francia. Por entonces estábamos a menos de 100 kilómetros del frente alemán. De allí nos llevaron cerca de Nîmes. En 1940 los alemanes ya estaban en toda Francia. Perseguían con crudeza a los judíos. Me escapé y me fui a Marsella. Allí me alisté en la resistencia francesa. De allí conseguí irme a Casablanca.

      P.: ¿Qué hacia usted en Casablanca?

      R.: Allí anduve libre un tiempo hasta que me detuvieron e internaron de nuevo en un campo de concentración francés. Allí conocí a un judío que logró escaparse. De allí nos llevaron detenidos y amarrados con cadenas a un tren hasta Sidi-Bel-Abbes (Argelia), el Centro de la Legión Extranjera. Y desde allí al Sáhara donde estuve varios años trabajando en el ferrocarril.

      P.: Allí habían españoles.

      R.: Sí habían españoles y legionarios extranjeros. Estuve un par de años haciendo trabajos forzados.

      P.: ¿Cómo salió de ese campo?

      R.: Fue hacia 1942 que llegaron varios militares en jeep solicitando la colaboración nuestra para regresar a Alemania. Pidieron que levantaran la mano quienes quisieran regresar a la patria. Éramos más de 120 detenidos. Pero nadie aceptó la invitación. Luego dijeron: ¡Que los judíos den tres pasos adelante! Y los tres alemanes rubios dimos el paso adelante.

      P.: ¿Usted militó en algún partido político?

      R.: No, nunca.

      P.: Qué fotógrafos le interesaban entonces.

      P.: ¿Qué géneros fotográficos desarrolló en su obra?

      R.: Principalmente reportajes. También hice retratos de encargo. Me interesaba la vida de los indígenas, la danza moderna, la arquitectura moderna. También hice cine.

      P.: En los años 50 usted hace un proyecto cinematográfico con Casasola.

      R.: Así fue. En los años 50 fui a Veracruz y le propuse hacer cine. Enrique Casasola me preguntó:

       —¿Pero tú sabes filmar?

      Yo le respondí:

       —¿Con quién crees que estás hablando?

      La verdad es que había hecho algunos documentales en España, en los años treinta. Recuerdo que filmé varias corridas de toros de Manolete, Procura, Severio, etc. No era aficionado a los toros pero era un trabajo. Luego al llegar a México volví a filmar para la Comisión del Papaloapan y para Juan Rulfo. Sobre todo la danza de los mijes en Oaxaca. En serio empecé a filmar en los años cincuenta.

      P.: ¿Cómo consiguió su primera cámara de filmar?

      R.: Gracias a un préstamo de Gutierre Tibón. Compré una cámara de 35 milímetros. Con dos caballos y un ayudante hice un documental en Temascal, en el Río Tonto, afluente del río Papaloapan, en el Estado de Veracruz. En un mes hice el documental de la presa que iban a construir en esa región fronteriza entre Oaxaca y Veracruz. Para ser el primer documental no estaba mal del todo. Este documental ganó la Espiga de Plata del Festival de Cine de Roma.

      P.: ¿Hizo más documentales?

      R.: Sí, hice otro sobre la tierra del chicle. Financiado por una compañía. Luego hice el documental Raíces (1950) para Manuel Barbachano. Este ganó un premio en el Festival de Cannes.

      Entrevista realizada en la ciudad de México el 15 de octubre de 1996.