Carnaval y fiesta republicana en el Caribe colombiano. Alberto Abello Vives
Читать онлайн книгу.Roger Pita, “Censuras y juegos de albur en el Nuevo Reino de Granada, siglo XVIII”. Boletín de Historia e Antigüedades 101, n.o 858 (2014): 115-142.
13 AGN, sección Colonia, fondo Policía, t. 47, d. 4, 1808, ff. 33-43.
14 Un ejemplo de las medidas tomadas desde la metrópoli para poner freno al mestizaje en los territorios americanos es el de la Pragmática Sanción de 1776, expedida durante el reinado de Carlos III, por medio de la cual se reglamentaba la celebración de los matrimonios. En este sentido, la Real Pragmática establecía que para que un menor de edad o hijo de familia pudiera contraer matrimonio debía contar con la aprobación de sus padres. Con esta disposición se pretendía que los progenitores, preocupados por la pureza de su linaje y la integridad de sus fortunas, determinaran el tipo de unión más conveniente para sus hijos y así evitar el creciente número de uniones entre personas de distintas “calidades”. Un balance del impacto de las reformas borbónicas (1769-1808) en relación con la regulación de la legitimidad, el matrimonio y la vida privada en general puede encontrarse en la introducción del libro de Ann Twinam, Vidas públicas, secretos privados: Género, honor, sexualidad e ilegitimidad en la Hispanoamérica colonial (Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica, 2009).
15 Jaime Jaramillo, “Mestizaje y diferenciación social en el Nuevo Reino de Granada”. Anuario colombiano de historia social y de la cultura, n.o 3 (1965): 21-48.
16 Marialba Pastor, Cuerpos sociales, cuerpos sacrificiales (Ciudad de México: Fondo de Cultura Económica, 2004).
17 Adolfo Meisel y María Aguilera, Tres siglos de historia demográfica de Cartagena de Indias (Cartagena: Banco de la República, 2009).
18 Archivo Histórico Nacional de Madrid, Códices, leg. 689, Cedulario de Indias, volumen vi, f. 143r; Archivo Histórico Nacional de Madrid, Códices, leg.742, exp. 82, “Diccionario de gobierno y legislación de Indias. N.”.
19 AGN, sección Colonia, fondo Milicias y Marina, leg. 64, doc. 32, ff. 261r-266v.
20 Rafael Díaz, “¿Es posible la libertad en la esclavitud? A propósito de la tensión entre la libertad y la esclavitud en la Nueva Granada”. Historia crítica, n.o 24 (2002): 67-77; Carlos Valencia Villa, Alma en boca y huesos en costal: Una aproximación a los contrastes socio-económicos de la esclavitud. Santafé, Mariquita y Mompox 1610-1660 (Bogotá: ICANH, 2003); Maribel Arrelucea, Replanteando la esclavitud: Estudios de etnicidad y género en Lima borbónica (Lima: Centro de Desarrollo Étnico y Centro Cultural España, 2009); María E. Velásquez y Carolina González (coords.), Mujeres africanas y afrodescendientes: Experiencias de esclavitud y libertad en América Latina y África. Siglos XVI a XIX (Ciudad de México: INAH y Secretaría de Cultura, 2016).
21 De acuerdo con Steinar A. Saether las regulaciones matrimoniales y los esfuerzos por acabar con los matrimonios interraciales durante la segunda mitad del siglo XVIII no obedecían, como suele pensarse, a una legislación reaccionaria contraria a toda iniciativa de renovación. Por el contrario, estas deben entenderse dentro del marco de una serie de medidas orientadas a fortalecer los lazos de fidelidad entre los vasallos y el monarca, las autoridades y los súbditos, los padres y sus hijos. Adicionalmente, Saether señala que este tipo de medidas no solo tuvieron eco en España y sus territorios ultramarinos sino también en muchas de las sociedades católicas del Antiguo Régimen. Véase Steinar Saether, “Bourbon Absolutism and Marriage Reform in Late Colonial Spanish America”. The Americas 59, n.o 4 (2003): 475-509.
22 En 1761, en Cartagena se publicó el bando emitido en ese año por el virrey Pedro Mesía de la Cerda para controlar los juegos prohibidos de los dados y otros (AGN, sección Colonia, fondo Virreyes, t. 9, d. 15, 1761, ff. 136-154). En 1784 se expidió un bando de buen gobierno para la ciudad que intentó reglamentar los juegos y las carnestolendas (AGN, sección Colonia, fondo Milicias y Marina, t. 130, d. 61, 1784, ff. 228-258). De ese año es la negativa del gobernador para que se gravaran los juegos prohibidos que se realizaban durante las fiestas de la Virgen de la Candelaria (AGN, sección Colonia, fondo Milicias y Marina, t. 128, d. 128, 1784, f. 519). Cinco años después, en 1789, otro gobernador de la ciudad emitió otro bando que recogía las normas de 1784 sobre juegos y carnestolendas; véase “El deber de vivir ordenadamente para obedecer al rey [1789]”. Anuario colombiano de historia social y de la cultura, n.o 20 (1992): 111-112, 125, 109-131.
23 AGN, sección Colonia, fondo Policía, t. 47, d. 4. 1808, ff. 33-34.
24 Ese año, la Cuaresma iniciaba el Miércoles de Ceniza, el 17 de febrero. Durante los cuatro días anteriores se celebraba el carnaval, el “sábado de carnaval” cayó el día 13, lo que significa que entre el día de la Virgen y el sábado de carnaval solo hubo ocho días (sin contar sábados y domingos como era la costumbre); de ahí el interés en prolongar las primeras hasta el carnaval.
25 AGN, sección Colonia, fondo Policía, t. 47, d. 4. 1808, f. 36.
26 AGN, sección Colonia, fondo Policía, t. 4, d. 4, 1808, f. 16, y fondo Miscelánea, t. 10, d. 32, 1808, ff. 839-840.
27 Pita, “Censuras y juegos de albur”, 138-139.
28 Pilar Gonzalbo, “De la penuria y el lujo en la Nueva España: Siglos XVI-XVIII”. Revista de Indias lvi, n.o 206 (1996): 49-76.
29 AGN, sección Colonia, fondo Policía, t. 1793, ff. 837-838; t. 2, d. 24, 1792, ff. 461-466.
30 AGN, sección Colonia, fondo Policía, t. 1793, ff. 839-840.
31 Aline Helg, “Sociedad y raza en Cartagena a fines del siglo XVIII”, en Cartagena de Indias en el siglo XVIII, compilado por Adolfo Meisel y Haroldo Calvo (Bogotá: Banco de la República, 2005), 319-364.
32 Sergio Solano y Roicer Flórez, “Artilleros pardos y morenos artistas: Artesanos, raza, milicias y reconocimiento social en el Nuevo Reino de Granada, 1770-1812”. Historia crítica, n.o 48 (2012): 11-37.
33 Adolfo González, “La música del Caribe colombiano durante la guerra de la independencia y comienzos de la república”, Historia crítica, n.o 4 (1990): 85-112. González, “La música del Caribe”, 98.
34 Ibid., 87.