Piratas de todos los tiempos. Víctor San Juan
Читать онлайн книгу.PIRATAS DE TODOS LOS TIEMPOS
Víctor San Juan
ISBN: 978-84-15930-09-9
© Víctor San Juan, 2013
© Punto de Vista Editores, 2013
http://puntodevistaeditores.com/
Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley.
Índice
Primera mitad del siglo XVI. Los corsarios berberiscos
Segunda mitad del siglo XVI. Ingleses y franceses encuentran el filón de la piratería americana
Siglo XVII. El gran siglo de la piratería
Siglo XVIII. Piratas bajo pabellón negro
Siglo XIX. Limpiando los últimos reductos piratas
El siglo XX. La guerra del corso en la Primera y Segunda Guerra Mundial y la Guerra Civil española. Secuestros de transatlánticos
El siglo XXI. La piratería moderna. Yates y piratería. Expolio de tesoros hundidos. Los piratas actuales
Bibliografía y fuentes
El autor
Víctor San Juan es escritor, ingeniero y navegante. Nacido en 1963, cursó estudios de Ingeniero Técnico de Obras Públicas en la Universidad Politécnica de Madrid. Es diplomado en sistemas de calidad ISO 9.000, y posee títulos de patrón de yate y capitán de yate. Es, asimismo, uno de los pocos navegantes españoles que cuenta con victorias en regatas de barcos de vela en circuito y pruebas costeras, de media distancia (Dénia-Andraixt 2007) y raids oceánicos de larga duración (regata Ceuta-Horta, Azores), como piloto y navegante del yate Baraka Mar, de Clemente Guijarro.
Literariamente tiene casi una veintena de escritos y nueve obras publicadas, en las que combina las novelas históricas y de ficción con los estudios de investigación de tema marítimo. Ha ganado dos veces el premio Nostromo de Literatura Naútica, la primera en 2001 con Pequeño Escota, novela acerca de los últimos veleros comerciales españoles, los pailebotes levantinos y murcianos, y en 2011 con Indiamen, ambas publicadas por Juventud. Su novela Soy capitán (Noray, 2003) cuenta con amplia aceptación entre los lectores de tema naútico. Con ocasión del Bicentenario de la Batalla de Trafalgar (2005) recibió la Medalla de la Fundación Letras de la Mar por el estudio Trafalgar, tres armadas en combate (Sílex, 2005) y la novela Memorias de Trafalgar (Noray, 2005). Posteriormente, otro estudio sobre un episodio prácticamente desconocido de la historia naval española, La batalla naval de Las Dunas (Sílex, 2007) ha convertido este texto en referencia ineludible sobre la marina de la época de los Austrias. En 2009 su novela Viejo Roble es finalista del Premio Nostromo de ese año; otra novela, La carrera del té, se publica al año siguiente. En 2010 apareció tambien Las notas del argonauta, y en 2012 Barcos desaparecidos y su misterio, que genera gran espectación. Asimismo, publica con asiduidad artículos y colaboraciones en periódicos y revistas como la Revista General de Marina, Revista de Humanidades, suplemento naútico del diario El Mundo, etc.
Navega a vela desde los 12 años, con un largo período de aprendizaje en vela ligera y clases olímpicas hasta los 18 años; luego pasa al crucero costero, de altura, y, finalmente, navegación oceánica. Ha sido capitán (skipper) de tres embarcaciones, y realizado otras tantas travesías transatlánticas, la regata Cádiz-La Habana 2001 abordo del Virgen del Cobre de Jose Pedro Santamaría, una travesía de retorno Santo Domingo-Bermudas-Azores-Estepona en 2002, y, por último, la regata Ceuta-Azores 2007, de la que resultó ganador con Baraka Mar. También ha navegado en el Mar Egeo, Túnez, Cerdeña, Sicilia, Galicia, Baleares y un largo etcétera; desde 2006 gestiona la campaña del velero de competición Pequeño Escota, habiendo realizado hasta el momento casi 100 regatas y más de medio centenar de trofeos y campeonatos. Dentro del calendario nacional de alto nivel, ha participado en 6 Rutas de La Sal, 3 regatas Peñón de Ifach Calpe-Formentera, la Cartagena-Melilla 2006 y la Dénia-Andraixt 2007. Ha sido vocal de la Federación Madrileña de Vela, y comodoro del Club Naútico Albalá (Madrid) y el Club Naútico de Oliva (Valencia).
Su e-mail es [email protected]
Puedes escuchar sus últimas entrevistas en Onda Cero, programa Te doy mi palabra de Isabel Gemio o en Radio Euskadi, con Roge Blasco o Begoña Yebra.
Para mi hermana Mariángeles que siempre estará con nosotros
Introducción
De los asaltos vikingos y las invasiones normandas, al asesinato del número uno de la navegación a vela, sir Peter Blake, por piratas del Amazonas; de los reyes piratas medievales aragoneses, al secuestro de modernos transatlánticos por filibusteros con motivos políticos; de los corsarios alemanes de la Primera y Segunda Guerra Mundial, a la epopeya marítima de Cristóbal Colón en unos mares dominados por los piratas; de los terribles corsarios berberiscos y argelinos –Barbarroja, Dragut, Aydin, Euldj Alí y Murad, los cuales, a pesar de holocausto de Lepanto, aún representan el horror de pasadas generaciones– hasta los legendarios piratas del siglo XVIII, Barbanegra, Calico Jack, Thomas Tew, Henry Every y el desventurado capitán Kidd; de los piratas de tiempos de paz que asolaron el incipiente Imperio americano (Drake, Hawkins, Cavendish y Frobisher), a los de los tiempos de las guerras de Flandes, que constituyeron el brazo armado marítimo de Holanda (Piet Heyn, Oliver Van Noort, Van Spielbergen, Cornelius Jol Pata de Palo, y Balduino Enrique), incluyendo a los protagonistas de la época dorada de la piratería, el siglo XVII (Edward Mansvelt, Jean David Nau El Olonés, Henry Morgan, Laurent De Graaf Lorencillo y Granmont), todo, en suma, conforma una larguísima crónica de piratas tan extensa como la de la propia humanidad. Escribir sobre piratería lo es sobre la propia historia del mundo, y, en concreto, sobre la historia de la navegación.
Los anteriores son personajes teóricamente conocidos, mas pocas veces contemplados en su conjunto, y, por lo tanto, valorados desde ópticas limitadas y criterios deformados por las versiones épicas del cine y la literatura. Todo el mundo ha oído hablar de Morgan o de Drake, incluso de Long John Silver o de Jack Sparrow –que nunca existieron–, pero pocos conocen hechos singulares como que Venecia actuó como estado pirata saqueando Constantinopla en 1204; que un rey de Aragón, Alfonso el Magnánimo, disponía de flota propia, y que llegaba al extremo de atacar enclaves de su propio reino para someterlos; que Colón pudo ser pirata, y que, de hecho, colaboró y contó con ellos para realizar el Descubrimiento; que el célebre Walter Raleigh, amante de la reina Isabel, apenas navegó en sus barcos, limitándose a financiar y supervisar expediciones; y que España no siempre fue la víctima, pues utilizó el corso y la piratería como arma de guerra contra Holanda, devolviendo así la pelota, y especializándose en el particular los barcos flamencos con base en el puerto belga –entonces español– de Dunquerke. Con ocasión de la Revolución de 1868, la Gloriosa, y consecuencia de los desórdenes y descomposición resultante, barcos de la Armada Española con base en Cartagena practicaron la piratería; también es del todo desconocido que, entre uno de los corsarios disfrazados del siglo XX, hubo uno español; y, sobre todo,