Llueve en junio. Abisaí Benítez Galeana

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Llueve en junio - Abisaí Benítez Galeana


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target="_blank" rel="nofollow" href="#uf7380045-58b5-5bf4-889e-98d7db50d74e">Conversaciones con la ventana

       Olvidé el termo de café

       Darío

       La tarde

       Doña Leonor

       La hija del bolillero

       El niño de la bicicleta

       Los autos que pasaban

       Jazmín

Verso

      VENDO MIS VÍSCERAS

      Vendo mis vísceras

      que escurren en la noche

      en la que leo a Huidobro.

      También vendo otoños,

      Lunas llenas

      Vacías,

      Menguantes

      y voces apagadas.

      Mis vísceras no se venden

      Se vendan.

      Los otoños se caen,

      las lunas se desgajan

      con los conejos dentro.

      Y a la mañana pregunto

      ¿Cuánto tiempo cuesta, corazón,

      dejar las luces aplacadas?

      ME HICE UN ABRIGO

      Me hice un abrigo

      con las hojas amarillas del almendro,

      para correr

      entre la niebla del camino.

      Después,

      me despojaré, una a una.

      Y convertido en tierra

      volveré, junto al viento,

      a meterme en tu piel oscura.

      Entonces

      Hecho polvo

      Habré vencido

      Cualquier intento de tocarte

      Cual ocaso en la llanura.

      MARTES EN LA MAÑANA

      Las moscas me han hurgado la basura

      La basura me hurgó la mañana

      Una mañana bucle

      Que tirita en el reloj:

      Hoy

      Mañana

      Pasado.

      Despertar resulta fácil

      Levantar un cuerpo de piezas trozos

      ¿Qué decir?

      Vestirme con mis manos agua

      Mirarte en mi cuerpo

      El espejo se escuece entre las sombras.

      Gira el bucle:

      Abre las ventanas

      Fija la puerta

      Bebe agua

      Café

      Imaginaciones

      Olvidé apagar el ventilador

      Y besarte aquel día de lluvia.

      Hoy:

      Las moscas hurgan

      La basura huele

      El reloj que repite,

      Armar un cuerpo

      Un despertar cíclico de martes.

      Mientras tanto que resbalen las sombras

      Moriré, hirviéndome la piel

      No apagué el ventilador,

      Lo olvidé.

      HAY MAR DONDE UNO VAYA

      Besos que se rompen

      en la noche que amarillece

      Me puse unos zapatos para no volver,

      Y no volver.

      Me fui

      pero, te traje entre mis cabellos

      Perseguirte para no seguir

      te vas,

      no estás y estás.

      Litorales nuevos

      Hay mar donde uno vaya,

      deja abierta esa puerta

      Recogeré un trozo de luz

      para mis auroras.

      TE ESPERO SENTADO EN LA JARDINERA

      DE LA HIERBABUENA

      Te espero sentado en la jardinera de la hierbabuena

      viendo la tarde arribar, luz sagrada que se acaba

      Te espero con un trompo

      Una cuerda

      Y un sonar de llantas oxidadas,

      vieja bicicleta.

      Te espero sentado en la jardinera de la hierbabuena

      Mamá no pierde la novela

      El abuelo ronca en la mecedora

      Huele de noche y el último bus cruzó.

      Te espero con mis manos en el rostro

      Los pies descalzos

      Y arrancando algunas hojas de la hierbabuena.

      DESCOMPOSICIÓN DE UN CUERPO ESCUÁLIDO

      Supliqué que me arrancaras todos los órganos

      Cómete mi piel, enrédate

      Succiona mi sangre, enrédate

      Enrédate, que mi vida te pertenece.

      Mastica mis tendones y cuélgalos a los tuyos

      Rómpeme los huesos, cuéntalos

      Incrústalos a tu carne negra, cuéntalos

      Que de mí no exista algo

      Sáciate.

      Huesos

      Tendones

      Sangre

      Venas

      Médula ósea

      Masa encefálica

      Las corneas y pupilas

      Así, viviremos juntos

      Así,


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