Una chica buena. Быков Владимирович Алексей

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Una chica buena - Быков Владимирович Алексей


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menos que ciento cincuenta años, la gente va a vivir así. Un organismo es la sistema biológica complicada que puede recuperar por su misma. Eso imposible de destruir tan fácil.

      – Oh, discúlpeme, me llaman, – ha dicho Lilia, cubriendo el móvil por la mano y le alejado de Alexéi Fédorovich un poco, susurrado, – es Konstantín, mi novio.

      Después de la conversación corta con él chica ha dicho: – Mi novio me invita por la cita.

      – ¿Le amas? – ha preguntado el anciano, teniendo los derechos del conocido viejo.

      No se entiende por qué pero esa pregunta a Lilia no le pareció sin el tacto, al contrario, la pregunta se ha hecho chica reflexionar ¿si ella ama Konstantín de verdad? Él alto, tiene el gusto bueno de la ropa, de la comida. Tiene los modales buenos. Él bastante rico, tiene el coche, el apartamento cómodo, el trabajo altamente retribuido. ¡Él es el sueño de la gran parte de las chicas!

      Después de la reflexión Lilya ha dicho honestamente:

      – No sé exactamente.

      Alexéi Fédorovich ha mirado en los ojos grandes de la chica, ha levantado la mano, notando de su dedo índice arriba del aire y ha pronunciado profético: – Eso significa, vas a encontrar tu destino.

      CAPÍTULO SEGUNDO

      Por la mañana siguiente ha pasado la situación graciosa, Lilia casi ha revelado su «vida secreta» por casualidad y la imagen de «una chica buena» casi «ha roto». Es que después de la conversación con su vecino viejo ella estaba impresionada y casi olvidó que tiene que conservar su imagen de «una chica buena». Sveta, la compañera de Lilia del trabajo, ha venido al trabajo sintiéndole mal, pero pensaba que el dolor de la cabeza y el rinitis irán por su misma manera. Pero eso no pasó. Cuando chica se ha acercado a Lilya por el tiempo del recreo para pedir alguna pastilla o un aerosol nasal amiga ha recomendado su propio método para recuperarse. Se tiene que decir que ella tenía el método único para la curación y la prevención de casi cualquiera enfermedad en la etapa inicial. La chica olvidado sobre su «imagen especial» ha dicho el método que ha venido a su mente primeramente, sin ningúna duda, sin pensamiento posterior:

      – No pienses а tomar ninguna pastilla. Tienes que ayunar un día y todo se va, – ha recomendado Lilia.

      En el pasillo se apareció el silencio. Lilya ha entendido que ha hecho la gran estupidez. Todo lo que ha dicho ella se ha sorprendido a todos así que hasta las chicas que estaban por lа esquina lejana del pasillo han detenido y han empezado a prestar oído. «El objeto de la atención» tenía que hacer algo antes de que todos pudieran a reír.

      – Era broma, Sveta. He encontrado a esa información en la revista cognoscitivа, fue el registro sobre los tribus aztecas donde los sacerdotes practicaban los métodos «locos», – ha dicho Lilia para calmar la situación, mientras de que sus mejillas han puesto rojas y el corazón palpitaba muy fuerte.

      – Ah vale. Ya empecé a pensar que nuestra «chica buena» Lilya ha vuelto loca. He venido a ella por una pastilla para que sentirme mejor más rápido y seguir trabajando, y ella me dice alguna tonteria. ¡Mirad a ella el comediante! Has encontrado el tiempo adecuado para bromear, tengo que tomar la medicina.

      Lilia entendí que le salió de salir de esa «situación inesperadа», ha hecho el respiro profundo y ha dado la pastilla del citramon que siempre hay en su bolsillo por cualquier caso a Svetlana. Vuelto a su gabinete y ha sentado al sillón nuestra «bromeadora» empezó a recordar el día pasado. Alexéi Fédorovich ha dado a Lilia la impresión increíble. Ha cambiado mucho desde que ellos se han visto en San Petersburgo. Parece que «el sabio» se ha hecho se mismo y el resultado de eso «trabajo» ha gustado a Lilia. Después de los cuentos del «sabio» se apetece hacer de realidad sus ideas y pensamientos. Sobre el método del ayuno ella ya sabía, pero su interlocutor contar de la manera espectacular a ella sobre sus casos de su vida y de la vida de sus antepasados lejanos. Se tiene de notar que él sabía su linaje hasta décima tribu. Diciendo sobre su tatarabuela Alexéi Fédorovich contaba los hechos así como si ella viviera recientemente y justo ayer contaba a su «bisnieto» sobre sus sabidurías de la vida. Marina, la tatarabuela de Alexéi Fédorovich, decía que si tenía la cortadura, por ejemplo, en su mano, ella empezaba a ayunar y la herida estaba alargando literalmente de inmediato.

      Lilia tuvo la idea audaz y ella decidí llamar a su novio Konstantín. Él tenía los conocidos interesantes y influyentes.

      – Hola. ¿Te cómodo hablar ahora?

      – Sí.

      – Me acuerdo que contabas que tienes el conocido editor, es el jefe de la gran editorial. ¿Puedes organizar la cita con él para mí?

      – ¿Querida quieres escribir un libro? – ha dicho Konstantín con poca ironía.

      – Todavía no sé. Simplemente quiero probar algo nuevo en mi vida.

      – Ya veo. Pues, es posible. Pero tienes que tener la cena conmigo en nuestro restaurante favorito, especialmente porque por aquí se apareció el menú actualizado y por eso sería el crimen no visitarlo.

      – Sí, claro, – ha contestado Lilia con mala gana.

      La chica ha notado de repente y eso fue una sorpresa para ella que ya no tiene los sentimientos antiguos. Fue el tiempo cuando le gustaba visitar los restaurantes con su novio, sus cortejos elegantes. Lilya tenía la complacencia que ella y Konstantín llamaban la atención como la pareja hermosa.

      «¿Pero somos la pareja verdadera?» – pensaba ella. Lilia decidí reflexionar sobre eso muy serio cuando tendrá el tiempo libre. Ahora su cabeza «estaba ocupada» de otros pensamientos. ¡La chica quiería crear!

      Es valió la pena que ella pedía el favor de su novio. Él sabía como resolver los problemas como ese y otros, fue el experto en esas cosas. Entonces ¡Konstantín ha programado la cita ya por la mañana que viene!

      Lilia podía sacar un día libre porque tenía muchos días así, porque tenía las horas extraordinarias. Ella ha llegado más temprano, por treinta minutos, que tenía que llegar a la oficina de la gran editorial. En el vestíbulo que fue bien decorado iba y venía la gente. Se puede decir que el trabajo literalmente «hervía». Por aquí habían los escritores, los periodistas y los editores. No se entiende por qué pero Lilia imaginó la escena de la comedia «Doce sillas» de Iliá Ilf y Evgénii Petróv, cuando el héroe de la película Ostap Bender viene a la editorial del periódico «La máquina», por ese pensamiento chica ha sonreído. Ese recuerdo ha hecho Lilia tranquilizarlo antes de la cita con el editor y ella ha superado sus miedo y preocupación.

      La atmósfera que había por la oficina ha encantado a Lilia.Todo ese trabajo estupendo tenía el nombre «la actividad literaria». Ella venía a la cita, no sabiendo que puede proponer al editor. Lilia quiería conocer con la persona que publica los libros de los escritores modernos y, puede ser, intentar de tomar prestado de la trama para la obra de su misma. Estando en las paredes de la editorial Lilia descubrió que tiene las aptitudes de la creatividad lo que nunca había notado antes. Eso «descubrimiento» ha afectado a Lilia tanto que ella ha inventado la trama literalmente por treinta minutos. Tambien ella estaba segura cien por ciento que va a escribir más que uno libro.

      Una persona ha interrumpido las reflexiones agradables de nuestra «escritora futura». Eso fue la asistente del jefe de la editorial, la chica flaca que tenía los ojos del rebeco salvaje que ha invitado a Lilia a la cita con el jefe. La persona que chica vió en el gabinete del editor fue el hombre joven con la vista representativa, en el traje de color beige. «Adoro eso color, – pensé señorita, – tenemos los gustos iguales, es el signo bueno, todo va a pasar muy bien».

      – Siéntese, por favor, – ha dicho editor mientras que le levantaba de su sillón, proporcionando a Lilia la silla, – soy Sergéi Nikoláievich, se puede Sergéi.

      – Gracias. Soy Lilia, usted puede llamarme así, no me he acostumbrado del nombre


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