Prosa Política (Las Repúblicas Americanas). Rubén Darío

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Prosa Política (Las Repúblicas Americanas) - Rubén Darío


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las cuales cuajáronse ya en riquísimos frutos. Si nos enorgullecemos con razón de la presente cultura, obra en gran parte de la enseñanza nacional, mucho más debemos esperar para el porvenir. ¡El porvenir es nuestro!» Ese porvenir, que será resultado del esfuerzo argentino y de la colaboración extranjera, se define en las palabras de Edmundo d'Amicis, que citara en un concienzudo trabajo sobre inmigración Aníbal Latino; es el voto y el augurio de que los argentinos y los extranjeros vivan siempre como hermanos, «y avancen juntos en el camino de la bondad y del trabajo, manteniendo ese amplio y fecundo sentimiento de tolerancia, de benevolencia, de amor patrio sin soberbia, de amor fraternal sin recelos, que puede hacer de diez pueblos un solo pueblo, de varias razas un solo estado, produciendo una maravillosa generación multiforme que verá una patria argentina transfigurada y poderosa, como lo desean y lo sueñan la fiereza amable de sus hijos y la gratitud sincera de sus huéspedes».

       Índice

      Por sus antecedentes históricos de heroísmo libertador, Venezuela ocupa la primera página en los fastos de la América Meridional. Allí tuvieron lugar las primeras rebeldías emancipadoras del continente Sur, y surgieron muchos de los grandes soldados patriotas que fundaron cinco nacionalidades. Patria de Simón Bolívar, Venezuela abrió amplios horizontes a la cultura y al progreso de nuestra raza, influyendo de manera trascendental en el desenvolvimiento político de ella.

      A pesar de los contratiempos de la vida interna y de los reveses en la marcha evolutiva, los venezolanos y su régimen mantuvieron siempre esa influencia. En defensa de su integridad, Venezuela ha dado muestras de firme civismo, oponiéndose a los poderosos y sosteniendo la justicia de su causa. Todas las condiciones de una raza superior acreditan al venezolano, que es valiente, franco y comprensor de sus deberes de ciudadano, para quien la patria está sobre todo otro interés. Las instituciones y Legislatura del país lo llevan a un alto destino entre los pueblos avanzados, pues desde el establecimiento de la República, ha tenido por norma los mejores principios democráticos.

      Venezuela, como es sabido, ocupa el límite Norte de la América del Sur, en una superficie de 1.553.742 kilómetros cuadrados, o sea el cuádruplo de la totalidad del territorio de Centro-América. Con arreglo a la Constitución, la República se compone de 20 Estados, un Distrito Federal y dos territorios, como sigue: Estados de Apure, Aragua, Anzoátegui, Bolívar, Carabobo, Cojedes, Falcón, Guárico, Lara, Monagas, Mérida, Miranda, Nueva Esparta, Portuguesa, Sucre, Táchira, Trujillo, Iaragui, Zamora y Zulia, los territorios de Amazonas y Delta Amacuro y el Distrito Federal formado por la ciudad de Caracas y sus parroquias Foráneas. El censo de la República ascendía en el año de 1909 a 2.664.294 habitantes. El clima se adapta a toda clase de cultivos. Son desconocidos los extremos de calor y frío. La salubridad es inmejorable en todo el país.

      Venezuela, más que el Paraguay, es la Mesopotamia de América. Cruzan y bañan su territorio algo como 1.059 ríos, de los cuales 436 son afluentes del Orinoco. Esto es causa de que exista allí una flora de las más ricas y variadas del mundo.

      En las llanuras crecen las palmas; en los bosques, los bambues, los manglares y una inmensa variedad de árboles selváticos como el laurel, el tamarindo y las palmas de hojas pinadas. En la región cálida, el cacao, el café, la caña de azúcar, el coco, el banano y la yuca. En la zona templada, además de lo anterior, se dan el algodón, maíz, trigo, cebada, todos los cereales y árboles frutales. La región vegetal consta de 349.661 kilómetros cuadrados, de los cuales 785.590 están en plena naturaleza, abundando las maderas preciosas.

      Después de la Argentina, Venezuela es el país que posee más terrenos aptos para la ganadería. Estos alcanzan a unos 405.620 kilómetros cuadrados. La minería es de una riqueza casi inverosímil. Existen allí todos los metales conocidos; pero pueden explotarse con mayor facilidad el oro, la plata, el cobre, el hierro, el plomo, el azufre y el asfalto. Hasta el año de 1894 se conocían en el país 62 minas de oro. Venezuela ocupa el quinto lugar entre los países auríferos de América.

      Las minas de cobre ascendían en el año de 1894 a 14, estando en constante explotación. Los yacimientos de hierro son de una ley de 80 por 100 de metal puro. El asfalto es de fabuloso acopio cerca del río Pedernales, en Maracaibo, Mérida y Coro. La hulla, el azufre, el petróleo, el azabache, la pizarra, el mármol, la cal, así como las salinas, se explotan abundantemente.

      Venezuela es una de las naciones americanas más favorables a la inmigración, y su gobierno, con el fin de fomentarla, ha dictado leyes liberales que otorgan a los que inmigran importantes garantías, auxilios y franquicias. El carácter esencialmente hospitalario del venezolano, la fertilidad de la tierra, la legislación, la estabilidad de su sistema monetario y de su régimen económico, abren horizontes dilatados al extranjero que llega a la República dispuesto a trabajar.

      La nación está constituída federalmente. Los estados son autónomos. Reconocen la autonomía federal de los distritos y su independencia del poder político del Estado, en todo lo concerniente a su régimen económico y administrativo.

      La tierra venezolana fué descubierta por Colón en 31 de Julio del año 1498. El incremento que tomaron posteriormente las tierras descubiertas, hizo que el gobierno español las dividiera en virreinatos y capitanías generales. Venezuela fué, en el año de 1731, una de éstas, dependiente del virreinato de la Nueva Granada, que abarcaba lo que después fué la gran Colombia. En el año de 1567 se echaron las bases de la ciudad de Caracas, erigiéndose la primera iglesia católica al año siguiente. En 1725 establecióse la Universidad de Caracas.

      A fines del siglo xviii empezaron a propagarse las ideas de independencia. El 13 de Julio de 1797 se descubrió el primer conato revolucionario, que debía estallar pocos meses después, y que llevó al patíbulo a varios de sus promotores. El primer mártir de la libertad venezolana fué don José María España, que murió ahorcado el 8 de Mayo del año de 1799.

      Francisco de Miranda inició en 1806, aunque sin éxito, la época heroica, que debía tener como resultado la independencia. El 19 de Abril de 1810, el capitán general Emparán fué depuesto por el pueblo, y se nombró en su lugar una Junta de gobierno que reconoció a Fernando VII como legítimo rey. La Regencia de Cádiz protestó de esta determinación y ordenó el bloqueo de los puertos venezolanos; pero la Junta de gobierno convocó una Asamblea, que se reunió el 2 de Mayo de 1811. Esta Asamblea, en 5 de Junio del mismo año, declaró a la nación absolutamente desligada de España, y una guerra empezó entre venezolanos y españoles, en la que intervinieron gloriosamente Bolívar, Soublette, Nariño, Cedeño, Plaza, Rivas, Anzoátegui, Flores, Urdaneta, Páez, Brián y otros egregios patriotas. Esta contienda terminó el 7 de Noviembre de 1823 con la toma de Puerto Cabello por las armas libertadoras.

      La Gran Colombia, creada por el Congreso de Angostura, fué despedazada por las tempestades revolucionarias de 1830, surgiendo entonces la República de Venezuela. El general José Antonio Páez, uno de los héroes de la Independencia, desentendiéndose de los vínculos que le unían a Bolívar, rompe todo ligamen entre Venezuela y la Gran Colombia, toma el poder en 1831 e inicia la primera presidencia constitucional. Siguieron a Páez, que tomó por segunda vez el poder en 1839, José María Vargas, José Tadeo Monagas y José Gregorio Monagas, que fueron desposeídos de sus cargos por nuevas revoluciones. En 1858 sube al poder el general Julián Castro, cuyo gobierno fué poco estable por la lucha armada entre liberales y conservadores, en la cual aquéllos alzaron por primera vez la bandera de la federación, sistema que ha imperado hasta hoy. Después de una dictadura del general Páez, el triunfo de las ideas liberales elevó al poder, en 1863, al general Juan C. Falcón, jefe del liberalismo, quien dió a la República una nueva Constitución.

      El florecimiento de la Instrucción Pública es muy notable en Venezuela. Por decreto de 23 de Febrero de 1909, el gobierno dispuso elevar


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