Comedias inéditas. Лопе де Вега
Читать онлайн книгу.que me dé su padre
(Que está aquí) mi amada prenda.
Alf.
De los que aquí están, don Juan,
No puede ser que otro sea
Que don Álvaro de Rojas,
Y si es él, en todo aciertas;
¿Callas? luego yo tambien
Acierto en lo que deseas.
¡Hermosa dama es Beatriz!
Don Álvaro.
Álv.
Señor.
Alf.
Llega.
Álv.
¿Qué mandas?
Alf.
Nunca los reyes
Largos prólogos emplean
En lo que mandan y es justo.
Álv.
Ni pudiera en mi obediencia
Haber resistencia alguna
Á cosa que tú quisieras.
Alf.
Dale á don Juan tu Beatriz.
Álv.
Su virtud y su nobleza
Lo merecen; pero es pobre
Y vuestra alteza pudiera
Honrarle de algun oficio,
Pues le ha servido en la guerra;
Que no está, como tú sabes,
Tan descansada mi hacienda
Que pueda yo sustentar
Á un yerno pobre con ella;
Es don Juan gran caballero,
En la venturosa empresa
Del Salado te sirvió
Con hazañas que hoy se cuentan,
Hazle merced.
Alf.
Dí, don Juan,
¿Tú eres pobre?
Arag.
Bien lo fuera
Para igualar á Beatriz
Por hermosura y nobleza;
Pero en lo demas yo tengo,
Como su mano merezca,
Con qué vivamos los dos.
Alf.
¿Pues qué tienes por pobreza?
Álv.
Señor, pensé que mandabas
Que mi hija Beatriz diera,
No á don Juan de Aragon,
Que está agora en tu presencia,
Sino á don Juan de Padilla,
Cuya nobleza es tan cierta
Como su necesidad,
Ni ha sido mucho que tengan
La culpa los mismos nombres.
Alf.
Yo me serviré que entiendas
Que es á don Juan de Aragon,
Y porque en provecho sea
El haberte equivocado,
Al de Padilla, haga cuenta
Que es memorial remitido
De mi consejo de Guerra,
Dile, don Juan, á don Juan
Me acompañe á Compostela,
Que le quiero hacer merced.
(Váyase el Rey con don Álvaro.)
Arag.
Está cierto que la emplea
Justamente en su valor;
¡Ay divina diligencia,
Madre de la buena dicha!
DON JUAN DE PADILLA Y MARTIN.
Pad.
Solo está.
Mart.
Si lo está, llega.
Pad.
¿Hablaste á su alteza?
Arag.
Hablé,
Don Juan, agora á su alteza,
Y dice que le acompañes
Á Galicia, que á la vuelta
Te dará, en Valladolid,
Con mil mercedes, licencia;
Que está muy agradecido
Á tus servicios, y en prueba
De esta verdad, dió tambien
Á don Álvaro en respuesta
Que aceptaba el memorial.
Pad.
Deja, Aragon noble, deja
Que ponga en tus piés la boca,
Que desde aquí, yo y mi prenda
Somos tus esclavos, somos
De tus estampas la tierra,
Que aunque es cielo para mí
Mi Beatriz hermosa y bella,
Por el amor que me tiene
Querrá que ansí lo encarezca.
Arag.
Ponte luégo de camino,
Padilla, para que entienda
El Rey mi señor el gusto
Que de acompañarle llevas,
Que allá le hablarás en todo.
Pad.
¿Vas tú allá para que pueda
Tener entrada á su gracia?
Arag.
Aquí me deja su alteza
Á prevenir la jornada
Que para Granada intenta,
Porque pienso que ha de ser
Luégo que la primavera
Temple la furia á los rios,
Seque la mojada tierra.
Pad.
Pésame de que no vayas.
Arag.
No has menester encomienda
Para la gracia del Rey,
Pues que ya quedas en ella.
(Váyase.)
Pad.
¿Qué dices tú de mi dicha,
Martin?
Mart.
Que tu dicha es cierta;
Y que ha sido discrecion