Todos estamos comprometidos de alguna manera, con nosotros mismos, con otras personas, con nuestra empresa...pero probablemente el mayor compromiso que existe es el de ser padres.

      Un día mi mujer me dijo: «Te estás perdiendo la infancia de tus hijos». Aquel día fui consciente de ello y cambiaron mis prioridades. Le estaba poniendo toda la energía a la empresa, a expandir el negocio. Me di cuenta de que por encima de todo lo importante es la familia y que había cosas que nunca podría recuperar.

      Me siento feliz de haber estado con mis hijos hasta ahora casi cada día de su vida, de haberles leído cuentos antes de dormir, de jugar con ellos, de hacer deporte, de viajar juntos… Por otro lado siento que podría haber hecho más. Es cierto que la vida pasa muy rápido.

      Muchas veces no sabemos decir no y nos llenamos de compromisos que nos quitan tiempo para atender a los que de verdad importan.

      Es muy diferente tener que comprometerse con algo, situación donde subyace la obligación, a querer comprometerse con algo, donde desde la libertad desarrollamos nuestro mayor potencial porque estamos motivados.

      Alinear nuestro compromiso con nuestro propósito nos dará fuerza y nos ayudará a conseguir lo que realmente queremos ser y hacer en nuestra vida.

      ¿Con qué estoy comprometido?

      ¿Con qué no quiero estar comprometido?

      ¿Qué voy a hacer de modo distinto para lograrlo?

      comunicación

      Siempre hay una conversación pendiente.

      Desconocido

      Tenemos muchas conversaciones durante cada día y demasiadas de ellas son superficiales y poco efectivas. Mejorar la calidad y la profundidad de nuestra comunicación nos permite vivir una vida más plena.

      Julián Sastre, un gran amigo cubano de mi padre, me inició en el arte de la comunicación. Entre mis tareas como responsable de marketing de la cadena de tiendas estaba anunciar semanalmente en la radio nuestras promociones y mensualmente dar charlas motivantes a nuestros vendedores. Me sentía desbordado e inseguro pero lo suplía con mi entusiasmo de juventud y lo cierto es que aprendí mucho de todas aquellas experiencias.

      Los expertos aseguran que las palabras solo suponen el 7% de nuestra comunicación, mientras que el resto es emoción y corporalidad (lenguaje no verbal).

      Practicar una escucha activa, reconocer las emociones, preguntar para aclarar haber entendido, expresarse con claridad, contar historias o poner ejemplos, variar el tono de voz, tener contacto visual, poner sentimiento al mensaje, hacen que nuestra comunicación sea mucho más poderosa y efectiva.

      ¿Qué puedo mejorar en mi comunicación?

      ¿Cómo voy a mejorarlo?

      ¿Qué voy a hacer hoy para practicarlo?

      conciencia

      La conciencia es, a la vez, testigo, fiscal y juez.

      Anónimo

      Pasamos toda la vida con nosotros mismos y no dedicamos el tiempo suficiente a conocernos bien.

      Tengo la impresión de que he vivido buena parte de mi vida en modo «piloto automático». En la actualidad trato de hacer un examen de conciencia diario, aunque solo sea de uno o dos minutos. Lo hago antes de irme a la cama, normalmente cuando paseo a mi perro Tuit. Repaso el día y me pregunto por lo que más me ha gustado, lo que me acerca a mi propósito de vida. También me pregunto por aquello con lo que estoy menos satisfecho del día y podría haber hecho de otra manera.

      Si dedicamos más tiempo a conocernos y a reflexionar, desplegaremos mejor nuestro potencial y nos relacionaremos mejor. Tendremos más control sobre nosotros mismos y más propósito, mejorando en línea con lo que queremos ser.

      Además, valoraremos más las pequeñas grandes cosas que tenemos cada día.

      ¿Cuánto tiempo dedico a la introspección?

      ¿En qué me ayudaría hacerlo?

      ¿Cómo voy a empezar a hacerlo?

      NOTA: Ver Balance de vida en Ejercicio 1

      confianza

      Quien siembra verdad, cosecha confianza.

      Anónimo

      La confianza es una de las cosas que más satisfacción, paz y bienestar dan en la vida. Construir confianza requiere sinceridad, buen hacer y tiempo, mientras que para perderla tardas lo que dura una mentira o incumplir un compromiso.

      Me siento muy agradecido a mi familia, a mi madre y a mi hermano, por la confianza que siempre han tenido en mí. Tras la muerte de mi padre me pusieron al frente de la empresa y, gracias a su apoyo y al de todo el equipo, fuimos capaces de superar esa trágica situación.

      A veces tengo la impresión de que las personas que me rodean tienen más confianza en mí que yo mismo. Muchas veces me cuestiono si seré capaz, me pongo a la defensiva o me asalta la duda. Dar un paso adelante y recordar otras situaciones en las que me ha ido bien me ayuda a hacerlo con más seguridad.

      Para liderar, es necesaria la confianza en los demás. Delegar le permite a uno mismo poder multiplicarse y poder realizar otras funciones que den más valor a la empresa.

      Cuando se quiebra la confianza, repararla requiere reconocimiento, capacidad para perdonar y tiempo. Nadie es perfecto y todos merecemos nuevas oportunidades.

      ¿En quién puedo confiar?

      ¿En quién me gustaría confiar?

      ¿Qué puedo hacer para que ocurra?

      creencia

      Una creencia no es simplemente una idea que la mente posee, es una idea que posee a la mente.

      Robert Bolt

      Una creencia es un juicio presente de forma recurrente que para nosotros es verdad. Las creencias condicionan nuestras acciones en función de cómo vemos, actuamos y creamos realidades. Si crees, creas.

      Yo tenía una creencia limitante, pensaba que no sería capaz de correr media maratón. Había corrido los diez kilómetros de la San Silvestre de Madrid y después lo dejé porque me dolían las rodillas, sufría y pensé que eso no era para mí.

      Años después me propuse el reto de correr media maratón. Fui a un podólogo que me hizo unas plantillas adecuadas a mi pisada. Entrené, bajé de peso y la corrí. Una vez en carrera, decidí ir a por el recorrido completo. Fue una locura; acabé andando, cojeando pero completé la maratón.

      Todos vamos cargados con una mochila de creencias que en muchos casos nos limitan, aunque es verdad que otras veces nos pueden empoderar.

      Romper con creencias limitantes y descubrir nuevas posibilidades de acción nos abre un mundo de oportunidades.

      ¿Qué creencia me está limitando?

      ¿De qué otra manera podría verla ?

      ¿Cómo voy a cambiarla a mi favor?

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