Políticas de lo sensible. Alberto Santamaría
Читать онлайн книгу.href="#ulink_52c9af29-f6d5-530c-bc18-0e1f299745cf">[31] Ibid., p. 87.
[32] Un Morrissey en buena medida bien distinto del actual, personaje que ha devorado toda esta fuerza pasada.
[33] «Y no hay nadie a quien a culpar salvo a ti mismo.»
[34] En 1986, Morrissey declaró que al menos el cincuenta por ciento de sus motivos para escribir se los debía a Shelagh Delaney. En su obra de teatro A taste of Honey, que fue llevada al cine y que era uno de los trabajos favoritos de Morrissey, encontramos al protagonista llamado Peter Smith. Junto a Delaney, hay otros intereses literarios, como Oscar Wilde, W. H. Auden, Keats y muchos más poetas. No debemos olvidar, al mismo tiempo, la importante influencia de Elisabeth Smart y su En Grand Central Station me senté y lloré. Este libro está presente en varias de las canciones del disco de 1985 Meat is murder, como «Well I wonder», «Nowhere fast» o «What she said». En varias, muchas en realidad, letras de Morrissey, la presencia de Smart es recurrente, incluso en el título «Louder than bombs», que reproduce una frase de esta escritora, mientras que Shelagh Delaney es quien aparece en la portada. Lo mismo sucede con el tema «Shakespeare’s sister», donde Morrissey establece un diálogo directo con Virginia Woolf.
[35] Disponible en [https://www.flickr.com/photos/shaunusher/9192170114/]. Véase: [https://www.telegraph.co.uk/culture/music/music-news/10197264/Teenage-Morrissey-critiqued-the-Sex-Pistols.html].
[36] En su Autobiography Morrissey llega a afirmar que la contribución de Iggy Pop, Lou Reed y Patty Smith es esencial y que podrían verse como nuestros Goethe, Gide y Gertrude Stein.
[37] Sobre los Ramones, a pesar de su desprecio inicial (1976) –llegó a afirmar que eran «basura»–, posteriormente evoluciona hasta variar totalmente su visión de la banda. En su trabajo autobiográfico recuerda Morrissey que esa visión negativa de los Ramones se debía básicamente a que eran mucho más queridos y seguidos que sus admirados New York Dolls. Sin embargo, tras escucharlos detenidamente y verlos en directo todo cambia. Cuando los escucha en vivo, afirma que quedó hipnotizado; incluso llega a decir que en Joey Ramone «encontré a mi gemelo».
[38] Troquel, The Smiths, cit., p. 34.
[39] Ibid.
[40] Añadirá: «Jerry Nolan en la portada del primer disco de los New York Dolls fue la primera mujer de la que me enamoré, la postura de piernas de puta picarona […], y la batería rosa, que debía ser la primera de ese color en la historia del rock and roll» (Autobiography, cit., pp. 145 ss.).
[41] Citado en Savage, «Morrissey, el escapista», cit., pp. 43 ss.
[42] «Cuando no hay futuro, / cómo puede haber pecado, / somos las flores en la basura, / somos el veneno en tu máquina humana, / somos el futuro, tu futuro».
[43] «Adiós a estas lúgubres marismas / acorralado como un jabalí entre arqueros / su Bajeza con la cabeza en cabestrillo. / Lo siento de veras, pero suena realmente maravilloso: / querido Carlos, ¿nunca has deseado ardientemente / aparecer en la portada del Daily Mail / vestido con el traje de novia de tu madre?»
[44] «lo único que quieren es tu dinero. / La reina ha muerto, chicos, / y el que destaca está muy solo, / la vida es muy larga, cuando estás solo».
[45] Disponible en [https://www.theguardian.com/music/musicblog/2010/dec/15/smiths-queen-is-dead].
[46] «A los chicos ingobernables / que no quieren crecer / hay que meterlos en cintura. / A las chicas ingobernables / que no sientan la cabeza / hay que meterlas en cintura. // Un golpe en la cabeza / es lo que recibes por no preguntar / y un golpe en la cabeza es lo que recibes por preguntar».
[47] «Dejé el norte, / viajé hacia el sur, / encontré una casa minúscula. / No puedo evitar sentirme así. / Sí, puedes darme una patada /y puedes pegarme / y puedes romperme la cara, / pero no vas a cambiar mis sentimientos / porque te quiero».
[48] «Y no tengo derecho a tomar mi lugar / con la raza humana».
[49] Savage, «Morrissey, el escapista», cit., p. 46.
[50] Disponible en [https://www.telegraph.co.uk/culture/music/music-news/9980978/Margaret-Thatcher-was-barbaric-and-a-terror-says-Morrissey.html]. Thatcher generó múltiples discursos en el marco de la música británica de los ochenta. De alguna forma estaba presente en buena parte del discurso de The Smiths y, de manera visible, en el Morrissey en solitario, quien dentro del disco Viva Hate incluyó ese «Margaret on the Guillotine». Un año más tarde, en 1989, Elvis Costello en «Tramp The Dirt Down» canta: «That’s when they finally put you in the ground / I’ll stand on your grave and tramp the dirt down» («Cuando por fin te entierren, me subiré a tu tumba y pisotearé el lodo»). Pero no debemos olvidar que, ya en mayo de 1980, Iron Maiden veía censurada (en Gran Bretaña, no así en el resto de Europa) la portada de su vinilo Sanctuary, en la cual se podía ver claramente cómo la mascota Eddie asesinaba con frialdad y pasión a la Dama de Hierro. Algo similar les volvió a suceder en octubre de ese mismo año cuando, en la portada del single «Women in uniform», aparecía Eddie abrazado a dos chicas, en plan tipo seductor, mientras Margaret Thatcher preparaba su arma para disparar. En este caso los inconvenientes no procedían del Gobierno sino de los grupos feministas, que veían la portada degradante y machista.
Nos sentíamos forasteros
El arte del extrañamiento en Joy Divison
Nos sentíamos forasteros.
Peter Hook
ALGO QUE COMIENZA EN 1956
1956. Un año aparentemente alejado de lo que aquí toca. ¿Qué podemos extraer de ese año? ¿Qué modelos o posicionamientos nos pueden servir para problematizar a Joy Division? Posiblemente el asunto no resida en estas preguntas. No es posible definir a Joy Division bajo la forma de una terca causalidad que nos diga cómo hablar de eso que nos toca. Lo que proponemos en este trabajo es, por tanto, una lectura de Joy Division bajo o desde los parámetros de la desconfianza en la posibilidad de reconstrucción definida y ordenada de lo que supuso realmente el grupo de Manchester. En su lugar, trataremos de ver a Joy Division en función de