Mujeres e Inquisición. Vicenta Marquez de la Plata
Читать онлайн книгу.de haber escandalizado a los que conformaban el Santo Tribunal, no era corriente que una persona en su sano juicio usara de un crucifijo “como si estuviese con un hombre” y en aquellos tiempos mucho menos sobre todo porque el crucifijo era la memoria verdadera del Salvador, luego que lo hubiese açotado y por último despedazado. También se acusa de confesión incompleta y de recibir la Comunión …por no declararme tan claramente yo con mis confesores como era obligado viéndome que no podía con buena conciencia (…) me llegué tres veces a recibille (a comulgar) y le guarde y le eché a un pozo del monasterio… y por último arrojar la Sagrada Forma en un pozo. Sin duda era sacrilegio sobre sacrilegio y esto lo hizo antes de ser “mora” - mahometana – y algunos de estos hechos confiesa haberlos realizado también cuando ya era monja …y declaro que siendo monja me he hecho no se que vez con un crucifijo como si estuviese con un hombre…
Por si fuera poco declara haber asistido a un lugar en que había hechiceras para averiguar algo de su futuro … para saber yo de cierto negocio… En teoría todo esto era hechicería y brujería, a más, que asegura que con esta ocasión se le apareció el demonio … el demonio se me apareció en figura de hombre y me pidió le obedeciese y asi lo hize y me pidió le diera de mi sangre y se la di y me pidio el Sacramento del Altar y se lo di… es decir que el Maligno, o el que ella creía serlo, le pidió sangre y que le entregara la Forma Consagrada y ella dice y se lo dí… Para colmo dice que tuvo acceso carnal con el Diablo en persona… durmió conmigo tres o quatro veces como marido e mujer… Todo ello conforma una pintura muy exacta de lo que, supuestamente, la Inquisición perseguía, sin embargo, en este caso no vemos que los Inquisidores se hallen ni excesivamente interesados ni impresionados. No repreguntan sobre ello ni al fin se le hace un reproche exclusivo en este sentido, ni la pena impuesta lo reflejará.
Probablemente cuando aseguró que vio al demonio en forma de hombre los Inquisidores se dieron cuenta de que Sor María era un poco débil mental, crédula, y tal vez – como decían los Inquisidores muy a menudo, – histérica. Mulier hystericus.
DECLARACION DE MARIA DE SAN GERÓNIMO SOBRE AGUSTIN CAZALLA Y SU HERMANO (folio 32 del expediente del AHN)
Agustín Cazalla, aunque luego perseguido y muerto por la Inquisición, fue en sus orígenes un cristiano devoto y si cambió la religión católica por la luterana no fue porque perdiera la fe y se tornara ateo, por el contrario, su piedad le hizo evolucionar a lo que él creía más puro y cerca de Dios, una religión que prescindiría de símbolos externos y sería más espiritual. En este sentido se nos hace extraña la declaración de Sor María de San Gerónimo en referencia a Agustín Cazalla.
…Lo que más tengo que manifestar acerca de mi es quel juebes de la Cena (Jueves Santo) estando Çaçalla (Cazalla) en sus conventículos hazia las ceremonias que la Santa Madre Iglesia hace aunque en diferente modo porque lo hazia burlando y haciendo escarnio dellos y no le di crédito a ello y ansi después acabole confirmado en mi entendimiento aunque algunas veçes hestado vacilando sy es ansi o no.
En cuanto a su extraña relación con el Sacramento de la Comunión insiste en confesar en el folio 32 del legajo 110:
…Lo segundo llegándome a recibir el Sacramento de la Eucaristia un dia siendo monja viéndome fatigada de pensamiento le torne a hechar de la voca y le guarde como quince días en el pecho y después lo di a un sacerdote para que lo consumiese y asi lo hizo.
Lo tercero que ansi seglar como monjas nunca he ganado la vigilia ni viernes tiniendo en poco lo que la Santa Madre Iglesia manda que no coman carne y siempre la procuré comer –
Rara decisión la de la monja pues si estaba en un convento comería la comunidad toda junta en el refectorio comida de cuaresma que no tiene carne, máxime que era un convento pobre de solemnidad y la carne no estaba entre sus posibilidades.
La quarta, que estando yo sirviendo en una casa había allí un moro el cual me metio en su aposento y allí me amenazó diciendo que me quitaría la vida si no renegaba de dios y de su ffe y ansi lo hize como flaca y me empreñe del y mate la criatura y le di palabra de casamiento y durome este trato y conversación por un mes.-
Esta es una nueva versión de lo relatado con el moro Solimán. En la otra transcripción explica que estuvo dos años y medio con él, nunca dijo que le había amenazado de muerte para que abandonara su fe, por el contrario, el moro le ofreció matrimonio si ella la abandonaba, cosa que ella hizo de buen grado. Sin duda la buena mujer andaba algo confusa, cosa que tal vez notaron sus confesores.
Lo quinto me acuso que un hermano de Çaçalla me dijo (preguntó) que me parecía de lo que predicaba Çaçalla y le dije a no conforme a lo que le Iglesia enseñaba y el me dijo que todo lo que la iglesia enseñaba era falso y lo que su hermano (Agustín) enseñaba era verdadero y allí me hizo de renegar otra vez de Dios y de su ffe y azotamos y escupimos a un crucifijo y después que hicimos esto el se aprovechó de mí y luego yo me puse sobre el crucifijo como si estuviera con un hombre cumpliendo allí con el mi voluntad con el fue por espacio de un mes poco más o menos esto es lo que mi conciencia a gravado. MARIA DE SAN GERÓNIMO
Sin duda la monja tenía una rara relación-fijación con los crucifijos pues no solo los usaba para ciertos fines ante los moros sino también a solas y también con los luteranos. Lo mismo diremos de sus tratos con los hombres pues sin contar con don Hernando de Laguna, que tuvo la caridad de traerla desde Granada a Valladolid y apartarla del moro Solimán, y con el que ella dice no tuvo acceso carnal, tuvo tal acceso con todos los hombres que se cruzaron en su camino, inclusive, según declara, con Satanás.
CONCLUSIÓN, EL CASTIGO
Visto el relato que hace la monja de su accidentada vida, de sus hechos y debilidades, (apostasía, brujería, sacrilegio) sería de esperar que el Santo Tribunal de la Inquisición optara por castigarle de manera ejemplar pero el lector puede acudir a su documentación en el Archivo Histórico Nacional y comprobar como el Tribunal de la Herética Parvedad le infligió un castigo somero de modo que le envió a confesar sus pecados y faltas ante su propio confesor de siempre, el licenciado Zapata y a este se le encargó le impusiese una penitencia ligera, a ambos se les conminó a guardar secreto de lo que hubiesen dicho y oído durante la inquisitio y a ella se le advirtió que no cayese en los mismos pecados. Amen.
La Inquisición a veces se topaba con declaraciones de personas desdichadas, de buena voluntad, pero de poca inteligencia y creencias absurdas, como tal vez fue el caso de la monja María de San Gerónimo.
Bibliografía María de San Gerónimo (1581-1596). Religiosa16. Apóstata, hereje y sacrílega.
Archivo Histórico Nacional. Inquisición. Legajo 110, exp.12
Márquez de la Plata, Vicenta. MUJERES PENSADORAS, MÍSTICAS CIENTÍFICAS Y HETERODOXAS. Editorial Castalia, Madrid. 2008
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