Fisiología, entrenamiento y medicina del baloncesto (Bicolor). Julio Calleja González
Читать онлайн книгу.en la totalidad de las acciones. Es el jugador que recorre menos cantidad de metros.
En los trabajos de Colli y Faina (1987) se cuantificó en los jugadores interiores (nº 4 y nº 5) una distancia recorrida de 2.775 m por partido, de los cuales 350 m se realizaban a un ritmo lento, 1.700 m a un ritmo medio y 725 m a ritmo rápido. Sin embargo, H. Moreno, en el trabajo que publicó el mismo año, aportó datos superiores (5.552 m), prácticamente el doble de la distancia que mostraban los datos del grupo de Colli y Faina.
En el mismo estudio se observaron 100 acciones de salto; sin embargo Colli y Faina únicamente cuantificaron 32 saltos por partido. Son diferencias significativas, que una vez más muestran los diversos niveles de competición entre ambas ligas profesionales.
Tabla 1.1. Distribución del esfuerzo por cuartos para un alero (Laroche et al., 2002).
Otros autores, como Janeira y Maia (1998), Gradowska (1974) y Araujo (1982), también aportaron diferentes datos sobre saltos realizados en competición, aunque sin especificar las diferencias entre puestos (Tabla 1.2).
Tabla 1.2. Número de saltos de media por partido en diferentes estudios.
Figura 1.1. Jugador del Proyecto Siglo XXI de la Federación Española y CPT-G. Vasco realizando un salto durante un entrenamiento. Fotografía de Juan Flor.
En un estudio publicado recientemente por Rodríguez et al. (2003) se analizaron 16 partidos de la liga ACB durante la temporada 2000/ 2001. En el trabajo, los autores observaron algunos aspectos relacionados con el salto que hasta entonces no se habían estudiado, tal y como se muestra en la tabla 1.3.
En el mismo estudio también se observó que a lo largo de los 16 partidos estudiados se realizaron 1.013 saltos con un pie y 4.070 con dos pies. Además, en las secuencias de ataque se ejecutaron 3.116 saltos, mientras que en defensa únicamente se contabilizaron 1.943.
En resumen, podemos concluir que en la literatura existen diferencias sustanciales en el número de acciones de salto propuestas por diferentes autores, posiblemente debido a las distintas poblaciones estudiadas, así como la diversidad de ligas en la que se han realizado los mismos, con relación al puesto (española, italiana). En aquellos trabajos que únicamente aportan datos medios de acciones de salto en competición en ligas menores (polaca, portuguesa), las diferencias no han sido significativas, siempre teniendo en cuenta que son trabajos realizados con la reglamentación antigua en la que los partidos duraban 2 tiempos de 20 min cada uno, a excepción de un estudio presentado por Rodríguez y colaboradores (2003). Por lo tanto, creemos que es necesario cotejar estos datos con estudios realizados con deportistas que participen en competiciones con la nueva reglamentación de 4 tiempos de 10 min.
3. TIEMPO DE DURACIÓN DEL ESFUERZO Y PAUSAS
Conocer nuestra disciplina con relación a la distribución de los tiempos de duración y pausa de cada una de las acciones, es determinante en el análisis del juego (Lorenzo, 2000).
Dal Monte (1987) definió que el 16% de los períodos de juego en baloncesto tienen una duración menor de 20 s durante un partido.
Tabla 1.3. Análisis de tipos de saltos por partido en equipos de ACB (Rodríguez et al., 2003).
Figura 1.2. Jugador del Proyecto Siglo XXI de la Federación Española y CPT-G. Vasco realizando un salto durante un entrenamiento. Fotografía de Juan Flor.
En los estudios realizados por Colli y Faina (1987) y H. Moreno (1988) se obtuvieron las siguientes conclusiones:
•El 52% de los tiempos de juego oscilan entre 11-40 s.
•El 42% de los tiempos de pausa también oscilan entre 11 y 40 s, en los cuales las acciones son preferentemente cambios, faltas personales, tiempos muertos, balones que salen del campo, etc.
•La pausa con duración superior a 4 s se corresponde generalmente con tiros libres y tiempos muertos.
•Las duraciones de tiempo de juego superiores a 1 min son poco frecuentes.
•El tiempo de juego tiene consecuencias sobre el tiempo de pausa, si el primero aumenta el segundo también.
•La única diferencia que se observa en los estudios presentados entre ambos autores radica en el porcentaje sobre el tiempo total. Colli y Faina (1987) concluyeron en sus estudios que el 52% de los tiempos de participación rondaban los 11-40 s. Sin embargo H. Moreno (1988) determinó que el 72,1% del tiempo total de juego oscilaba entre 0 y 40 s.
Tabla 1.4. Tiempos de esfuerzos y pausas en baloncesto (Colli y Faina, 1987).
Cometti (2002), en su libro sobre preparación física en baloncesto, presenta los datos anteriormente expuestos sobre características detalladas de los diferentes esfuerzos producidos en baloncesto (figura 1.3).
Blanco (1987), por su parte, concluyó que en sus estudios el 60% de los tiempos de juego eran inferiores a los 30 s.
Carreño et al., (1998) realizaron un estudio cuyo objetivo era el análisis de las secuencias de juego en dos ligas de baloncesto españolas (ACB y EBA). Los resultados más relevantes obtenidos en él muestran que el tiempo total de posesión del balón en liga ACB es significativamente superior al de la liga EBA.
Figura 1.3. Diferentes esfuerzos producidos en baloncesto (Cometti, 2002).
Hoffman y Mares (2000) comunican que se desarrolla una acción de intensidad cada 21 s, el equivalente al 15% del tiempo total de juego. Papadopoulos et al. (2002), después de analizar 42 partidos de liga y 18 partidos internacionales, llegan a la conclusión de que el 88% de las acciones de juego están compuestas por 16 s de acciones y 17 s de recuperación. Por consiguiente, se propone un entrenamiento de resistencia inter-válico específico, acomodado a este esfuerzo, con 16 s de trabajo y 20 s de descanso. Finalmente, Apostolidis y su grupo de trabajo concluyeron que el 22% del tiempo total de partido se desarrolla a intensidad moderada, el 65% son actividades de intensidad superior a la carrera y el resto (13%) muy intensas.
Tabla 1.5. Tiempo de juego y pausa durante el partido (Zaragoza, 1996).
Barrios (2002) publicó un estudio donde compara los valores de participación y pausa obtenidos bajo la reglamentación actual con los observados por Sampedro y Cañizares (1993) y H. Moreno (1988) el cual refleja que el 73,5% de los tiempos de participación oscilan entre 0 y 40 s y que el 72,8% de los tiempos de pausa duran entre 0 y 40 s, siendo la relación de tiempo de juego-tiempo de pausa actualmente de 1 y 1. Esto no hace más que refrendar la idea de que en el baloncesto actual es tan importante la pausa, entendida ésta como la capacidad de recuperación, como la ejecución de las diferentes acciones.
Podemos concluir que en general se da una relación directa entre el tiempo de esfuerzo de acciones y las pausas en proporción