Orígenes sociales de los derechos humanos. Luis van Isschot

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Orígenes sociales de los derechos humanos - Luis van Isschot


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contra los defensores de derechos humanos

       Un mensaje aterrador

       La violencia paramilitar en Barrancabermeja

       La masacre en La Rochela

       Nace el comité de los derechos humanos

       Los ataques contra Credhos

       La naturaleza cambiante de la propuesta popular

       Conclusión

       7. Respuesta de los movimientos sociales al cambio catastrófico

       La toma de Barrancabermeja

       La masacre del 16 de mayo de 1998

       Los movimientos sociales responden a la ocupación paramilitar

       Conclusión

       Conclusión. “Esta utopía… esta posibilidad de seguir soñando”

       En la línea de fuego

       Los derechos humanos, los movimientos sociales y el Estado

       Reconsiderando las redes de defensa

       El legado de los movimientos locales de derechos humanos

       Bibliografía

       Figuras

       Figura 3. Marcha laboral a principios de los años sesenta

       Figura 4. Visita del presidente Julio César Turbay Ayala a Barrancabermeja en 1980

       Figura 5. Reunión del partido político Unión Patriótica en Barrancabermeja, años ochenta

       Figura 6. Un salón atestado en una reunión del concejo municipal en Barrancabermeja, años ochenta

       Figura 7. Sabotaje al gasoducto al sur de Barrancabermeja, 1998

       Figura 8. Dirigente del sindicato de los trabajadores petroleros, Hernando Hernández, hablando en una manifestación en protesta de la masacre del 16 de mayo de 1998

       Figura 9. “Las mujeres no parimos ni forjamos vida para la guerra”. Miembros de la Organización Femenina Popular protestan contra la violencia en el Magdalena Medio. Mayo de 1998

       Figura 10. Sirviendo sancocho. 1º de mayo de 1998

       Mapas

      Diariamente miles de personas viajan desde y hacia Barrancabermeja por vía fluvial. La mayoría viene del campo en tránsito a otro destino en el interior del país, a buscar trabajo, a vender sus productos agrícolas y pescado, o en busca de seguridad. Los taxis acuáticos, conocidos como ‘chalupas’, y las canoas con motores fuera de borda, conocidas como ‘johnsons’, zumban y saltan por todo el río Magdalena a la sombra de la refinería de petróleo más grande de Colombia. Terraplenes de concreto se extienden por dos kilómetros a lo largo de la orilla. Antes de llegar a la ciudad, embarcaciones originarias de Puerto Wilches, Cantagallo, Puerto Berrío, Simití u otras pequeñas poblaciones pueden ser sometidas a requisas por parte de las fuerzas de seguridad colombianas, por paramilitares o por guerrillas. Barrancabermeja es la capital no oficial de una región rica en recursos y asediada por la guerra, conocida como el Magdalena Medio. Este es un territorio de tierras bajas, cálidas y húmedas, que se extienden por unos 30 000 kilómetros cuadrados e incluye siete departamentos de Colombia.1 A pesar de que en el Magdalena Medio se produce una gran cantidad de riqueza, se calcula que hasta un 70 % del millón de residentes de la zona vive en la pobreza, casi el doble del promedio nacional.2 Desde mediados del siglo XX, el Magdalena Medio ha sido escenario de operaciones de insurgencia y contrainsurgencia. Las dificultades económicas y la violencia han llevado a miles de personas a abandonar en forma permanente las zonas rurales.

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       Mapa 1. Norte de Colombia, con cifras de población de las principales zonas urbanas. Circa 1905

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       Figura 1. El Cristo Petrolero, símbolo de Barrancabermeja

      Fuente: fotografía del autor.

      En un retén de la Armada justo al norte de la refinería, los viajeros son interrogados y registrados por soldados jóvenes. Desde ahí hay un corto viaje hasta el muelle municipal. Los migrantes pueden dirigirse desde la zona del puerto, a través de un centro comercial de la ciudad bastante congestionado, pasando ante filas de apartamentos modestos. En la vía, pueden dar un vistazo al Cristo Petrolero (véase la figura


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