Activismo, diversidad y género. Laura Raquel Valladares de la Cruz

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Activismo, diversidad y género - Laura Raquel Valladares de la Cruz


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un sueño lejano: la construcción de un modelo de gobierno autonómico regido bajo “usos y costumbres”.37

      “DESPUÉS DE TODO FUE LA UPOEG EL PUNTO DE LANZA PARA TODO EL PROYECTO DE AUTONOMÍA”

      Hasta aquí se observa cómo las comunidades de los municipios de Ayutla de los Libres y Tecoanapa, que participaban de manera activa en el resguardo del territorio y en la reconstrucción de un anhelado proyecto de paz, definían tres escenas: se reflejaban los cambios en un periodo de caos sistémico y de transición de hegemonías en Guerrero (Wallerstein, 2008); se manifestaba la ingobernabilidad del estado y se demostraba con hechos la complicidad del gobierno en actos de corrupción y vínculos con el crimen organizado y “los rostros cubiertos o encapuchados” denunciaron la exclusión y el abandono histórico en el que, sistemáticamente el Estado los había tenido.

      Con la experiencia de la comunidad de El Mezón se demuestra que los pueblos indígenas, mestizo y afromexicano de Ayutla sostenían la movilización étnica de la UPOEG desde una posición política y legítima. Lo que significaba que a pesar de las tensiones y contradicciones, el proceso colectivo se ha construido desde las comunidades y no obstante las diversas fracturas políticas que ha transitado, ésta sigue siendo un referente al interior de las comunidades, la lógica es de aceptación debido al proyecto autonómico relacionado con la libre determinación, expresada en la conformación del Concejo Municipal Comunitario de Ayutla de los Libres: “Después de todo fue la UPOEG el punto de lanza para todo el proyecto de autonomía” (Bazán, 2019).

      Por ello, el salto cualitativo de las comunidades y debido a la inoperancia y desconfianza del sistema partidista tradicional, encabezado en los últimos años por Severo Castro Godínez (2012-2015) y Hortencia Aldaco Quintana (2015-2018) del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), fue la apuesta no sólo por la búsqueda de elegir a sus autoridades y sus propias formas de gobiernos mediante Sistemas Normativos Internos sino por el pleno ejercicio del derecho a la libre determinación.38 Como dice Estreberto Palma, actual comisario de El Mezón, “primero expulsamos a los chicos malos de Ayutla y después expulsamos a los chicos malos del ayuntamiento”.

      Ahora, no voy a referir a la particularidad de la actual estructura del gobierno comunitario sino cómo la UPOEG, en su papel de sujeto político, escombró senderos hacia la construcción de un modelo autonómico indígena que se gestaba en escenarios complejos, tanto en el campo jurídico39 como en el nivel del municipio.

      En el primero se visualizó claramente la omisión y retardo del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana del Estado de Guerrero (IEPC local), que “violentaba el derecho constitucional a la libre auto-determinación y autogobierno”40 y, por tanto, se tuvo que recurrir Juicios para la Protección de los Derechos Político Electorales del Ciudadano41 ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).42 Aquí, prevalecían tanto los descontentos sociales como las impugnaciones principalmente por parte del PRI y el PVEM, por el ciudadano Rutilio Espíndola, por Roberto García Guadalupe (de la CRAC-PC) y por 1 097 comuneros del municipio.43

      En el segundo escenario figuró el racismo y la discriminación por parte de la elite mestiza, política y económica de la cabecera. “Los indios y cuadrilleros”,44 como los llamaban, cuestionaban la cúspide de la dirección política de la clase blanco-mestiza, misma clase que se mostraban inconformes con ceder el poder “a los marginados”:

      Nos ha tocado luchar por este reconocimiento, porque no todos están a favor, los de la cabecera municipal, que han sido los más beneficiados con el actual modo de gobernar, no quieren este proceso, lo consideran un retroceso, de la manera más ruin han engañado a la gente, que les quitarán programas sociales, que viviremos como los animales, pero esto no es así, porque ya hay muestra de que sí se puede gobernar bien (Vázquez, 2018, en Hernández, 2018).

      Si bien, para el tema de la configuración de la policía ciudadana del SSyJC se pensó y diseñó desde el marco y visión de la UPOEG, el proceso de lucha autonómica se tornaba interesante porque no sólo se gestionaba con la participación de las comunidades aglutinadas en la UPOEG, sino que también, ahora, participaban las comunidades pertenecientes a la CRAC del municipio de Ayutla. Adquiría el proceso de búsqueda por el reconocimiento del derecho a la libre determinación un carácter dialógico, debido a las negociaciones interculturales entabladas entre los dos sujetos políticos que compartían el objetivo de la liberación de los pueblos del precario sistema de partidos políticos.

      Fue así que después de un arduo sendero donde “hubo persecución, hostigamiento y presión psicológica” (Plácido, 2019), el 15 de julio de 2018 se eligió a mano alzada, mediante usos y costumbres, la nueva estructura del Concejo Municipal Comunitario,45 conformado por los pueblos na sávì, mè`phàà y mestizo. Como dice la coordinadora municipal de Ayutla, Patricia Ramírez Bazán:

      Los usos y costumbres no son novedad, son de los pueblos, son milenarios, son con lo que nosotros hemos crecido, y vivido. Es un derecho que no se había respetado y ahora medianamente se ha respetado por la lucha de los pueblos. Si creíamos que la lucha terminaba cuando los cuadrilleros llegamos al poder, es al contrario, apenas es cuando empieza (Bazán, 2019).46

      En la actualidad, el autogobierno enfrenta problemáticas heredadas de los gobiernos predecesores y mantienen una posición firme en defensa del territorio frente a empresas madereras ilegales y mineras.47 Además, este modelo que construyen las comunidades está retoñando “hay más de 30 municipios que quieren seguir el ejemplo de Ayutla” (Bazán, 2019), como Tecoanapa (municipio vecino), que en julio de 2020, se encuentra en el proceso de consulta a la ciudadanía para que decidan si cambian o no su sistema de elección de autoridades municipales, de partidos políticos a Sistemas Normativos Internos (SNI); o como en las comunidades donde se están organizando para exigir y ejercer el derecho a elegir a sus autoridades municipales y diputados locales mediante SNI, conforme la normatividad nacional e internacional en materia de derechos indígenas (Bazán, 2019).

      Este proyecto de autonomía indígena de Ayutla de los Libres planteó, en primer lugar, un mecanismo de elección de autoridades municipales fuera de los partidos políticos que transcendió la figura del ayuntamiento por una estructura organizativa más acorde con las prácticas de las comunidades (Vázquez, 2019), lo que permitió democratizar las estructuras hegemónicas del poder en el ámbito municipal.

      Además, sostengo que este modelo de autogobierno indígena nos deja ver claramente dos escenarios:

      El primero, que prevalece el sentido de comunidad y de colectividad a la hora de reinventar la práxis política frente a un modelo económico neoliberal, que encamina únicamente al sendero del individualismo; una práxis que marca una ruptura con un sistema que ha alimentado histórica y sistemáticamente la inequidad y exclusión de los pueblos indígenas y afromexicanos.

      Segundo, nos deja ver cómo se empieza a nombrar, a percibir y a defender la afrodescendencia en el proyecto autonómico.

      CONCLUSIONES: REPENSAR EL TRABAJO COLABORATIVO

      Quiero plasmar tres reflexiones finales. La primera. Hoy, el municipio de Ayutla de los Libres es una de “las zonas liberadas que existen en nuestras sociedades donde la gente busca una alternativa no para el futuro, sino para hoy” (De Sousa, 2018). A diferencia de años atrás, ahora el lugar donde se promulgó el Plan de Ayutla en 1854,48 en la Plaza de la Paz se encuentran caminando o sentados, más de 40 policías ciudadanos, todos portan sus armas y sus uniformes con el logotipo del SSyJC de la UPOEG, algunos conversan entre sí y otros fuman mientras responden mi saludo con tenues sonrisas, enfrente de la plaza se encuentra la Honorable Casa de los Pueblos (ex palacio municipal en la lógica del sistema partidista). Al mismo tiempo, se puede observar la imponente parroquia amarilla de Santiago Apóstol y el letrero inconfundible con grandes y coloridas letras que dice “Ayutla de los Libres”, típico para las fotografías del recuerdo.

      Las principales problemáticas relacionadas con secuestros, cobro de cuotas, extorsión, asaltos,


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