Teoría crip. Robert McRuer
Читать онлайн книгу.son esencialmente temporales, y aparecen solo cuando -y en la medida en que- son necesarias. Aunque las discapacidades resultantes de la agresión a Simon en As Good As It Gets parecen diferir de las discapacidades (como la de Melvin) que se pueden “transformar y mejorar” y de las discapacidades o enfermedades (como la de Spence) que son más crónicas, en última instancia, todas sirven para la ampliación de la identidad de la capacidad corporal y, lo que es más importante, pueden desplazarse desde el centro del escenario a medida que se produce esa ampliación. De manera similar, el modelo que golpea a Simon y es inicialmente representado como un estafador callejero, y el amigo y colega gay negro de Simon, Frank Sachs (Cuba Gooding Jr.), que es retratado como un personaje mucho más extravagante que Simon, podrían tener vidas muy diferentes a las del propio Simon; todos tienen sexualidades, a su vez, que son diferentes de las “sexualidades” de la madre de Spence y Carol, Beverly (Shirley Knight) (de hecho, se representa a Spence y Beverly como si no tuvieran sexualidad). Sin embargo, en última instancia, la gama de identidades sexuales reales o potenciales solo facilita el emparejamiento heteronormativo representado por Melvin y Carol al final de la película; ya no es necesaria una vez que el emparejamiento está asegurado.
Al final, entonces, ni el género en disputaxiini la capacidad en disputa son suficientes por sí mismos para desmontar la heterosexualidad obligatoria o la capacidad corporal obligatoria. Butler reconoce este problema: “Esta incapacidad de acercarse a la norma… no es lo mismo que la subversión de la norma. No hay ninguna promesa de que la reiteración de las normas constitutivas vaya a propiciar la subversión; no hay garantía de que la exposición del estado naturalizado de la heterosexualidad propiciará su subversión” (“Critically Queer”, 22; citado en Warner, “Normal and Normaller”, 168–169 n. 87). Para Warner, este reconocimiento de Butler localiza una brecha potencial en su teoría, “digamos, entre virtualmente queer y críticamente queer” (“Normal and Normaller”, 168-169 n.87). En contraste con una identidad virtualmente queer, que sería experimentada por cualquiera que fuera incapaz de representar la heterosexualidad sin contradicción ni incoherencia (es decir, todas las personas), una perspectiva críticamente queer podría presumiblemente utilizar el inevitable fracaso en aproximarse a la norma para colectivamente “aprovechar la debilidad de la norma”, por usar la expresión de Butler (“Critically Queer”, 26).
Una brecha similar podría identificarse en relación a la discapacidad. Todas las personas tenemos virtualmente una discapacidad, tanto en el sentido de que las normas de la capacidad corporal son “intrínsecamente imposibles de encarnar” por completo y en el sentido de que el estatus de capacidad corporal es siempre temporal, ya que la discapacidad es la única categoría de identidad que todas las personas van a encarnar si viven lo suficiente. Sin embargo, lo que podríamos llamar una posición críticamente discapacitada diferiría de esa posición virtualmente discapacitada; aquella posición llamaría la atención sobre las formas en que el movimiento por los derechos de las personas con discapacidad y los estudios sobre la discapacidad se han resistido a las demandas de la capacidad corporal obligatoria y han exigido el acceso a una esfera pública recientemente imaginada y configurada donde la participación plena no depende de un cuerpo capacitado.
De hecho, podríamos ampliar el concepto y ver tal perspectiva no como críticamente discapacitada, sino como severamente discapacitada, donde severo funciona de forma similar a la crítica queer que se ha hecho de fabuloso. Tony Kushner escribe lo siguiente:
Fabuloso se convirtió en una palabra popular en la comunidad queer; bueno, nunca fue impopular, pero durante un tiempo se convirtió en el grito de guerra de una nueva política queer, carnavalesca y camp, agresivamente marica, festiva y cañera como una drag queen arrabalera: “¡FAAAAABULOSO!”… Fabuloso es una de esas palabras que proporcionan una medida del grado en que una persona o un acontecimiento manifiestan las características más distintivas y enérgicas de una subcultura particular, generalmente oprimida. (vii)
Severo, aunque menos común que fabuloso, tiene una historia queer similar: una crítica severa es una crítica feroz, una crítica desafiante, que interpreta cuidadosamente y a fondo una situación, y me refiero a interpretar en el sentido de la calle, de señalar en voz alta las deficiencias de una situación, persona, texto o ideología determinados. “Severamente discapacitado/a”, según una concepción queer, revertiría la visión capacitista de los cuerpos severamente discapacitados como los más marginados, los más excluidos de una normalidad privilegiada y siempre esquiva, y, en cambio, sugeriría que son precisamente esos cuerpos los que están mejor posicionados para rechazar la “mera tolerancia” y para señalar las deficiencias de la capacidad corporal obligatoria. Ya se trate del “ejército de mujeres con un solo pecho” que Audre Lorde imagina descendiendo sobre el Congreso; los Rolling Quads, cuya resistencia provocó el movimiento de vida independiente en Berkeley, California; los/las estudiantes sordos/as cerrando la Universidad Gallaudet en la acción Deaf President Now (Un/a presidente/a sordo/a ya); o ACT UP irrumpiendo en los Institutos Nacionales de Salud o en la Administración de Alimentos y Medicamentos; en todos estos casos, los cuerpos severamente discapacitados/críticamente queer ya han generado problemas a la capacidad, rediseñando la esfera pública y repensando y remodelando las formas limitadas de corporalidad y deseo propuestas por los sistemas que intentan contenernos26.
La heterosexualidad obligatoria está articulada con la capacidad corporal obligatoria; ambos sistemas trabajan para (re)producir el cuerpo capacitado y la heterosexualidad. Pero precisamente porque estos sistemas dependen de una existencia queer/discapacitada que nunca puede ser contenida del todo, la hegemonía de la heterosexualidad capacitista siempre está en un riesgo de colapso. Llamo la atención sobre las posibilidades críticamente queer y severamente discapacitadas para traer al debate a los actores crip que, en el capítulo 1 y en el resto de este libro, impulsarán, de manera más productiva, la crisis de autoridad que actualmente cuestiona las normas heterosexuales/capacitistas. En lugar de invocar la crisis para resolverla (como sucede en la película As Good As It Gets), yo diría que la teoría crip (en conversaciones productivas con una variedad de movimientos queer/de discapacidad) puede invocar continuamente, para promover esa crisis, las soluciones inadecuadas que nos ofrecen la heterosexualidad obligatoria y la capacidad corporal obligatoria. Y en contraste con una cultura capacitista que ofrece la promesa de un ideal sustantivo (pero paradójicamente siempre elusivo), la teoría crip se resistiría a delimitar los tipos de cuerpos y habilidades que son aceptables o que producirán cambios. Idealmente, la teoría crip podría funcionar, como el propio término “queer”, “de manera oposicional y relacional, pero no necesariamente de manera sustantiva, no como una certeza sino como un posicionamiento, no como una cosa, sino como una resistencia a la norma”. (Halperin, 66). Por supuesto, al defender una teoría crip sin una sustancia necesaria, espero que el resto de Teoría crip deje claro que no me refiero a negar la materialidad de los cuerpos queer/con discapacidad, ya que son precisamente esos cuerpos materiales los que han impulsado los movimientos y han provocado los cambios que comento aquí. Más bien, sostengo que la crítica queer y la discapacidad severa tienen que ver con la transformación colectiva (de formas que no necesariamente pueden predecirse de antemano) —con volver crip— los usos materiales y sustantivos a los que la existencia queer/con discapacidad ha sido expuesta por un sistema de capacidad corporal obligatoria, con insistir en que ese sistema nunca es tan bueno como parece, y con imaginar los cuerpos y los deseos de otra manera.
vi En la traducción de Amorrortu hay un grave error en la traducción de esta frase, se omite la negación del original alemán (keine Selbstverständlichkeit), dando así a entender que la heterosexualidad sí es algo químico y natural: “es un problema, respecto del cual cabe suponer una atracción en el fondo de carácter químico”, p 132. En la versión de Biblioteca Nueva (Obras completas, vol. II, p. 1178) se traduce correctamente. Hemos optado por tanto por esta última versión, que es fiel al original de Freud. La cita en inglés de McRuer es correcta, incluye la negación de lo natural y lo químico del original en alemán. (N. del T.)
vii Traducimos able-bodiedness como “capacidad corporal”. Es un término que indica que no se tiene ninguna discapacidad