Todas mis palabras son azores salvajes. Gloria Fortún

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Todas mis palabras son azores salvajes - Gloria Fortún


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todo te acordarás, será como un mapa, nuestros fluidos los ríos, nuestras miradas su leyenda, vuelve conmigo (sagrada ficción que se destruye con solo tocarla).

      ¿Qué palabras curan ese tipo de amnesia, lo consiguió Jeanette Winterson, corrió Vita a los brazos de Virginia al leer Orlando, cómo, cómo se extraen los suspiros de ese Qatar que es ahora mismo tu corazón petrolífero? Quisiera decirte tantas cosas, o mejor, querría entregarte el sentimiento hecho materia, para que vieras reflejada en su maravilla la tuya. En mi amor tú ves debilidad y yo veo arte. Podría decir: no hay nada sin lo nuestro. Y subyugarme a los cánones del amor romántico. La verdad es peor. Todo sigue sin lo nuestro.

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      Esto de enamorarse de una señora de la cabeza a los pies es lo que tiene. Una que donde tú vas, ya haya ido y vuelto. Una que desdeñe la inercia y no quiera ser el ejemplo de nadie. Una con sus buenas tetas, sus estrías, los hijos crecidos y un ligero recuerdo de cuando vivía Franco. Una a la que complicar gustosamente la vida. Una que te diga, fóllame ya mi amor que envejezco. Una que se vuelva loca con el mechón que se escapa de tu coleta. Una que atraviese sin piedad a quien se atreva a dañarte. Una con quien no encuentres sosiego, ni ofertones en La Manga del Mar Menor, ni hipoteca. Una hermana loba con la que poder salvajear. Una que te deje el cuerpo hecho cielo. Una señora de la cabeza a los pies.

      Deliciosa mujer que afirma

      ser demasiado mayor para mí,

      deliciosa mujer que me explica

      que ya tiene su vida organizada,

      no vaya yo a desbaratárselo todo

      justo ahora que por fin estaba tan tranquila,

      deliciosa mujer que insiste

      en que también a mí se me caerán las tetas,

      deliciosa mujer que me escucha

      con una ceja levantada y una pierna inquieta.

      Deliciosa mujer yo le juro

      que si nos dejan repetir vida

      me pienso poner delante de usted

      con quince años

      y decirle:

      señora, enséñeme todo lo que sabe.

      Con un gesto

      perezoso, insolente y seductor

      pasas el brazo

      por detrás de tu cabeza

      y desnudas tu axila.

      Así averiguo la tonalidad

      de otro vello anhelado.

      Un día

      esta locuaz poeta

      hará un pacto con las diosas

      en tu nombre,

      dejará marchar sus palabras

      sobre dragones

      de escamas purpúreas

      y deslizará su silencio ondulante

      por tu secreto

      recién desvelado.

      Lo haré como una guerrillera:

      despacio,

      camuflándome entre los arbustos

      sin dejar

      ningún recoveco

      inexplorado.

      A centímetros negativos de ti

      mi amor

      por fin.

      ¿Piensas en mí?

      Cabe la posibilidad de que me enamore de ti en cualquier momento. Tendrás que vivir con esa bomba de relojería si me quieres a tu lado. Podrías hacer un gesto, simplemente pasarte la mano por el pelo, por ejemplo, y entonces algo haría clic.

      Y bum.

      No pasa nada.

      No te asustes.

      El miedo generaliza. El amor especifica.

      Doña Community Manager, aquí va una pregunta a la que no puede responderte google.

      ¿Piensa en mí?

      ¿Puede una odiar, como odio yo ahora, a todas esas desconocidas que en este momento pasan por tu lado en la calle?

      Estoy dejando de ser la Dra. Frankenstein del Amor. Llevaba mucho tiempo robando corazones de los cementerios en un intento de resucitar el mío.

      Ay, no hacía falta, por las faldas de Mary Wollstonecraft Shelley, no hacía falta.

      Al principio te llamé con muchos nombres inventados para que supieras que eras única para mí. Después quise llamarte por tu nombre, ese por el que te llama todo el mundo, gritarlo por las calles, en la ducha, rezarlo. Para hacerlo mío, hacerte mía. ¿Estás segura de que sale en el santoral, de que hay otras que se llaman como tú?

      Así es que vente viniendo, camina buscándome, anda hacia mí, quiero que reboses de intención.

      Sé mi sacerdotisa y erige un templo en un espacio yermo de mi Alma.

      Y recuerda, Doña Perfecta. Perder el equilibrio por amor es válido.

      Clic.

      Bum.

      Te voy a decir una cosa, estoy bien jodida y me sobra el mundo. Estoy bien jodida y no entrego las cosas a tiempo porque te busco en google, que alguien me quite la wifi por favor o quítame tú los vaqueros, estoy bien jodida rezando nombres de escritores nefastos para que se me pase el pálpito del sacrosanto, en mi vida había susurrado Arturo o Javier con la voz cachonda, qué se le va a hacer si estoy bien jodida y se me han descabalado las edades interiores y exteriores, estoy bien jodida y abro todos los periódicos digitales para saber si se ha regenerado el Amazonas de pronto porque tu sonrisa, estoy bien jodida y es mala época esta para quedarse sin respiración y te voy a decir una cosa, estoy bien jodida y mis amigas se ríen de mí y yo me río de mí y todas estamos muy felices porque por fin he encontrado algo que se me da fenomenal, morirme al menos cinco veces al día, escribir gilipolleces y estar muy pero que muy bien jodida, estoy bien jodida, esto es insoportable y me encanta, estoy bien jodida y mi ternura ha tenido ternuritas que corretean por todas partes, abren todos mis cajones, han descubierto mi bala vibradora y mis kit kats, estoy bien jodida y me tropiezo todo el rato, he roto mi taza favorita y he tenido un ataque de risa en el INEM, estoy bien jodida a tu lado y tú rodeada de gente y mis pulmones desbocados, podrías por favor no ponerte más esa americana, entonces me rozas ligeramente la mano y sigues hablando con los demás como si nada, y yo estoy bien jodida, brotan jardines, no sé dónde meterme, estoy completamente demodé y quiero ser tu manicomio, que alguien me ponga un whiskazo, que estoy bien jodida y esto hay que celebrarlo, qué coño.

      Será porque soy una mujer-montaña que en mi cuerpo hay puestas de sol y una pequeña y cosquilleante india que vadea mis ríos en su canoa y sobrevive a mis cataratas. Será por eso que tengo brazos fuertes de grizzly, necesidad de aullar y un recuerdo heredado de alguna tatarabuela que se despierta cuando suena el viento. Será por eso que alguna exploradora avezada aún no ha encontrado el camino de vuelta.

      Yo caminaría por su brazo, cuerda floja de mi Deseo, para arrojarme al océano oscuro, bucearía con la boca abierta para completar la gota robada por mi lengua de camaleona, respiraría en un submundo sin tiempo porque soy una ballena memoriosa, borracha recalaría en tierra para escribir poemas de amor, dejaría que me creciera el pelo para esconder en él mis manuscritos, desnuda y ajena a los códigos aguardaría su navío, mi pirata me diría no te ahogaste y me daría uno de sus vestidos, uno en el que cupiera con besos que fueran también de mi talla, por fin todo encaja, reiría contra la arena y de mi pelo revuelto caerían conchas y palabras que rimasen con su nombre. Yo empezaría por el extremo


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