Explorando nuevos paradigmas en Economía Política. Rafael Cardoso
Читать онлайн книгу.se da un caso especial en los patrones de las empresas productivas cuyo derecho de propiedad sobre parte de la ganancia de lo producido en la empresa se ve cuestionado por los empleados que la reclaman en razón de que desconocen la validez del criterio de apropiación sobre esta, basado en la propiedad de los medios de producción, y ambas partes deben recurrir a menudo al uso de medidas de fuerza para resolver su conflicto (los conflictos laborales propios de la lucha de clases). En este punto aprovecho para plantear a la consideración social que se discuta socialmente e instituya un nuevo paradigma y criterio más adecuados a los tiempos que corren en el sentido de dar cuenta de la división de la sociedad entre ricos y pobres y del cúmulo de trastornos que la brecha entre unos y otros acarrea a la humanidad.
Por otro lado cuando el ejercicio del derecho de propiedad se ve llevado más allá de su límite establecido socialmente, da lugar igualmente a reclamos y conflictos con otros propietarios involucrados en él, e igualmente cuando este derecho no es respetado, cosa que ocurre en los hechos de robo, hurto, saqueo, usurpación, cuatrerismo, etc., los Estados de las naciones tienen desarrollados legislaciones relativas al respecto que penalizan de diversa manera tales situaciones.
El recurso abarca la materialidad pura del valor de uso (ej.: la proteína, o la monodroga, etc.), y también la materialidad de contención (el grano de trigo, o la pastilla, respectivamente). Además, un conocimiento, una idea, también son recursos que contienen un valor de uso, y cuya materialidad está en el cerebro de la persona en quien reside, o en el código que lo significa, y que está morando en una versión impresa en papel, o en una versión grabada en un soporte electromagnético, etc.
Formas del ejercicio de la disposición
- Al recurso le es indiferente prestar los servicios de sus propiedades útiles a Juan o a Pedro, debido a ello, entre ellos podrán compartirlo de diversas maneras, que a su vez constituyen diversas formas del ejercicio de la disposición sobre el bien de propiedad. Por ej., el préstamo de uso: donde Juan entrega a Pedro por un x tiempo o uso el consumo y uso del bien, cumplido el cual Pedro se lo devuelve a Juan. Aquí no hay transferencia de propiedad. (Ej., te presto mi bicicleta por una hora, o, te la presto para que vayas a tu casa y vuelvas). Un caso particular del préstamo es el préstamo mercantil: cuando lo que se presta es dinero, en este caso el dinero prestado es devuelto en cuotas (normalmente iguales) más un plus por el beneficio obtenido en el uso de ese dinero, llamado “interés” que también usualmente se paga fraccionado junto con las cuotas. El alquiler o locación: aquí Juan entrega a Pedro por un x tiempo o uso el consumo, uso, y eventualmente algunas formas pactadas de la disposición del bien. Mientras Pedro lo usa le paga periódicamente a Juan x cantidad de dinero (también llamado renta) por los beneficios que el bien le proporciona al hacer uso de sus propiedades útiles. Cumplido el tiempo Pedro se lo devuelve a Juan. Como se verá, aquí tampoco hay transferencia de propiedad. Aquí un caso especial se presenta en los alquileres, porque si bien estos tienen un régimen propio, en ellos se esconde una compraventa en la medida que el inquilino paga por adelantado, por un beneficio que se supone que le brindará el bien alquilado durante el período pactado, el cual en este sentido oficia de “bien”, vendido, o mercancía, beneficio que por otro lado no siempre es el mismo que los anteriores, pero por el cual se paga lo mismo, salvo que se pacte un nuevo precio.
También de esta descripción del alquiler, salta a la vista su similitud con el préstamo bancario, lo cual deja ver que en este se esconde un alquiler del dinero en cuya cuota se configura por un lado la devolución del bien alquilado [el dinero ”prestado”] en etapas, y por el otro la renta [“interés”] que el inquilino de ese dinero le paga al locador por los eventuales beneficios que la inversión de ese dinero le proporcionará.
La donación: aquí Juan regala a Pedro el bien. En este caso hay transferencia de propiedad a cambio de nada (las “gracias” solamente).
CAPÍTULO 3
Comercio – mercancías – mercado
- Al recurso también le es indiferente estar en relación de pertenencia con Juan o con Pedro, debido a ello Juan podrá intercambiar recursos con Pedro, y cuando esta actividad (a la que conocemos con el nombre de COMERCIO) se realiza, los recursos que participan en este juego acceden a la condición de MERCANCÍAS, cuya identidad de clase consiste en la capacidad relativa de procurarle nuevos recursos a su propietario, a cambio de renunciar al suyo y entregarse en propiedad a quien aportó esos recursos (ej.: en un trueque, la gallina de Juan le consigue a su dueño 4 platos de madera de Pedro, que es carpintero, entregándose ella en propiedad a este, en prenda de compensación, y en una compra-venta, una x cantidad de dinero de Juan le consigue a su dueño los 4 platos de madera de Pedro entregándose él en propiedad a este). De esta manera vemos que las mercancías circulan en el seno de la sociedad, en un circuito que denominamos “mercado”, de mano en mano (de propietario en propietario) presentándose tal situación como la síntesis de un proceso en que la mencionada pertenencia es negada cada vez por la aplicación de un trabajo mercantil o comercial. Entonces, esta relación de propiedad sobre las cosas cuyo par antitético es mío-tuyo es la base del mundo del intercambio de los productos y servicios del mundo de la producción entre las gentes.
Metáfora de la vaca del Mercado de Liniers
Pero hete aquí que en el mundo del intercambio se juega con los títulos de propiedad sobre las cosas, no con las cosas mismas que van a ser intercambiadas, si voy al Mercado de Liniers y veo una vaca que me gusta, no le paso el bozal y me la llevo, porque eso me llevaría a la cárcel por cuatrero, en lugar de eso busco a su dueño y le digo: “Estoy interesado en su vaca, a cuánto la vende”, o en otros términos: “Estoy interesado en adquirir los derechos de propiedad sobre su vaca, cuánto dinero debo aportarle para que me los transfiera”. Así, una vez acordado el precio y efectuada la operación de compraventa (entrega del dinero pactado contra la entrega de la factura de venta, que juega como testimonio de la transferencia de propiedad, que como ya dijimos implica la exclusividad en el goce de sus propiedades útiles y en la disposición sobre ella) este comprador ya puede ponerle su bozal a su animal, y llevárselo a su corral.
Carlos Marx (el trabajo abstracto) – metáfora del oro y las nueces – relaciones trabajo - valor de cambio
Pues bien, pero entonces dónde juega esto del trabajo abstracto, del trabajo en general, del cual habla Carlos Marx en el primer libro de su obra El capital como factor generador del valor de cambio de las mercancías, ya que como hemos visto en la metáfora anterior, el trabajo no participa del proceso de formación del valor de cambio de las mercancías. Marx en su capítulo 1 dice que “un bien solo encierra un valor (de cambio como mercancía) por ser encarnación o materialización del trabajo humano abstracto”, que se mide “por la cantidad de trabajo que encierra”, que a su vez se mide “por el tiempo de su duración expresado en horas, días, etc.”. Luego dice que “este tiempo de trabajo representa la media necesaria para producirla” (a tal mercancía) o sea “el tiempo de trabajo socialmente necesario” para producirla. Más adelante define: “Lo que determina la magnitud de valor de un objeto” (mercancía) es “la cantidad (expresada en tiempo) de trabajo socialmente necesario para su producción”. Por último dice: “Consideradas como valores, las mercancías no son más que determinadas cantidades de tiempo de trabajo cristalizado”, el dinero es también una mercancía y se rige también por las mismas definiciones. Expondré al respecto la metáfora del oro y las nueces. Supongamos que en un campo, cerca de un río que serpentea entre dos montañas, se hallan esparcidas por el suelo, no sé por qué causa, nueces y pepitas de oro, como ambas cosas me interesan, junté en sendas bolsas de plástico un kilogramo de pepitas de oro y otro kilogramo de nueces; recuerdo que me habré agachado a levantar y poner en cada bolsa similar cantidad de veces por cada cosa, luego, cuando llegué a casa, como tengo negocio, puse en venta ambas mercancías, y adivinen a qué precio puse el oro, y a cuánto las nueces, pues a USD 150.000 el kg de oro, y a tres chirolas el kilogramo de nueces: me llevaron primero el oro, tardé un poco más con las nueces. Cómo explico entonces lo de Marx. Cómo un trabajo similar a otro puede