Una historia del movimiento negro estadounidense en la era post derechos civiles (1968-1988). Valeria L. Carbone
Читать онлайн книгу.n° 3 (Mar 1930), 85-83, en Manning Marable y Leith Mullings, op. cit., 277-278.
131 American Social History Project, Who Built America? op. cit., capítulo 7.
132 A. Philip Randolph, en Jervis Anderson, A. Philip Randolph: A Biographical Portrait (Berkeley: University of California Press, 1986), 232, https://books.google.com.ar/ (consultado en 20 ene 2016).
133 En 1944, la afro-estadounidense Irene Morgan fue arrestada por negarse a cederle a un pasajero blanco el asiento que ocupaba en el autobús en el que viajaba. Llevando el caso a la justicia (Irene Morgan vs el Commonwealth de Virginia), en 1946 llegó a instancias de la Corte Suprema que resolvió que la segregación en el transporte interestatal era inconstitucional. La mayoría de los estados sureños hicieron caso omiso de la sentencia.
134 Robert Weaver, “Negro Labor: A National Problem” (1946), en Beth T. Bates, op. cit., 32.
135 “Executive Order 9981”, 26 Jul 1948, General Records of the United States Government; Record Group 11, National Archives, http://www.ourdocuments.gov/ (consultado en 5 Feb 2012).
136 Manning Marable, Race, Reform and…, op. cit., 16.
137 Hacia fines de 1940, al menos 32 casos relacionados con segregación educativa habían sido tratados ya en juzgados estaduales. En 1935 se había ordenado judicialmente el ingreso del primer estudiante negro en la escuela de posgrado de derecho de la Universidad de Maryland (caso Murray), y en 1938 la Corte Suprema había sentenciado que el estado de Missouri no podía negar el ingreso de estudiantes por cuestiones de color o raza (caso Gaines). Si bien las universidades continuaron restringiendo el ingreso de estudiantes negros, muchas comenzaron a incorporar dependencias “para negros”, y admitiendo estudiantes sobre la base de los principios de segregación racial.
138 La Suprema Corte de los Estados Unidos, “Brown contra la Junta de Educación de Topeka, 1954”; en Daniel J. Boorstin (comp.), Compendio histórico de los Estados Unidos (México: Fondo de Cultura Económica, 1997), 728-729.
139 El rechazo a la sentencia fue generalizado y en algunos casos fue necesario que funcionarios federales la impusieran. En 1956, 101 congresistas sureños firmaron una “Declaración de Principios Constitucionales” (el “Manifiesto Sureño”), en la que instaban a ignorar la sentencia del caso Brown. Según el Manifiesto, la Corte no tenía poder para imponer tal medida ya que tales decisiones eran competencia de los gobiernos estaduales. Legisladores sureños aprobaron más de 450 leyes concebidas para eludir el dictamen de la Corte. El caso más paradigmático se dio en 1957, cuando el presidente Dwight D. Eisenhower debió enviar a la Guardia Nacional a Little Rock (Arkansas), luego de que el gobernador Orville Faubus se negara a admitir a nueve estudiantes negros en la Central High School. Hacia 1960, menos del 1% de los estudiantes negros sureños asistían a escuelas integradas, y aun hacia 1965 más del 75 % de los establecimientos educativos sureños permanecían segregados. Howard Zinn, op. cit. 450.
140 Thomas Waring, en “Episode 1: Awakenings (1954–1956)”, 21 de Enero de 1987; Dir. Judith Vecchione, capítulo de Eyes on the Prize: America's Civil Rights Years (1954-1965); (PBS, 1987, PBS).
141 Howard Zinn, op. cit., 451.
142 Sobre las formas de organización de base, estrategias de acción directa no violenta, estrategias legales, ideología de resistencia pasiva y consecuencias a corto y largo plazo del boicot de Montgomery, ver Valeria L. Carbone, “El Boicot de Montgomery, 50 años después”, en De Sur a Norte: Perspectivas sudamericanas sobre Estados Unidos, Vol. 7, N° 14 (Buenos Aires: Fundación Centro de Estudios Americanos, 2006), 57-83.
143 Este Nuevo Negro fue el resultado de un cambio de actitud y reevaluación de los negros de sí mismos, de su lugar en la historia y su rol en el proceso de la lucha. En la misma, valores como “respecto” y “dignidad” adquirieron una relevancia central. “Dignidad” implicó la capacidad de encarar una lucha en la que los métodos utilizados estuvieran lejos de los de grupos blancos radicalizados, dispuestos a todo para evitar cualquier cambio social emergente. Fue la relación pacifismo-dignidad la que se constituyó en el eje articulador que caracterizó a la nueva etapa de lucha. Esta concepción fue perfectamente expresada por Martín Luther King, Jr., quien en la revista Liberation (1956) explicó el cómo y porqué de la lucha, cómo se relacionaba con la evolución de la comunidad negra, y de una nueva actitud y disposición a cambiar la historia: “Hubo épocas en que los negros perdieron la fe en sí mismos y se convencieron eran aquello les habían hecho creer eran... algo inferior a los hombres. La “paz racial” podía mantenerse siempre y cuando estuvieran dispuestos a aceptar esa realidad. No se trataba de una paz fácil de mantener, porque los negros debíamos pacientemente aceptar todo tipo de injusticias, insultos, maltratos y explotación. Pero lentamente las masas negras del sur comenzaron a reevaluarse a sí mismas – un proceso que cambió la naturaleza de la comunidad negra y socavó los patrones sociales sureños. La “paz” sureña se vio rápidamente alterada por la nueva y valerosa forma de pensar de los negros y de su cada vez mayor rapidez para organizarse y actuar... La extrema tensión racial que se vive en el sur hoy se explica en parte por el cambio revolucionario que los negros han hecho de sí mismos, de su destino y de su determinación por luchar por la justicia. Nosotros, los negros, hemos reemplazado la compasión y desprecio, por respeto y dignidad”. Ídem, 71.
144 Los sit-ins (sentadas) fueron una forma de acción directa no violenta que surgió hacia 1960 en Greensboro, Carolina del Norte. Estudiantes negros se sentaban en las barras de los restaurantes – espacios reservados a clientes blancos – buscando ser atendidos. Al negárseles el servicio, permanecían allí por horas, soportando violentas agresiones, e incluso siendo detenidos por la policía. Rápidamente esta forma de protesta alcanzó la participación de 50.000 estudiantes en Alabama, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Georgia, Florida, Maryland, Tennessee y Louisiana.
145 La segregación en los medios de transporte y estaciones de autobuses y trenes (espacios comunes, áreas de espera, patios de comida, baños) era una práctica común en todo el sur. En 1961, CORE resucitó los Journey of Reconciliation bajo la forma de los Freedom Rides: viajes interestatales con pasajeros blancos y negros que directamente violaban leyes de varios estados. Ello condujo a algunos de los más sangrientos episodios de violencia contra activistas, ante la absoluta complacencia de autoridades locales, estaduales y federales.
146 Howard Zinn, op. cit., 455.
147 En su discurso al momento de firmar la ley,