Nobles, patrimonis i conflictes a la València moderna. AAVV

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Nobles, patrimonis i conflictes a la València moderna - AAVV


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buena parte de la colección pictórica existente en el palacio. Un lienzo de la Inmaculada Concepción de 6 x 10 palmos valencianos hacía de retablo flaqueado por dos columnas sobre dos gradas de madera que asentaban sobre la mesa del altar, y en lo alto rematado con una imagen de San Vicente Ferrer.

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      Fig. 5. En la izquierda imagen del oratorio actual. Fuente: <http://www.museosymonumentosvalencia.com/museos/museo-de-laciudad/> [en línea, consulta: 14/03/2016]. En la derecha una simulación aproximada del primer oratorio del conde de Almenara. Figura compuesta con una combinación de imágenes libres de la red.

      Las paredes laterales se embellecían con tres lienzos de la Pasión de 6 x 3 en cada lado junto con otros cuadros, mientras sobre la puerta del oratorio lucía uno de la Oración en el Huerto de 8 x 4. La estancia se iluminaba con una lámpara araña de plata de cuatro brazos donde se colocaban las velas y ocho candelabros de plata. Se decoraba para la ocasión con ocho floreros de plata. Además, contaba con todos los elementos necesarios para celebrar la Santa Misa: un misal, atril, cáliz, un evangelio de san Juan, lavabo de plata, vinajeras, hostiera, campanilla, crucifijo, además del atuendo completo para el oficiante con cuatro casullas, blanca, verde, roja y morada, para oficiar según el tiempo litúrgico, de tafetán guarnecidas con galón de seda con su estola, manípulo y cubre cáliz.

      En la actualidad la capilla está ubicada en la primera planta, en una sala rectangular. Sobre el altar una figura de san José, copia de la obra original de Manuel Rodríguez sustituyendo a la Inmaculada Concepción.

      * * *

      En definitiva, el germen de dicho palacio cabe atribuirlo a la necesidad de don Francisco Escorcia de dotarse de un espacio habitacional acorde a su condición. Tras el fallecimiento de su esposa, sin herederos directos, se dieron las circunstancias apropiadas para que fuese a recaer en manos del conde de Almenara, quien adquirió la manzana completa y construyó o reconstruyó sobre la llamada casa grande el que hoy en día conocemos como Museo de la Ciudad.

      Tras pasar por diferentes propietarios, este precioso símbolo del patrimonio arquitectónico fue recuperado a finales del siglo pasado para el conjunto de los valencianos. Un espacio habitacional donde convivían señores y criados; nobles y villanos, desiguales por su condición en una sociedad clasista compartimentada cuya relación cotidiana derivaba en ocasiones en un trato paternalista entre señor y criado.

      El palacio proyecta y exhibe la supuesta superioridad social y económica que debe mostrar un linaje cuyos miembros se establecen en el Reino de Valencia en el siglo XIII y después de distintos altibajos comienza a recuperar a finales del XVII parte del esplendor perdido. Forma parte del estilo de vida nobiliario donde la apariencia no solo trata de disimular la verdadera realidad de la Casa, sino más bien la visible manifestación material del estilo de vida propio de una minoría privilegiada.

      1. José Campo y Pérez fue miembro de la burguesía dirigente y representa el modelo de parlamentario valenciano de la Década Moderada, que supo conjugar con maestría la relación entre la política y los negocios. Fue ennoblecido por Alfonso XII el 20 de enero de 1875. Isabel Burdiel: «Análisis prosopográfico y revolución liberal. Los parlamentarios valencianos (1834-1854)», Revista de Estudios Políticos (Nueva Época), vol. 93 (1996), pp. 123-138, p. 132.

      2. En sesión celebrada el 25 de septiembre de 1973, a propuesta del concejal delegado de archivos y bibliotecas, la comisión de cultura acordó informar favorablemente la adquisición por parte del Ayuntamiento del palacio de Berbedel. Tan solo faltaba el preceptivo informe del arquitecto, el beneplácito de Patrimonio y la disposición de fondos en comisión de hacienda. El arquitecto emitió el preceptivo informe el 24 de noviembre de 1973, señalando la mala conservación del edificio y la presencia de termitas, cuyo efecto debilitaba las estructuras de madera, y valoró el inmueble, teniendo en cuenta su valor artístico y monumental, en 24.570.000 de pts. El edificio estaba ocupado por varios inquilinos a los que habría que resolver el contrato de arrendamiento e indemnizarlos. Finalmente, se adquirió por 32.258.079 pesetas. Archivo Municipal de Valencia [AMV], Monumentos, año 1973, caja 95-11.

      3. AMV, Monumentos, año 1983, caja 149-71. El general Elío fue ejecutado en 1822 y Menéndez Vigo tiroteado y muerto cuando trataba de sofocar una algarada.

      4. Francisco Pérez de los Cobos Gironés: Palacios y casas nobles de la provincia de Valencia, Ayuntamiento de Valencia, 2008, pp. 259-262.

      5. ARV, Protocolos n.° 5173, ff. 141r-143v.

      6. Biblioteca Histórica de la Universidad de Valencia [BH], Ms.0867(1), pp. 1-8.

      7. Obtuvo el hábito de Montesa en 1668. Fue asesor del portantveus de general governador de Valencia (1649); miembro de Audiencia de Valencia: abogado fiscal (1652), oidor en causas criminales (1654), oidor en causas civiles (1660) y, finalmente, regente (1675). Josep Cerdà i Ballester: Catàleg de cavallers i religiosos de l’Orde de Montesa (1592-1701). Disponible en línea: <http://roderic.uv.es/handle/10550/39735> [consulta: 6/02/2016], p. 254.

      8. ARV, Protocolos, n.° 5173, f. 141r.

      9. Aunque en estos momentos disponemos de más información, reconstruir el parcelario de esta zona todavía es complicado, entre otras razones porque buena parte de los registros notariales donde constan las ventas se han perdido.

      10. Mariano Torreño Calatayud: Arquitectura y urbanismo en Valencia, Valencia, 2005, p. 47.

      11. Fernando Benito Doménech: «Un plano axonométrico de Valencia diseñado por Manceli en 1608», Ars Longa: Cuadernos de Arte, 3 (1992), pp. 29-37, p. 35.

      12. Don José Antonio de Próxita Ferrer y Castellví Aragón de Apiano (1665-15/11/1726) fue caballero del hábito de Montesa y san Jorge de Alfama, comendador de la encomienda de Onda y Villafamés, conde de Almenara, señor de las baronías de la Losa, Quart, Chilches y Antella, y de los lugares de la Granja, Faldeta y Rafelguaraf, gentilhombre de cámara de su majestad y brigadier de sus reales tropas. Único hijo varón del conde don Luis, heredó la Casa. Nació en Badajoz en el año 1665 y contrajo matrimonio con doña María Ana de Zapata de Calatayud y Chaves, hija de los condes del Real.

      13. BH. Ms. 0867(15), f. 19.

      14. «Si alcú comprarà o per qualque altre just títol haurà cases, heretats o qualsque altres coses mobles o no mobles o semovents, e aquelles, a bona fe e ab just títol e sens mala veu [...] a aquell qui les posseex, si doncs aquell creedor qui les demane e diu que a ell són obligades generalment o specialment no haurà callat per spahu de XXX ans». Germà Colón y Arcadi Arcadi: Furs de València, vol. VI, Barcelona, Editorial Barcino, 1970, p. 11.

      15. BH. Ms. 0867(15), ff. 20-37.

      16. ARV, Escribanías de Cámara, año 1719, exp. 68, ff. 6r-11v.

      17. Cabe una remota posibilidad de que fuese una forma de compensar su excomunión junto con don Gaspar Salvador Pardo, caballero de Montesa, y el magnífico Pedro Ripoll. Los tres, como oficiales reales, hicieron caso omiso de unas letras monitoriales despachadas por la corte eclesiástica de la diócesis de Valencia. En el fondo subyacía un conflicto de competencias. Tras la condena a muerte de Jaime Gracia de Manises –publicada por la Real Audiencia el 20 de febrero de 1654 por el escribano Felipe Monzón– dos alguaciles lo sorprendieron cuando estaba sentado en una piedra sita en la puerta del convento de San Vicente de la Roqueta, y tras un forcejeo lograron reducirlo, pero cuando se encontraba dentro de la primera puerta del convento. La inmunidad eclesiástica en estos casos era cada vez más cuestionada por la autoridad real y, aunque se trataba de ministros de su majestad, el asunto por parte de las autoridades eclesiásticas debía ser tratado con la mayor atención y respeto «pero la justicia en igual balanza los pone a todos, y con el mismo peso los contrapesa». La excomunión no debió de ser plato de buen gusto para el regente. BH. Ms. 0169 (24), f. 164.

      18. ARV, Escribanías de Cámara,


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