La transición española. Eduardo Valencia Hernán
Читать онлайн книгу.Oriental junto con la Asamblea de las Terres Lleidatanes.
Sin duda, la lucha ejemplar del pueblo vietnamita en su esforzada lucha por la liberación nacional acaparó el centro del debate, encontrando algún cierto paralelismo con la coyuntura catalana y definiendo ambos objetivos como un sentimiento inalienable en la ordenación libre y democrática del pueblo catalán. Ante la escalada imperialista en Indochina, de nuevo se ratificó el contenido del telegrama enviado a la Conferencia de Versalles. En esta reunión destacó la constitución del Grupo de los No Alineados que se autodenominaban como una línea clandestina paralela al movimiento de las comunidades de base, que se movían abiertamente en el mundo religioso civil de Cataluña. La influencia que tuvo este grupo dentro de la Asamblea ha tenido diversas versiones, pues, si bien Josep Dalmau afirma que los estudios que se han publicado por la Asamblea sobre esta organización han sido terriblemente parciales e interesados e incluso silenciados, de lo que no cabe duda es que querían estar presentes activamente en ella y luchar por sus objetivos291.
Otros temas tratados en la reunión hicieron referencia al resumen y balance de las jornadas de lucha del 8, 9 y 10 de abril de 1972 con el lema «Imponer el Derecho a la Solidaridad Democrática».
Por otro lado, las llamadas «Comissións de Solidaritat» iniciaron su campaña con un documento en el que quedaba claro el alcance de su objetivo. El escrito fue redactado por un grupo de juristas, del cual el Secretariado hizo una edición, donde se trataba de informar sobre el régimen penitenciario del Estado, denunciando el sistema penitenciario de este bajo el cual la política represiva del régimen alcanzaba a presos políticos o comunes sin distinción, siendo los jueces, en la práctica, los ejecutores de la sentencia penal, sumándose así al carácter represivo e inhumano del mismo sistema penitenciario. Denunciaban la vulnerabilidad de la Ley Orgánica del Poder Judicial y la Ley de Enjuiciamiento Criminal, por eso el informe apoyaba la petición de un Estatuto del Preso Político y deploraba el régimen penitenciario en base al concepto autoritario y fascista de la disciplina «mantenida por un sistema de castigos y recompensas», con una asistencia médica insuficiente y el ultraje de la correspondencia privada292.
En política nacional se criticó el esfuerzo del régimen por imponer al príncipe Juan Carlos como rey de los españoles, así como el movimiento de ciertos sectores afines al poder que preconizaban un cierto aperturismo, previniendo el futuro cambio de régimen y su apuesta en la perseverancia del poder, impidiendo lo que exigía el segundo punto de la declaración de la Asamblea, que era el acceso efectivo del pueblo al poder económico y político. Finalmente, la III reunión Permanente aprobó lanzar una nueva campaña con el título «Per què L’Estatut de 1932» con el objetivo de fomentar el conocimiento de los principios e instituciones configuradas en el Estatuto de Autonomía de 1932; exigir su inmediato restablecimiento; activar la lucha de masas como instrumento para forzar el cambio de régimen como única salida democrática para Cataluña; y constituir el pleno ejercicio del derecho de autodeterminación de Cataluña. A este respecto se tendría que dejar claro que no era ni democrática ni válida cualquier posible solución que no reconociera como hecho mínimo indiscutible el restablecimiento de dichos principios e instituciones. Se celebraron reuniones clandestinas afín de ampliar la información sobre el Estatuto. Una de ellas fue en la sala Claret, presidida por Antón Canyellas, Agustí de Semir, Joan Colominas y Josep Solé Barberà.
Coincidiendo con la campaña mencionada, se editó un libro impreso en tapas rojas con el título El Poble de Catalunya i La República davant L’Estatut (reeditado posteriormente en 1977 con el título Volem L’Estatut) en el que se comparaban los dos Estatutos, el redactado en 1931 y en 1932. En él, trabajaron Joan Josep Armet, Rafael Castellanos, Eva Serra y el propio Carles Jordi Guardiola.
En cuanto al problema de la lengua, estaba claro que para los ponentes de la Asamblea la cuestión era preocupante, aunque algo fuera de la realidad; sin embargo, el Secretariado de la Asamblea Permanente de Intelectuales Catalanes comenzó una campaña sobre la revitalización del catalán y su uso oficial. Esta comisión la formaron: Jordi Carbonell, Xavier Folch, Rafael Ribó, Francesc Vallverdú y Carles-Jordi Guardiola, creándose el documento «Report de treball sobre la campanya per a l’us oficial de la llengua catalana», con una tirada de veinte mil ejemplares293.
Paralelamente a todos estos trabajos se fue preparando la celebración de la II Sesión de la Asamblea de Cataluña junto con una amplia acción a favor de la lengua catalana, entendida en el ámbito más amplio y referido a los aspectos de creación, difusión y acceso a ella. En este sentido, se propuso al SCPAC que concretara las siguientes líneas de actuación:
1. Iniciar la campaña con una llamada en que se especifiquen sus objetivos y se invitase a todos a adherirse, especialmente a las organizaciones de masas.
2. Publicar un folleto explicativo del Estatuto (principios e instituciones) y de sus vicisitudes históricas, así como de sus perspectivas de futuro.
3. Procurar una reedición masiva del Estatuto, precedido de una introducción en que se denunciara la ilegalidad fascista y se afirmasen los derechos fundamentales, especialmente el de autodeterminación de Cataluña.
4. Animar todos los sectores para que situasen en la propia perspectiva la lucha por el Estatuto e invitarlos a que explicasen, en el marco de sus luchas concretas, como la conquista del Estatuto podría influir en la solidez de sus objetivos.
5. Centrar el próximo 11 de septiembre en el marco de la campaña y procurar realizar sesiones de propaganda del Estatuto especialmente en el entorno de esta Díada294.
Como anexo al informe general, los representantes de las Comisiones de Actividades Cívicas de la Selva, Maresme y Gironés comunicaron a la Asamblea las acciones que tenían previstas para el día 4 de junio de 1972 en Calella de la Costa a fin de convertir el Aplec de sardanas de aquel día en un acto de afirmación nacional catalana, concluyendo el acto con las notas acordadas por el SCPAC referentes a los asesinatos del Ferrol y de la celebración del 1º de Mayo.
Mientras tanto, las protestas y detenciones seguían su curso habitual en toda España. En Barcelona, el 14 de febrero de 1972 se produjeron manifestaciones en contra de la Ley de Educación, y el 1º de Mayo tuvo lugar un conato de manifestación en la Plaza Lesseps que acabó con seis detenciones. Asimismo, el 29 del mismo mes fueron detenidos nueve activistas del Front d’Alliberament de Catalunya (FAC) entre los que se encontraban Carlos García Soler y Ramón Llorca López. Esta organización terrorista, autodenominada independentista, había realizado más de cien atentados con explosivo entre 1969 y 1971, y estuvo formada por la unión de Joventuts Obreres d’Estat Català y el grupo de Josep Mª Batista i Roca del Consell Nacional de Catalunya. En 1974 se incorporó al grupo de Izquierda Revolucionaria y en 1976 se escindió el Moviment Revolucionari Català.
Sin embargo, lo sorprendente fue que, para no perder la costumbre, las portadas informativas llenasen sus titulares con la reunión entre los altos mandatarios mundiales, Breznev295 y Nixon, y la expulsión del secretario general del PCE, Santiago Carrillo, de la República Federal Alemana al querer participar en un mitin.
279. Tele/eXpres, 27-1-1972.
280. BATISTA, Antoni, op. cit., p. 155.
281. MHC, ASSEMBLEA, op. cit., pp. 56-59.
282. MHC, ASSEMBLEA, ibid.
283. FRC, AJR, «Comissió Coordinadora de Forces Polítiques de Catalunya», Carpeta 104/32, 29-1-1972.
284. MHC, ASSEMBLEA, op. cit., pp. 60-61. Tele/eXpres, 21-2-1972.
285. FRC, AJR, «Comisión Unitaria de Solidaridad con el Vietnam»,