La transición española. Eduardo Valencia Hernán
Читать онлайн книгу.su apoyo a la causa defendida por la Asamblea. De esta forma no podemos olvidar el papel tan importante, sobre todo en el logístico, que jugaron las órdenes religiosas al ofrecer al SCPAC diferentes alternativas donde reunirse y esconderse, evitando así la presión policial, y destacar en su conjunto la infinidad de sacerdotes y seglares comprometidos con la Asamblea, algunos con elevado protagonismo en sus actividades. Agustí de Semir destacó a personajes como el sacerdote Josep Mª Juncá, rector de la parroquia de San Agustín, que como él mismo relata, el sábado 6 de noviembre de 1971, recibió la visita de Francesc Vila-Abadal, el sacerdote Josep Mª Vidal Aunós y el propio Semir para pedir la utilización del local el día siguiente para celebrar la reunión constitutiva de la Asamblea. Cabe destacar que el arzobispo Jubany también aceptó responsabilizarse de la situación por si pasaba alguna cosa, aunque prefiriese no identificarse con ninguno de los miembros presentes en la reunión. Otros religiosos que destacaron por su implicación fueron Joan Carrera, vicario episcopal; Joan Botanch, conocido como Salvador de les Borges; y el seglar Molas, director de Justicia i Pau.
Otro aspecto destacable fue la influencia de la Iglesia en la política de oposición al régimen a través de los movimientos cristianos. Basta recordar que mientras se constituía la CCFPC, paralelamente se había creado en Barcelona la Comissió de Serveis de les Comunitats Cristianes de Base con el fin de coordinar diferentes grupos cristianos identificados con las aspiraciones promulgadas en el Concilio Vaticano II. Su extensión coordinaba unas 95 comunidades, englobando a más de tres mil cristianos321. Dicho movimiento fue encabezado por Jaume Rodri, Josep Ribera, Joana Villemur, Jordi Ligüerre y Josep Dalmau, incorporándose con posterioridad Ricard Lobo y Lluís Mª Xirinachs. Más tarde se creó el llamado Grup dels No-Alineads (No Alineados) con el fin de pasar más desapercibidos en el trabajo clandestino con la Asamblea. Este grupo llegó a tener representación en casi todas las comarcas de Cataluña. Su participación en la Asamblea abarcó diferentes aspectos comenzando por la búsqueda de lugares de reunión: parroquias (San Isidro), colegios (jesuitas, escolapios) o conventos (reparadores, filipenses, carmelitas). También intentó influir en la forma de manifestarse de la Asamblea buscando soluciones no arriesgadas, aunque siempre se acabase corriendo delante de los «grises».
Los No Alineados participaron en las concentraciones de Ripoll, Vic y Sant Cugat, y en la campaña por el «Nóbel de la Pau» a favor de Lluís Mª Xirinachs a través del político exiliado en Noruega, Jordi Tell322. También se establecieron colaboraciones en los llamados «Actos Esporádicos», consistentes en reuniones pseudoreligiosas y políticas como la de Sant Miquel del Port, donde asistieron más de quinientas personas. Editaron clandestinamente el libro «Els partits polítics en la Catalunya d’Avui», impreso en Francia, con la estrategia y tácticas de los partidos más representativos en aquellos momentos. En 1976 los No Alineados se responsabilizaron de la edición de un póster titulado «Selecció Nacional Catalana de Fútbol 1976», en cuyo contenido se presentó la siguiente alineación: portero, el abad Cassià Just; defensa derecho e izquierdo, Heribert Barrera y Joan Cornudella; defensa central, Jordi Pujol; volantes derecho e izquierdo, Josep Pallach y Joan Reventós; extremo derecho, Ramon Trías Fargas; interior derecho, Anton Canyellas; delantero centro, Josep Solé Barberà ; extremo izquierdo (sin identificar) e interior izquierdo, Lluís Mª Xirinachs; siendo el presidente del club nacional, Josep Tarradellas, lugar donde aparecía por primera vez su rostro en un documento público.
320. SEMIR, Agustí de, «L’Esglesia i L’Assemblea», L’Avenç, n.º 43, 1981, p. 45.
321. DALMAU, Josep, op. cit., p. 15.
322. Jordi Tell, arquitecto, expulsado del Colegio de Arquitectos de Barcelona en 1942 y rehabilitado el 1-1-1975. Con residencia en Noruega, perteneció al Partido Nacional Catalá. Fue cónsul general de la República Española en Alemania, siendo detenido por el gobierno nazi y entregado en 1937 al gobierno nacionalista, en Diario de Barcelona, 8-7-1975.
Por el camino de la II Sesión de la Asamblea de Cataluña. Enero de 1973
A partir de la IV reunión de la CPAC, se fueron gestando los trabajos preparatorios de la II Sesión de la Asamblea de Cataluña. El resultado final fue publicado y distribuido el 23 de enero de 1973 por el SCPAC en un documento titulado «Pel camí de la II Sessió de l’Assemblea de Catalunya», teniendo especial atención en la estrategia, las condiciones de celebración del acto, el tiempo necesario, el número de asistentes no superior al medio millar y la representatividad de la reunión323.
A mediados de febrero, el Tribunal de Orden Público (TOP) dictó cinco condenas de treinta años cada una por el atentado perpetrado contra el consulado de Francia en Zaragoza, siendo los condenados Luis Javier Sagarra de Moor, Álvaro Noguera Calvet, José Antonio Mellado, Claudio Solsona Aznar y Fernando Burillo García324. Días después, el 23, comenzó el juicio contra cinco dirigentes de las Hermandades Obreras de Acción Católica (HOAC) de Santander por delito de propaganda ilegal, claro indicio de que la presión estudiantil y obrera mantenían en tensión constante a las fuerzas de orden, como así lo manifiesta un comunicado de la CCFPC fechado en febrero de 1973325. Por el contrario, no resultaba extraño que la prensa oficial y la televisión centrasen su atención en noticias más importantes y llamativas para un pueblo deseoso de información como el asunto relacionado con el famoso comentarista de televisión Federico Gallo, que fue nombrado ¡gobernador civil de Albacete!, acontecimiento que superó en creces otros hechos de «menor importancia» para la prensa nacional como los que hacían referencia a las negociaciones de alto el fuego entre el Vietcong y los EE.UU, ratificado el 21 de febrero en Laos; a la pérdida de dos figuras de la política norteamericana, los presidentes Harry Truman y Lyndon Baines Johnson, o al conflicto racial generado por las tribus indias en Wounded Knee326.
En Barcelona, a principios de abril de 1973, varias empresas entraron en conflictos colectivos, entre ellas, Control y Aplicaciones S.A., Sociedad Argentina de Electricidad y Constructora Pirenaica que trabajaban en la construcción de la Térmica del Besós. Como consecuencia de la intervención policial en los enfrentamientos, el 3 de abril falleció el obrero Manuel Fernández Márquez, de 27 años, mientras que otro trabajador de 25 años, Serafín Villegas Gómez, vecino de Barcelona, fue herido junto con cinco policías heridos también. Dos meses después de lo ocurrido, la Asamblea publicó un artículo titulado «El Crimen» narrando su versión de los hechos, afirmando que Manuel Fernández cayó asesinado por balas de la policía y que el gobernador civil, Tomás Pelayo Ros, mintió al describir las causas y el contexto del crimen, afirmando que no se habían presentado reivindicaciones sobre conflictos laborales (cuando estaban dentro de una plataforma de aproximadamente trescientas cincuenta empresas de la construcción de Barcelona y comarcas para obtener una revisión del convenio colectivo del ramo), y que fueron los obreros los que agredieron a la policía. Cuatro empresas constructoras tomaron la iniciativa con sanciones y amenazas decretando un lock-out de cinco días, encontrando los trabajadores las puertas cerradas como respuesta a que los trabajadores de la Térmica votaran huelga para el 3 de abril. El choque con la policía fue violento, negando la entrada de los trabajadores a la obra, efectuando tiros al aire y alguno, a matar.
Después del trágico suceso, muchos de los obreros de la Térmica se dispersaron por las obras y las fábricas de la barriada del Besós, mientras que otros fueron al Obispado de Barcelona, a los colegios profesionales y a la Universidad, para explicar lo ocurrido. La indignación tuvo una respuesta inmediata entre la clase trabajadora, convocando durante toda una semana huelgas, acciones de protesta, multitud de pintadas y el reparto de miles de octavillas, participando alrededor de ciento cincuenta mil personas. El mismo día 3, cerca de tres mil manifestantes recorrieron el barrio del Besós, y en la tarde del día 6, tuvo lugar una nueva concentración delante de la iglesia de Sant Paulí de Noia, cerrando muchos comercios y bares.
El entierro del trabajador Manuel Fernández se desarrolló de forma irregular, ya que la inhumación que se realizó el día 4 de abril se hizo a escondidas y antes de hora, concretamente a las ocho y media de la mañana en el cementerio de Badalona, no atreviéndose