Francisco Franco. Heinz Duthel
Читать онлайн книгу.con los elementos mencionados.
La Banda de Castilla y las Columnas de Hércules también formaron parte del escudo personal que empleó Franco como Jefe de Estado. En este escudo figuraba asimismo acolada la Cruz Laureada de San Fernando y una corona abierta, sin diademas, denominada corona militar de caudillaje.
Las estatuas del Caudillo
Son las representaciones escultóricas que existen de todo tipo del dictador: eran bustos, estatuas ecuestres, etc., que, durante el régimen, se colocaban en las plazas o lugares emblemáticos de muchas ciudades españolas.
En cuanto al número y significación de estas estatuas en cada uno de los periodos del franquismo, se ha propuesto una interpretación según la cual hasta el año 1959 (sobre todo en los años cuarenta) se pretendía legitimar el régimen y "perpetuar la memoria de la victoria"; en los años sesenta se rendía "homenaje particular a Franco y a su obra" (en un espíritu coincidente con el de la conmemoración de los XXV Años de Paz -1964-); y en el último periodo (prolongado tras la muerte de Franco hasta 1978) se pretende "fijar la memoria" con un "objetivo inmovilista".
Lugares donde se encuentran estas estatuas en la actualidad:
Ferrol: aquí se halla el símbolo franquista por excelencia en la villa natal de Franco. Estatua de más de seis metros de altura que durante años presidió la Plaza de España y que actualmente está en el exterior del Museo Naval de Herrerías, dentro del Arsenal Militar.
Toledo: se encuentra en un lateral de la fachada principal de la Academia de Infantería de Toledo.
Valencia: estatua ecuestre del dictador que se retiró de Valencia en 1983 y ahora se conserva en el patio del convento de Santo Domingo.
Melilla: conserva la única estatua de Franco de pie que puede contemplarse en una vía pública y que, después de ser retirada en 2005 debido a unas obras que se iban a realizar, se volvió a colocar a unos 50 metros de su anterior ubicación.
Tenerife: existe otro monolito con su busto en el municipio de El Rosario, que recuerda que en junio de 1936 el entonces comandante general jefe de Canarias se reunió en ese lugar con oficiales de la guarnición para preparar la sublevación.
La Coruña: existen esculturas y placas de Franco en diversos puntos de la ciudad, como la imagen del dictador a caballo rodeado por la guardia mora del Palacio de María Pita.
Salamanca: en la Plaza Mayor hay un medallón de piedra con su busto.
Oviedo: junto al Parque San Francisco y dentro del complejo de edificios pertenecientes al Gobierno Civil de Asturias, se alza un monumento que en un lateral lleva un medallón de bronce orientado hacia el parque con la efigie de Franco.
Últimas estatuas retiradas
Hasta febrero de 2010 en Ceuta se encontraba un monumento denominado «Los pies de Franco», donde estaban sus huellas junto a la única ermita de la ciudad.[cita requerida]
La última estatua ecuestre de Franco en Santander fue retirada el 18 de diciembre de 2008.
Una estatua de Franco que se hallaba en el patio de la Academia General Militar de Zaragoza fue retirada en agosto de 2006.
Un busto que permanecía situado en un lugar público de la Comunidad Valenciana se retiró en septiembre de 2005, en Puebla de Vallbona.
En Guadalajara se acordó el mes de marzo de 2005 retirar la escultura del general Franco de la plaza Beladíez y el busto de José Antonio Primo de Rivera del parque de la Concordia.
El 17 de marzo de 2005 se retiró la estatua situada en los Nuevos Ministerios junto al Paseo de la Castellana de Madrid.
Monumentos y placas a los «Caídos por Dios y por España».
Los monumentos y placas por los «Caídos por Dios y por España» se colocaron en muchos pueblos, la mayor parte en el exterior de las iglesias, y contenían una lista de nombres de los muertos de ese pueblo pertenecientes al bando nacional y seguida del grito de ¡Presentes! similar al de José Antonio Primo de Rivera. Las placas solían estar hechas de mármol y rematadas con bronce o con algún otro tipo de metal, aunque las había de muchos tipos. En ocasiones las placas se colocaban en las paredes de las iglesias o lugar del fallecimiento de las víctimas que aparecían en éstas si había alguna pared cerca; si no se solía también hacer un monumento en forma de cruz o en obelisco de baja altura y allí grababan los nombres o bien adosaban la placa al monumento. En muchos municipios se ha optado por trasladar este tipo de monumentos a los cementerios, y en algún caso se han reconvertido en homenajes a los "caídos" de ambos bandos.
Hubo otro tipo de placas de inauguración de instituciones e infraestructuras, tales como líneas de ferrocarril, estaciones, pantanos, etc., que aún perduran en la actualidad.
Muchas de estas placas y monumentos ni se mantienen ni se retiran. De este modo, quedan expuestas al público que pueda acceder a estos monumentos y placas que se encuentran invadidos por el deterioro o son objeto de vandalismo.
Toponimia
En la actualidad quedan una decena de pueblos que conservan el recuerdo de Franco en sus denominaciones oficiales. El único de ellos que tiene categoría de municipio es Llanos del Caudillo (Ciudad Real) con 726 habitantes. Muchos otros pueblos y ciudades que tuvieron nombres semejantes durante décadas, como El Ferrol del Caudillo (hasta 1982, en La Coruña), o Barbate de Franco (hasta 1998, en Cádiz), los retiraron tras la recuperación de la democracia. Franco también quiso honrar a generales del bando nacional durante la guerra poniendo sus nombres a diversas localidades, que aún conservan:
El caso de Numancia de la Sagra (Toledo) es muy particular. Esta localidad se había denominado desde la Edad Media como Azaña, pero durante la Guerra Civil coincidió con el primer apellido del entonces Presidente del Gobierno español en 1936, Manuel Azaña, por lo que ese mismo año se sustituyó. Azaña significa noria (vocablo árabe-mozárabe), del que tomaría nombre en un principio. Actualmente se llama Numancia por el regimiento que lo tomó y la Sagra por la comarca a la que pertenece.
Nomenclátor del callejero
El recuerdo de Franco sigue presente también en los nombres de calles, plazas y avenidas de diversos pueblos y ciudades. Entre las más importantes está la Avenida del Generalísimo de La Coruña. También hay aún calles, avenidas y plazas en muchas de las ciudades y pueblos de España con nombres de generales del bando nacional durante la Guerra Civil, altos mandos militares como Mola, Sanjurjo, Moscardó, Yagüe, etc. Fueron utilizados asimismo como iconos franquistas las efigies y nombres de personajes como José Antonio Primo de Rivera, Ramiro Ledesma, Onésimo Redondo, José Calvo Sotelo, etc. aunque su relación con el régimen de Franco no pudo ser personal —no les dio tiempo, ya que murieron antes o durante la guerra; el mismo José Antonio, que estaba encarcelado, se opuso al Alzamiento Nacional y a formar parte de la conspiración previa—.
Monumentos
El Arco de la Victoria
El Arco de la Victoria de Madrid (erróneamente denominado a veces «Puerta de la Moncloa» por tener cierta similitud con las puertas de Alcalá, Toledo, etc.) es un monumento construido entre 1953 y 1956 por orden de Francisco Franco como conmemoración de su victoria en la Guerra Civil. Está situado en el distrito de Moncloa-Aravaca y tiene casi 40 metros de altura. En su interior se encuentran diversos planos y una maqueta de la Ciudad Universitaria de Madrid (lugar en el que se desarrolló la Batalla de la Ciudad Universitaria), a la que administrativamente pertenece. Tras él se encuentra el Edificio-monumento a los caídos por Madrid (en la actualidad el edificio en el que reside la Junta Municipal del Distrito de Moncloa - Aravaca).
Monumento a los Caídos en Pamplona
El popularmente conocido como Monumento a los Caídos, realmente «Navarra a sus Muertos en la Cruzada», como figura en su fachada (en la actualidad denominado «Sala de Exposiciones Conde Rodezno»), es un edificio en memoria de los navarros fallecidos pertenecientes al bando nacional durante la Guerra Civil, que se encuentra en pleno centro de la ciudad de Pamplona, capital de la Comunidad Foral de Navarra y hoy día