Francisco Franco. Heinz Duthel

Читать онлайн книгу.

Francisco Franco - Heinz Duthel


Скачать книгу
en combate 4.540 navarros. De ellos 1.766 eran soldados, 1.700 requetés y 1.074 falangistas.

      Monumentos militares

      Franco tras la guerra mandó construir monumentos en forma de cruz, de monolito, altar, etc., para recordar acontecimientos importantes que sucedieron durante la contienda y durante algunas batallas o hechos señalados como la batalla de Belchite, la batalla del Ebro, las matanzas de Paracuellos, entre otros.

      Cuartel de La Montaña

      El Cuartel de la Montaña fue una edificación militar de Madrid que alcanzó gran notoriedad por tratarse del lugar en el que se inició en la capital la sublevación militar de julio de 1936.

      Su relevancia proviene de su papel en la sublevación militar de 1936 en Madrid. El 19 de julio de 1936, el general Fanjul, militar sin mando de tropas en Madrid, pero encargado de la sublevación de la ciudad, entró, vestido de civil, en el cuartel de la Montaña. Sin embargo, en lugar de salir con las tropas para tomar los puntos vitales de la capital, proclamó simplemente el estado de guerra y se hizo fuerte junto con 1.500 de sus hombres (de los que había unos 140 oficiales) y unos 180 falangistas en el Cuartel de la Montaña.

      Esa tarde, el cuartel fue rodeado por tropas leales al gobierno de la República, guardias de Asalto, civiles y milicias populares, pobremente armadas. Al amanecer del día 20, se inició el cañoneo del cuartel. Los sublevados sólo resistieron algunas horas. Las diferencias de opinión entre los propios sublevados llevaron a unos a enarbolar la bandera blanca mientras otros seguían disparando sobre los asaltantes. Cuando se utilizó la aviación contra ellos, el cuartel cayó, siendo prácticamente destruido. La entrada de las fuerzas asaltantes se tradujo en el asesinato de la mayor parte de la oficialidad (noventa de unos ciento cuarenta) y de los falangistas. Se contabilizaron entre 150 y 300 muertos.

      El edificio, que ya había quedado parcialmente destruido durante el asedio, recibió durante la guerra el impacto de numerosos proyectiles de artillería debido a su cercanía con la línea del frente, prácticamente estabilizada desde inicios de 1937. Hacia el final de la contienda era ya tan sólo un conjunto de ruinas irrecuperables, algunas de las cuales podían aún verse a principios de los años sesenta.

      El Parque del Cuartel de la Montaña fue inaugurado el 20 de julio de 1972 (con Franco todavía en el poder y Carlos Arias Navarro, futuro presidente del gobierno, como alcalde de Madrid). Incluye un monumento (también de 1972, realizado por Joaquín Vaquero Turcios) en recuerdo de los que murieron en su defensa, compuesto por una figura de bronce que representa el cuerpo de un hombre mutilado, colocada en el centro de un paredón construido en forma de sacos terreros.

      Ruinas de Belchite

      La batalla de Belchite fue una importante batalla durante la Guerra Civil Española que transcurrió desde el 24 de agosto de 1937 hasta el 6 de septiembre del mismo año en los alrededores y en el mismo municipio de la provincia de Zaragoza. Tenía como objetivo desviar la atención del bando nacional del norte (que ya había tomado Santander) y ocupar la ciudad de Zaragoza, ya que se había extendido en los altos mandos militares de la República que era más importante tener ciudades en posesión que grandes territorios despoblados. Misma fue la intención de la ofensiva en el Suroeste de Madrid, pero tras el fracaso de Brunete decidieron tomar la iniciativa en Aragón.

      La batalla se saldó con una derrota del bando nacional logrando el bando republicano tomar Belchite pero sin haber conseguido tomar Zaragoza. El pueblo quedó totalmente en ruinas, y tras la guerra Franco ordenó dejar el pueblo sin reconstruir como símbolo de lo acontecido en el lugar y ordenando levantar una inscripción con un fragmento de un discurso en torno al heroísmo belchiteño y el sacrificio entre otros del alcalde y de la mayoría de la gente del pueblo, fallecidos en combate.

      Monumentos de la batalla del Ebro

      En la margen izquierda del río Ebro es donde se libró la batalla más sangrienta de la Guerra Civil:

      El pueblo de Corbera de Ebro fue dejado tal y como había quedado tras la batalla, como recuerdo del General Franco a su victoria.

      En la cota 427 de Quatre Camins se erige una cruz de piedra en memoria del Tercio de Requetés de Nuestra Señora de Montserrat, unidad carlista del bando nacional formada por voluntarios catalanes que sufrió numerosas bajas en este escenario. En el pedestal está representada la cruz de San Andrés de color rojo.

      En la cota 481 se alza un monumento en Punta Targa por la hermandad del Tercio de Requetés de Nuestra Señora de Montserrat. La base del monumento es un osario donde reposan los restos de combatientes de ambos bandos.

      En el cruce entre la carretera de La Fatarella a Vilalba dels Arcs hay un monolito levantado en memoria de los soldados de la 4ª División de Navarra muertos en el frente del Ebro.

      En Coll del Moro, en las afueras de Gandesa, un monolito franquista del año 1953, para conmemorar la posición desde la cual Franco en persona dirigió la ofensiva final de la batalla. El monumento ha sido vandalizado con pintadas a favor y en contra del régimen franquista.

      En una de las crestas del Puig de l´Àliga, en las proximidades de Gandesa, existe otro monumento que ha perdido la inscripción original con el paso del tiempo.

      En Prat de Comte hay una cruz enfrente del colegio en memoria de los Caídos por Dios y por España.

      Monumento a la Matanza de Paracuellos

      Se conocen como matanzas de Paracuellos los episodios organizados de asesinato masivo e indiscriminado de varios miles de prisioneros, considerados opuestos al bando republicano, ocurridos durante la Batalla de Madrid de la Guerra Civil Española, en los parajes del arroyo de San José, en el municipio de Paracuellos de Jarama, y de Soto de Aldovea, en el término de Torrejón de Ardoz, próximos a la capital española.

      El monumento es una cruz blanca de grandes dimensiones cercano al río Jarama en la ladera del cerro de San Miguel y es visible desde el aeropuerto de Madrid-Barajas. Fue uno de los lugares donde ocurrieron estos episodios de represión de la Guerra Civil y fue erigido en recuerdo y memoria de los asesinados.

      El Alcázar de Toledo

      El Alcázar de Toledo es una fortificación sobre rocas, ubicada en la parte más alta de la ciudad de Toledo, dominando toda la ciudad.

      En el siglo III fue un palacio romano. Fue restaurado durante el mandato de Alfonso VI y Alfonso X y modificado en 1535.

      Durante la Guerra Civil fue utilizado por el entonces coronel José Moscardó como punto defensivo y de resistencia y destruido totalmente por las tropas leales a la II República Española durante el asedio, que duró 70 días, del 22 de julio al 28 de septiembre de 1936. Posteriormente fue reconstruido y actualmente, desde 1998, alberga la Biblioteca de Castilla-La Mancha y desde 2010 también el Museo del Ejército.

      Este asedio y liberación fueron hábilmente utilizados por Francisco Franco para asegurar su predominio entre sus propias filas, y que dio nombre al principal periódico Ultra El Alcázar, que aunque en principio era un diario convencional nominado así por lo emblemático de toda su historia.

      Monumento al Crucero «Baleares»

      El Monumento al Crucero «Baleares» se encuentra en el parque de sa Feixina en Palma de Mallorca. Hubo un intento asociativo para derribarlo o cambiar su leyenda, pero el Partido Popular lo detuvo alegando que fue construido por donaciones anónimas.

      Aparece el escudo de España durante el franquismo y debajo esta inscripción:

      MALLORCA

      A

      LOS HÉROES

      DEL

      CRUCERO

      BALEARES

      GLORIA A LA

      MARINA

      NACIONAL

      VIVA ESPAÑA

      Monumentos religiosos

      Al ser la defensa del catolicismo una de


Скачать книгу