La alhambra; leyendas árabes. Fernández y González Manuel
Читать онлайн книгу.aldeas y caseríos, cautivaban hombres y mugeres y se volvian con la presa: en esta ocasion la fé de Al-Hhamar respecto á los tratados con sus aliados, era una especie de fé púnica: segun el derecho internacional de aquellos tiempos, no se entendia rota una tregua ni falseado un tratado de paz, porque los vasallos de una de las dos altas partes contratantes, rompiesen por la frontera en algara, hiciesen presas y se volviesen sin pasar adelante: como en aquellos tiempos era muy dificil sostener á la gente rapaz y aventurera, estas correrías eran mútuas, y para prevenirlas no se tomaba otra precaucion que la de guarnecer fuertemente las fronteras: un rey, sin embargo, podia castigar á muerte sus vasallos que hubiesen entrado á saco y degüello por las tierras de aquel con quien tenian estipuladas paces: pero los corredores tenian muy buen cuidado de enviar parte de la presa al rey, mediante cuyo tributo el rey hacia, como suele decirse, la vista gorda, y aun solia elogiar la hazaña.
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Rumi, romano; así llamaban los árabes y los moros de España á los solariegos y á sus descendientes; esto es, á los españoles indígenas descendientes de los godos.
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No debe estrañarse que los capitanes y hombres de guerra del reino de Granada reuniesen bajo sus banderas particulares, tal número de ginetes: debe tenerse en cuenta que al reino de Granada se habian refugiado los restos dispersos por la conquista de los otros reinos moros, y consta por testimonios auténticos que solo la ciudad de Granada, una de las mayores entonces del mundo, tenia una poblacion de dos millones de almas, y arrojaba por sus puertas un dia de combate, ochenta mil caballos y un número incalculable de infantes: no hay que deducir su poblacion de entonces por la antigua demarcacion de sus muros, porque segun sus costumbres, en una habitacion muy reducida moraban y dormian diez, doce y aun veinte hombres, toda una familia: habia que contar además en la jurisdiccion particular de la ciudad, las aldeas y alquerías de la Vega, que eran entonces innumerables. Mas adelante veremos que por efecto de las guerras civiles y por las emigraciones á Africa, la poblacion de Granada habia decaido ya de una manera considerable en los tiempos de la conquista por los reyes católicos.
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Al-Hhamar el vencedor.
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¡Bah! ¡solo Dios es vencedor! este es el mote de las armas de los reyes moros de Granada adoptado por Al-Hhamar. Este mote está escrito en carácter nedji africano, en una banda diagonal de oro saliendo de la boca de dos dragantes, sobre un escudo campo verde.
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Llaman xeque, al mas anciano, al mas autorizado de una tribu, que tiene gobierno sobre ella y derecho de vida y muerte.
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Casa del rio; hoy casa Gallinas.
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No debemos olvidarnos de que Bekralbayda significa la doncella blanca.
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Al-Q'ars-al-hhamar castillo del Rojo, por corrupcion Alhambra.
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Generalife.
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Península de España.
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Sierra de Iliberis.
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La torre de la Vela.
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Mahoma.