Estrategias para un cambio saludable. Nidia María Tejada Rivera
Читать онлайн книгу.Modelos conceptuales de enfermería
Capítulo 3. Origen de las “estrategias para un cambio saludable”
Origin of “strategies for healthy change”
Fases que dieron origen a las estrategias
Diseño de las estrategias
Métodos y técnicas de intervención
In memoriam
A la enfermera María Enoris Arango Vasco, amiga, soñadora, líder, con vocación de servicio, quien compartió durante diez años la experiencia comunitaria que dio origen a esta obra. Intentó plasmar el amor que siempre manifestó hacia la salud pública, en la búsqueda de sembrar salud y vida.
Mi cariño por siempre a un ser humano maravilloso, que se encuentra gozando de la Gloria de Dios.
Agradecimientos
Infinitas gracias a la enfermera Myriam Cecilia Escobar Ramírez, quien hizo parte del equipo interdisciplinario responsable del diseño, la implementación y la divulgación de resultados del proyecto de intervención comunitaria, así como de la implementación de las estrategias referidas en esta obra. En su momento, también reviso algunos apartes del contenido.
A la decana, Nelly Esperanza Jaimes Carvajal, y a la jefe del Programa de Enfermería, Martha Patricia Gómez Díaz, por la permanente motivación para culminar este libro que, además de constituirse en una satisfacción personal, es también un aporte a intervenciones en el campo de la salud pública y un testimonio del trabajo que se realiza en el programa y en la Universidad Cooperativa de Colombia.
Prólogo
Los cambios de comportamiento y adopción de conductas saludables han sido temas de interés para estudios permanentes, puesto que muchos de los problemas relacionados con la salud pública tienen que ver con los estilos de vida y las condiciones sociales, económicas y culturales de la población.
Lograr este cambio en las personas requiere un proceso que esté acompañado de una permanente motivación, y se deben involucrar metodologías participativas y la implementación de estrategias educomunicativas que motiven a los individuos para que adopten o mantengan comportamientos saludables.
Estrategias para un cambio saludable es producto de la experiencia obtenida con un proyecto estructurado en un modelo de intervención y proyección comunitaria, que le permitió a la autora tener una vivencia clara de un proceso metodológico retroalimentado durante cuatro años. Gracias a esto se definieron unas estrategias, unos métodos y unas técnicas aplicadas, probadas y evaluadas, que al ser implementadas en poblaciones vulnerables y con características similares a la población estudiada aseguran la adopción de cambios comportamentales orientados a generar bienestar, cohesión social y a mejorar las condiciones de salud de las personas.
De manera concreta, se pretende con este libro alcanzar los siguientes propósitos:
Difundir el proceso de cada una de las cinco estrategias edocomunicativas.
Mostrar la metodología que dio origen a las estrategias.
Orientar en el uso de técnicas y métodos para promover comportamientos en salud.
Servir de referente para que otros facilitadores las conozcan y las implementen con comunidades que deseen promover y adoptar estilos de vida saludable.
La autora considera que el resultado de estos años de trabajo con la comunidad —con el enfoque de interdisciplinariedad que enriquece este saber y contribuye al abordaje de problemas— y las vivencias obtenidas en la implementación, evaluación y retroalimentación desarrollada para llegar a la concreción de las estrategias planteadas son un conjunto de opiniones vivas y prácticas enriquecedoras en cuanto al trabajo con la comunidad, que tienen un encanto propio y especial. Son resultados que se busca compartir con los lectores, en especial con profesionales de enfermería y en formación, quienes serán los encargados de ajustar la dimensión de este proceso metodológico planteado.
Al poner este libro a disposición de la comunidad universitaria se busca brindar un referente para lograr intervenciones efectivas en el área de la salud pública, con el ánimo de lograr un cuidado profesional, que exige una formación sistemática en los campos del saber, hacer y ser que aseguren a la población acciones de promoción y cuidado de la salud.
Introducción
Para lograr cambios de comportamiento es necesario abordar la educación para la salud, desde el rol de la enfermería. Esta se remonta a los inicios de la disciplina con Florence Nightingale, quien consideraba necesario impartir cuidados sanitarios preventivos para lograr la salud de los enfermos; para ello las enfermeras debían tener una formación completa compuesta de dos partes fundamentales: la instrucción en los principios científicos y la experiencia práctica para dominar las técnicas. Esto permitiría reconocer los problemas del entorno que para ella eran pieza primordial para mantener la salud de las personas (Amaro Proa, 2004, p. 1).
Con el transcurrir de los años, el concepto de educación para la salud se ha fortalecido, y se ha considerado, cada vez más, el medio para aumentar el conocimiento de las personas e inculcarles la importancia de transformar la relación entre la salud y el medio físico y social; de esta manera, se ha incrementado el aporte a la ciencia en salud. Es importante considerar que la educación para la salud es un proceso activo orientado a reforzar conductas positivas y se fundamenta en la filosofía de que el ser humano tiene un gran potencial para aprender, pensar, crear, discernir y tomar decisiones, basado en aquello que le afecta de su relación con el entorno.
La Organización Mundial de la Salud (oms, 1993) la define como “un proceso activo de aprendizaje, donde las acciones están dirigidas a facilitar que los individuos obtengan control sobre los determinantes, el comportamiento y las condiciones que afectan su estado de salud y el de las demás personas” (citada por Fortuny y Gallego,1998, p. 292). Es claro en estas apreciaciones que las personas adquieren un protagonismo que les permite en un momento dado construir saberes.
Complementando lo anterior, se puede decir que el propósito de la educación para la salud es contribuir al logro de la salud integral y al desarrollo humano, y así generar aprendizaje no solo para el autocuidado individual, sino también para el ejercicio de la ciudadanía, la movilización y la construcción colectiva de la salud, en la cual participan las personas y los diferentes sectores del desarrollo (Proinapsa, 2014, citado por oms y Organización Panamericana de la Salud [ops], 2017, p. 1).
Por tal razón, al hacer énfasis en las conductas y en los estilos de vida de las personas, también se deben tener en cuenta intervenciones desde la coordinación con organizaciones afines y la participación de la comunidad. Así, al combinar estas últimas con medidas educomunicativas se logra la efectividad de las acciones y, de esta forma, las situaciones y los problemas que se encuentren se asumirán de una manera integral.
Para lograr que la educación para la salud resulte efectiva y eficiente es importante realizar un trabajo interdisciplinar, participativo y coordinado, con el cual se puedan vivenciar los procesos educomunicativos que incluyan métodos, técnicas y diversidad de enfoques complementarios, que consigan una participación efectiva y