Música y letra. Bibi Albert
Читать онлайн книгу.más que me adelgace.
Porque soy fuego eterno,
filamento de cielo,
suspiro de Creación,
aire macizo,
medusa inextinguible.
Juego
floja, hechicera.
Coqueteo con el viento
para que ría mi hijo
que trata de atraparme
a manotazos.
Qué fácil desmateria
es esta tarde.
Qué fuerte tentación
de no morirme.
Qué suave es el amor
así, alargándome
para besar tu cuerpo
en breves coletazos
de luz Incandescente.
Quiero que vivas
como en fluídoshock
por mis descargas
deliciosas, dulcísimas
de babas y de brillos.
* * *
CALMA CHICHA
Los nervios se me han vuelto
largos hilos de raso:
no hay forma de anudarlos.
Sobre mis brazos lacios
resbalan sol y envidias.
Pueden acuatizar en mí
todos los pájaros
porque no voy a odiarlos
en semana de tregua.
Si me necesitaras,
no podría correr hasta tus ojos,
me movería muy lento
porque no hay gravedad
en nuestro espacio.
Pero llegaría a tiempo.
Te dejaría caer desde tu borde
mientras fluyo despacio
disuelta en telarañas
de palabras cruzadas
con que quiero salvarte.
Si me necesitaras,
aun sin el reflejo
de saber de memoria
las distancias diarias
entre nuestros latidos.
yo sé que llegarla
a tiempo, justo a tiempo,
de solero marrón y de recuerdos.
Lo sé con la certeza
de los sueños despiertos.
* * *
THE WAY WE WERE
Oigo el disco.
Añoro la frescura,
la irresponsabilidad,
el tímido flirteo,
la chispa agazapada,
las vidas separadas,
completas, en ascenso.
Oigo el miedo.
Las excusas que me doy
para no verte.
Los horarios complicados
en que caigo.
Los ritos. La pereza.
Las vidas separadas,
mezclándose, en descenso.
No temo a lo que vos
no podés darme.
Es al revés.
Soy yo.
Que estoy más sola,
que estoy acompañada
por fantasmas,
que estoy atrincherada
en cuánta sombra,
pendiente del presente,
el pasado, el futuro.
Vos
sos ése que sos.
Estás más claro.
Tu figurita nueva
la tengo repetida
varias veces.
La sé manipular,
cuidar de zócalos
y de envidias grasientas.
La mía es la difícil.
Porque yo sólo tengo
recuerdos de miradas
y de estremecimientos,
esclerosadas ganas
de audacias y de impulsos.
Y un pánico cerval
a no ser nada,
a no hacerte feliz
ni desgraciado,
ni amigo ni enemigo,
ni lágrima de azúcar
ni sal de salvavidas.
Y perderte, perderte.
Tengo terror de mí,
de invocar lo que he sido,
toda entrega, toda calma,
toda fuerza,
y que no me respondan
los brazos, los latidos.
Qué seria de nosotros
de este “modo en que somos"
practicando
amor de pulmotor
pidiéndonos a gritos
de ojos para adentro.
GESTO
Estas manos
masculinas,
gastadas,
expuestas,
destempladas,
estas manos que siento
nacidas para el arte.
que esculpen amorosas mis fervores,
que enhebran las palabras,
que traducen mi sangre,
confirman
más que nada
mi gran contrasentido
cuando
en el viaje
de ir a acariciarte
me recuerdan
burlonas
que