Música y letra. Bibi Albert
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* * *
NAUFRAGANTES
A Bram Stoker
Ahora
hubo mar y arena
mezclándose revueltos
con nuestras emociones,
nuestros descubrimientos.
De qué me sirve a mí
llegar tan lejos.
Sal es la de mis ojos
pero
mi sol se nubla
y no te ampolla
y es por eso que apenas
te das cuenta del tiempo
que lleva ya el verano.
Verano que era nuestro.
Mentira calendarla.
Mentira de mentiras.
Por qué, si yo no pido
más que todo el amor,
pero clarísimo,
hasta donde se vea
límpido el horizonte
pero no más allá,
yo
no te pido
que me surques volando
el universo.
Yo pido solamente
que me ames.
Amarme significa
abrirte el pecho
no con uñas en punta,
no de abajo hacia arriba,
no forzando mi cuerpo,
no empujando mi nuca
para beber tu sangre.
No.
Sí.
Sí, sí, también lo haría
si de probarte amor
es que se trata.
Abrir tus brazos, digo,
no conde sino rey,
abrirte despojado
de todos los principios,
de todos los temores,
de todas las piedades,
a plena luz del día
abrirte en dos
desnudo
para sólo cerrarte
cuando abraces mi espalda
diciendo la verdad.
Yo acepto tus miserias.
Yo te amo.
Te amo a vos,
no a cualquiera
que sueño con tu cara.
Te amo a vos
tal cual seas.
Después, cuando vos puedas,
sí querré ser tu tierra
criolla o transilvánica
marciana o neoyorquina
para que seas raíz
inhachable, Impodable,
ancla tenaz
fijada por corales,
por óxido, por siglos,
arpón que ya no logres
retirar sin matarme.
Ahora
en este momento
hay adoquín y lluvia
y eso es tal vez más cierto
que ningún honey-sun
que nos forcemos.
Ahora
entre nosotros
hay nuevos minerales,
o sea
más confusa aleación
en nuestra pena,
pero la misma sed
y
de órbitas y horarios
el mismo desencuentro.
* * *
HOJA DE RUTA
“Este camino / ya nadie lo recorre /
salvo el crepúsculo.” Basho
Un paisaje
de colinas suaves
con perfume de lluvia
en su senda apretada
reclama
tu conquista de hombre nuevo.
Te lleva de la pierna
marcada para siempre
con mis dedos.
Te Impone.
Te conduce
por aquellos kilómetros
que aún retienen mi rastro
después de tantos vientos.
Te invita.
Te provoca.
Te seduce.
Te conmina
a ensuciar tu mirada
y tu voz con engaños.
Te separa de mi,
de mi jardín de rosas
de las que con los dientes
te evité las espinas.
Un paisaje por otro.
Después que riegue el nuestro,
envolveré en mis hijos
mis manos no lozanas
de trabajar raíces.
Me pondré en movimiento.
Me alejo yo también.
Soy horizonte
que no dejás atrás.
No soy regreso.
Me vestiré de arena
para tu desconcierto.
* * *
CASUALADA
“¿Vivfremos felices por siempre más?
¿Qué ocurrirá con mí amor por los
cataclismos?" Erica Jong
Ahora,
vuelta a salir de la crisálida,
llena de polen nuevo,
te cruzo por la calle.
Vos
lejano
y todo luz
como recién blanqueado
al