Las fuentes que dieron origen al Nuevo Testamento. Raul Zaldivar

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Las fuentes que dieron origen al Nuevo Testamento - Raul Zaldivar


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que estaban en el ambiente y aparecen en los escritos neotestamentarios, con el objetivo de presentar el marco histórico y literario de la revelación evangélica. Una obra original en nuestro idioma y en nuestro mundo evangélico que contrasta con los muchos escritos en otras lenguas y otras tradiciones eclesiales. Es, pues, de agradecer al autor el esfuerzo realizado en esta investigación, sólidamente documentada, que nos ayuda a tener una visión más amplia y adecuada del ambiente del “cumplimiento del tiempo” (Gálatas 4:4), cuando Dios envió a su Hijo en medio del conflicto de la historia para mostrarnos el camino de la salvación, salvación que comienza aquí, en medio de los tiempos, y se extiende a la eternidad.

      Alfonso Ropero Berzosa

      En un lugar de La Mancha, 9 de julio de 2018.

      Introducción

      Si la Biblia es el centro del universo sobre el cual gira la predicación y la enseñanza que se da cada semana a millones de seres humanos (a los que se les dice que este es un libro sagrado e inspirado por el Espíritu Santo y también se les dice que deben regir su conducta por los mandatos, principios y consejos allí plasmados), es oportuno —más bien justo— que también les digamos acerca de su origen,1 cuáles son sus fuentes,2 cuál es la técnica que usaron los redactores para escribir, cómo un relato se llega a considerar inspirado para luego canonizarlo, y, finalmente, cómo este llega a nosotros. Esto le pondrá cabeza y le dará sentido a millones de seres humanos que cada domingo escuchan enseñanzas de un libro del cual tienen un concepto místico o simplemente no tienen ni la más mínima idea de dónde viene y cómo surge.

      El objeto de estudio de este trabajo de investigación es el análisis de las fuentes literarias que sirvieron, primero, para construir el pensamiento teológico que se encuentra plasmado a lo largo de todo el NT —como el concepto de Mesías, juicio, infierno inter alia— y, segundo, para redactar los libros del canon del NT. Las fuentes literarias a las que nos hemos referido es la abundante literatura que surgió en el PI,3 como por ejemplo la literatura de género apocalíptico,4 que sienta las bases de gran parte de la teología cristiana. La literatura deuterocanónica —llamada apócrifa5 por la Iglesia Protestante— que fue una fuente muy importante para los redactores del NT, la literatura esenia, que es la literatura producida por la secta de los esenios que habitaba en las cuevas de Qumrán y que forma parte del hallazgo de los rollos del mar Muerto.6 A esto hay que agregar la tradición oral de los judíos que posteriormente fue escrita en el Talmud y que, hasta cierto punto, tiene una relación con el NT. Por último, es objeto de estudio la literatura apócrifa del NT, no como fuente de los libros canónicos, sino como prueba de la existencia de fuentes que fueron comunes tanto a los evangelistas canónicos como a los apócrifos.

      En conclusión: el objeto de estudio de esta investigación son todas aquellas fuentes que sirvieron o pudieron servir directa o indirectamente a la formación de los libros del canon del NT.

      El fascinante mundo de las fuentes literarias que dio lugar a la teología y a los libros del canon del NT nos impone los siguientes propósitos:

      1.Demostrar que las doctrinas del NT no se dan en un vacivus teológico, sino que son la síntesis de toda una infraestructura literaria.

      2.Probar que las doctrinas más importantes del NT tienen su origen en los pseudoepígrafes, libros deuterocanónicos, literatura esenia y otros escritos judíos del PI.

      3.Establecer la conexión entre la realidad sociopolítica de Israel y el género apocalíptico en los pseudoepígrafes.

      4.Identificar las fuentes literarias que sirvieron de base para la formación de los libros del canon del NT.

      5.Entender el intrincado y humano proceso de la formación del canon, tanto del AT como del NT.

      6.Desmitificar7 el concepto de inspiración bíblica sin afectar en un ápice que la Biblia es la Palabra de Dios.

      Estas seis líneas de investigación son más que suficientes para desarrollar un trabajo que nos aclarará el origen y el desarrollo del proceso de formación de la teología del NT, así como la formación de los libros del canon.

      El tema de las fuentes literarias en el canon bíblico es sumamente amplio, así que un proyecto como este tiene que ser bien delimitado para el mejor entendimiento de los lectores,8 de ahí que nos centremos, en primer lugar, en el NT, es decir, vamos a estudiar solo lo relacionado con las fuentes de la teología y los libros del canon del NT.

      Por otro lado, la literatura del PI que sirve de fuente para la formación del NT es sumamente numerosa y es simplemente imposible abarcarla toda.9 Por tal razón, hemos seleccionado dicha literatura siguiendo estos criterios de delimitación: (1) Que el documento haya sido escrito antes del año 50 de nuestra era,10 (2) Que tenga una relación directa con una doctrina teológica del NT, (3) Que pueda establecerse una conexión entre el documento del PI y Jesucristo y que dé como resultado un midrash que origine un dogma de la fe cristiana.11

      Con esto, hemos dejado claro cuáles son los parámetros dentro de los cuales nos estaremos moviendo en el transcurso de esta investigación.

      No es suficiente ni honesto asegurarle al mundo que la Biblia es la Palabra de Dios y no saber cómo esta se ha formado. No es suficiente asegurar que la Biblia es inspirada por el Espíritu Santo y no saber el intricando proceso de su formación. No es suficiente ni honesto estudiar y enseñar de algo de lo que no tenemos una idea clara de cómo llegó a nuestras manos. No es suficiente ni honesto afirmar que el justo vivirá por la fe y divorciar esta de la razón y creer las cosas porque sí. Sí, el justo por la fe vivirá, empero el justo es un hombre inteligente, capaz de hacer análisis y valoraciones críticas. A estas alturas de la película ya no se puede justificar la ignorancia ni la pereza hablando en contra del conocimiento y satanizándolo para mostrar cuán ignorantes somos.12

      En tal sentido, es menester conocer el complicado camino que el hombre ha tenido que seguir por miles de años para llegar a analizar y valorar según la sabiduría y entendimiento que Dios le ha dado para determinar qué es palabra de Dios y qué es palabra de los hombres. Este trabajo de investigación nos lleva por ese recorrido del hombre en su afán por confeccionar un cuerpo literario al que pueda considerar sagrado. Este solo hecho justifica con creces esta investigación y ofrece al pueblo iberoamericano un trabajo científico que clarifica muchas dudas y que también da muestras de la madurez de nuestra Iglesia, especialmente en estos últimos años.

      Sin un método13 es imposible la aprehensión de conocimiento, cualquiera que este sea; de manera que el primer método usado en esta investigación es el método analógico,14 que no es más que la conexión que se establece entre la palabra, concepto o pasaje que aparece en un libro del PI con una verdad en la cual Jesucristo es el centro del midrash. Entonces estamos hablando de una analogía entre esa palabra o concepto de un documento del PI y la palabra o concepto donde Cristo es el centro del universo.

      En virtud que uno de los temas torales de la literatura del PI es el género apocalíptico y que este tiene una característica bien peculiar, estamos siguiendo los criterios metodológicos propuestos por el erudito profesor Samuel Pagán15: (1) Rigor académico y científico. Es necesario elaborar un análisis a fondo de los problemas planteados y las dificultades estudiadas. Debe estudiarse sobriamente desde una perspectiva histórica y teológica. Especialmente lo último que señala hay que tomarlo muy en cuenta puesto que la realidad sociopolítica del pueblo de Israel dio origen a la teología que prima en el NT. Así que lo histórico y lo teológico van de la mano. (2) Discernir entre lo esencial y lo periférico. Pagán acertadamente señala que debemos ir directamente al núcleo de los problemas


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