Fluir en el deporte. Михай Чиксентмихайи

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Fluir en el deporte - Михай Чиксентмихайи


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parte de la tarea es controlar dónde está el resto de competidores, y en los deportes de equipo, como el fútbol americano o el hockey, lo más importante es ser capaz de no perder de vista lo que está ocurriendo a tu alrededor.

      Oír a la multitud puede que no indique una falta de concentración, sino más bien un estado de total sintonía con la prueba, tanto que el estadio y sus asistentes llegan a ser parte de la experiencia personal global. En la fluencia no hay espacio para otros pensa-mientos que no sean qué estás haciendo o sintiendo justo en ese instante, el «ahora». Si durante una carrera ciclista viertes toda tu energía en la bicicleta -agarrando el manillar, pedaleando, ajustando las marchas- se deriva que la realidad de tu experiencia es que los músculos, los pulmones y los nervios trabajan conjuntamente con el metal y el caucho como si fuese uno solo. De hecho, tal como tú lo sientes, te has convertido en una unidad con la máquina y el ritmo de la carrera.

      En el ciclismo las carreras pueden durar varias horas. No obstante, es posible mantener la mente concentrada incluso en condiciones difíciles, tal como recuerda Simon haber experimentado en una ocasión:

      Rodé un día durante cuatro horas con lluvia y nieve, y no creo recordar ninguna otra cosa que la línea blanca pintada en la calzada, en segunda posición durante cuatro horas. Y la rueda de aquel tipo delante de mí. Durante cuatro horas eso es todo lo que recuerdo.

      A pesar de este aparente estrecho foco de atención, Simon describió ser capaz de captar todo lo que estaba ocurriendo a su alrededor, y explicó que sentía que estaba viendo a través de una lente gran angular, captando mucho más de lo habitual pero sin ser consciente de estar mirando alrededor.

      La concentración es un componente clave y una de las características de las experiencias óptimas que más a menudo se mencionan. Aprender a desechar los pensamientos irrelevantes de la conciencia y en su lugar sintonizar con la tarea encomendada es un signo de una mente disciplinada. Ser capaz de excluir todos los eventos de distracción que están ocurriendo alrededor de tu actividad no es fácil, pero es una importante habilidad que dominar si quieres experimentar la fluencia en el deporte. El capítulo 7 trata con más detalle cómo alcanzar y mantener la concentración en tu actividad.

       COMPONENTE DE LA FLUENCIA N° 6: SENSACIÓN DE CONTROL

      Simon recuerda alcanzar una «autoestima indestructible» durante la carrera que nos acaba de describir, sintiendo que podría afrontar lo que fuese y ser capaz de llegar hasta el final. Esta carrera marcó la diferencia con otras en diferentes aspectos, incluyendo la sensación de tener recursos ilimitados que le permitirían afrontar cualquier cosa que se interpusiese en su camino.

      Recordando cómo se sienten cuando están en estado de fluencia, las personas cuentan que entonces no pueden equivocarse. Como un sentimiento de invencibilidad, la sensación de control libera al atleta del miedo al fracaso y crea una impresión de fortaleza para afrontar lo que debe cumplirse. Realmente, más que controlar, se trata de saber que, si lo intentas consistentemente, puedes llegar a controlarlo todo: confías en tus habilidades y sabes que la tarea es realizable. La respuesta de este conocimiento es una sensación de poderío, confianza y calma.

      Algunos deportistas se refieren directamente a sentir que controlan, otros que piensan positivamente o con confianza. La idea «no me puedo equivocar» proviene de la descripción del sentimiento de «imbatibilidad», «como si pudiese hacer cualquier cosa, sin ningún miedo», «como si nada pudiese irme mal». La calma total es indicativa de la sensación de control. Estas sensaciones pueden ocurrir incluso cuando los desafíos parecen increíblemente inalcanzables para el observador externo. Por ejemplo, un nadador ante una final olímpica dijo: «Ni tan siquiera estaba pasmado ante toda esa gente, incluyendo al poseedor de la plusmarca mundial, ni ante el hecho de que había batido al anterior poseedor de la plusmarca mundial en el fragor del campeonato». La competición llegó a ser algo muy especial para el nadador que hizo estos comentarios, quien obtuvo un excelente resultado más dulce todavía por la sensación de fluencia experimentada mientras nadaba.

      La sensación de control proviene de la creencia de una persona de que tiene las habilidades requeridas para la tarea encomendada. Ello resulta en una falta de preocupación por las diferentes posibilidades, particularmente la del fracaso, que raramente entra en la mente de un atleta que fluye. Aunque la relación entre control y fluencia se describe más extensamente en el capítulo 8, deberíamos mencionar aquí que ésta es una conexión de frágil equilibrio. En realidad, demasiado control o demasiada ansia de control le saca a uno de la fluencia. Demasiado poco control, y de nuevo es menos probable llegan a la fluencia; en tal caso, más probable es experimentar ansiedad.

       COMPONENTE DE LA FLUENCIA N° 7: PÉRDIDA DE CONCIENCIA DEL PROPIO SER

      La preocupación por el uno mismo desaparece cuando se está fluyendo, igual que los agobios o los pensamientos negativos. Simplemente, no hay atención sobrante para preocuparse de las cosas a las que normalmente en la vida diaria dedicamos tanto tiempo. La fluencia libera al individuo de la preocupación y de la duda sobre su propio ser. La pérdida de la conciencia del propio ser es una característica reforzadora: después de la experiencia de fluir, la percepción del propio ser es más fuerte y más positiva. Abandonar las preocupaciones sobre el uno mismo por un lapso de tiempo es también algo estimulante y liberador.

      Puede que, paradójicamente, sea mediante una sensación de control cuando se facilite la pérdida de la conciencia del propio ser. Simon explica que cuando te sientes en la mejor forma, puedes dejar de preocuparte sobre cómo te ven los otros o sobre si tienes lo necesario para lograr el éxito. La íntima conexión con la actividad no deja rastro de dudas sobre el propio ser, y en su lugar aporta a cada instante la certeza de lo que tiene que hace y el feedback de todo lo que sigue en camino.

      Esta dimensión está alineada junto con la fusión de la acción y la atención: no preocuparse sobre uno mismo libera al propio ser para entregarse completamente a la actividad a realizar. De manera similar, sentirse como una unidad con la actividad evita los pensamientos relacionados con uno mismo que se deslizan en la conciencia y molestan en ese momento. Cuando los atletas hablan de formar una unidad con la actividad, se están refiriendo también a liberarse ellos mismos de la conciencia de su propio ser.

      El tema acerca de reaccionar instintivamente es una de las maneras en que los deportistas se refieren a esta dimensión. Por ejemplo, un jugador de rugby dijo «estar muy involucrado, pero de forma instintiva»; un triatleta lo describió como «perderme en lo que estaba haciendo». Una manera particularmente perceptiva de expresar esta pérdida de la conciencia del propio ser la dio un ciclista que la llamó «una expresión o liberación subconsciente: mi mente consciente no estaba interfiriendo». Dada la estrecha conexión entre estas tres dimensiones de la fluencia -la fusión de acción y atención, la pérdida de conciencia del propio ser y la transformación del tiempo, estas características son tratadas conjuntamente en el capítulo 4.

       COMPONENTE DE LA FLUENCIA N° 8: TRANSFORMACIÓN DEL TIEMPO

      Estar atento al tiempo es un justo castigo al que el estilo de vida que llevamos nos condena. Continuamente consultamos nuestros relojes para calcular cuánto tiempo nos queda o cuánto tiempo falta para que empiecen mejores acontecimientos. La dependencia del tiempo es una carga que puede evitar que estemos verdaderamente absortos en lo que estamos haciendo.

      La fluencia tiene el potencial de liberarnos de esta presión: una de las características de fluir es tener una sensación modificada del modo en que pasa el tiempo. Generalmente, lo que se experimenta en la fluencia es una reducción del tiempo, de modo que las horas pasan como si fuesen minutos y los minutos como segundos. También puede ocurrir a la inversa, con minutos estirándose hasta parecer lujosos periodos más largos, aportando la percepción de que se tiene todo el tiempo del mundo para realizar las acciones.


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