Mamá en busca del polvo perdido. Jessica Gómez
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Índice
«Antes de empezar, solo un pequeño apunte:
Dedicatoria
Para mi marido César, mi madre Carmen y mis hijos
Hugo, Aine y Leo, que me aguantan tanto como a Paz los suyos.
Aunque cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.
Para todas las Mari Paz del mundo.
Aunque seguro que no hay ninguna.
Y con particular cariño para todas las personas que salen en el libro. Aunque todas son inventadas.
SI NO TIENES HIJOS y te planteas tenerlos en el futuro, has de saber que todo lo que se cuenta en este libro es pura ficción. Así que no te preocupes por nada y procrea, procrea sin miedo que dicen por ahí que hay que tener niños que paguen las pensiones o no sé qué.
Tú, amiga -o amigo- sin hijos, puedes dejar de leer esta introducción aquí. Espero que disfrutes del libro y nos vemos en los bares.
* * *
SI TIENES HIJOS, seguro que no necesitas que te diga esto, pero aun así voy a responder a una pregunta que -todavía- nadie ha formulado: ¿Es este libro biográfico? Total y absolutamente. De la primera a la última letra, incluyendo comas, puntos, guiones, paréntesis, comillas y esas cosas que parecen flechitas que nunca recuerdo cómo se llaman. Todo lo que aquí se cuenta es verdad y ha sucedido, a mí o a alguien, en algún momento de la historia. Puede que te haya pasado a ti. Y no, no te voy a pagar derechos. Bastante hago con guardarte el anonimato.
Pero recuerda, si hablas de este libro con alguien que no tiene hijos, dile que todo es mentira. No queremos estropearle la sorpresa,
¿VERDAD?
¿Que cuándo empezó todo? No sabría decir el momento.
Así, haciendo un repaso rápido por mi memoria, yendo hacia atrás en la peli de mi vida, la primera pausa la haría en ese momento en que, sentada en la mesa de la cocina hace un par de años, entré en shock al ver el positivo en el test de embarazo de mi tercer hijo. O, rebobinando otro poco, pararía en ese otro momento hace casi siete años en que me quedé paralizada y sin habla durante más de media hora al ver el positivo en el test de embarazo de mi hija mediana. Esa vez estaba sentada en el sofá.
Si me voy un poco más atrás, puedo parar el vídeo en el momento en el que nació mi hijo mayor, hace diez años, y