¡No valga la redundancia!. Juan Domingo Argüelles
Читать онлайн книгу.en este tema, exhiben su ignorancia con los sinsentidos o con las rebuznancias, lo mismo en internet que en publicaciones impresas, incluso en ámbitos profesionales.
En un boletín de la Dirección de Comunicación Social de la UNAM leemos acerca de una investigación que lleva a cabo una postdoctorante acerca de cómo los insectos invasores afectan el entorno, y ahí nos enteramos, en voz de la investigadora (porque su declaración está entrecomillada), que la catarina arlequín es parte de los
Sabemos que las arañas no son insectos, sino arácnidos, y sabemos que sí lo son las chinches y las catarinas o mariquitas; sabemos también que tienen las patas articuladas, pero también debemos saber, y no se nos debe olvidar, que no hay “insectos vertebrados”: ¡todos son invertebrados! y, por lo tanto, es redundante calificarlos como “invertebrados”. El día que los investigadores encuentren un “insecto vertebrado”, ese día cambiará para siempre el mundo de la investigación entomológica. La investigadora quiso decir, y no la ayudaron en esto los redactores y correctores del boletín de la UNAM, que el artrópodo coleóptero (“caja o estuche con alas”: esto es científica y poéticamente un “coleóptero) al que ha dedicado su atención, la mariquita o catarina arlequín, pertenece a los
22. asiduidad, asiduo, bastante, ¿bastante asiduidad?, ¿bastante asiduo?, ¿bastante frecuente?, frecuente, mucha, ¿mucha asiduidad?, mucho, muy, ¿muy asiduo?, ¿muy frecuente?, poca, ¿poca asiduidad?, poco, ¿poco asiduo?, ¿poco frecuente?
¿Puede ser poca o escasa la “asiduidad”? Veamos su significado. El sustantivo femenino “asiduidad” (del latín assiduĭtas, assiduitātis) significa “frecuencia, puntualidad o aplicación constante a algo” (DRAE). Ejemplo: Asiste a los conciertos con asiduidad. Cabe precisar que el adjetivo “constante” significa, en la cuarta acepción del DRAE, “continuamente reiterado”. En cuanto al adjetivo y sustantivo “asiduo” (del latín assiduus), María Moliner lo define del siguiente modo: “Se aplica al que asiste o concurre con frecuencia y constancia a cierto sitio”. Ejemplo: Fulano es un asiduo de nuestra tertulia. Precisa Moliner que “aplicado a un nombre de agente o de acción, significa que hace o se hace con frecuencia y constancia la acción de que se trata”. Ejemplos: Un asiduo colaborador del periódico, Sus asiduas visitas. De ahí el adverbio “asiduamente”: “con asiduidad”, esto es, “frecuentemente”, pues el adjetivo “frecuente” (del latín frequens, frequentis) significa “repetido a menudo”. Visto lo anterior, las expresiones “bastante asiduidad”, “bastante asiduo”, “bastante frecuente” y “mucha asiduidad”, “muy asiduo” y “muy frecuente” son, sin duda, redundantes, en tanto que “poca asiduidad”, “poco asiduo” y “poco frecuente” constituyen sinsentidos. Lo que es “asiduo” es “frecuente”, y lo “frecuente” es lo que se repite a menudo, de manera reiterada. En buen español, basta y sobra con decir “asiduamente”, “asiduidad”, “asiduo” y “frecuente”. Añadir una intensidad (“bastante”, “mucho”) o una atenuación (“escaso”, “poco”) a estos términos es incurrir en disparates. Las redundancias y sinsentidos con estos términos son propios del ámbito culto de la lengua, y hasta los redactores del Compendio ilustrado y azaroso de todo lo que quiso siempre saber sobre la lengua española yerran con su “bastante asiduidad”, como si dijéramos “bastante frecuente”. Las líneas aéreas califican de “frecuentes” a los “viajeros” cuando abordan el avión con asiduidad, es decir, con frecuencia, más allá de que, incluso entre los “frecuentes”, unos viajen más que otros. Pongámonos de acuerdo: lo que no es “frecuente” no puede ser “poco frecuente”, sino “infrecuente” (del latín infrĕquens, infrequentis), adjetivo que significa “que no es frecuente” (DRAE), y lo que es “frecuente” es “asiduo”, con lo cual quedan descartados los adjetivos “bastante”, “mucho” y “poco” como modificadores de “asiduo” y “frecuente”, cuyos significados ya contienen, por definición, su carácter de “repetición a menudo” o “continuamente reiterado”.
En el diario mexicano Excélsior leemos el siguiente encabezado:
Quiso informar el diario que